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» Diario Cordoba
Fecha: 19/01/2025 10:50
Si tienes que compartir piso con tres personas más para poder sobrevivir con tu sueldo, si vas a seguir viviendo con tus padres hasta bien entrada la tercera década de tu vida, te va a importar bastante poco como están de transferidas las competencias de vivienda en este país. Te va a resultar inverosímil que el Partido Popular presente con gran despliegue escenográfico sus medidas para conseguir más vivienda y más barata, y al día siguiente lo haga el Gobierno pero entre ellos no hayan cruzado ni una sola propuesta. Quién tiene que buscar la mayoría para sacar adelante sus propuestas es el gobierno y la oposición está en su papel de control y alternativa, pero en una política que solo en el primer impulso va a necesitar de más de una legislatura, y en el que el problema va a ser heredado por otros gobiernos necesitaría de unos mínimos de acuerdo, como se consiguieron en sanidad, en educación, o en el sistema de pensiones. El quinto pilar del Estado del bienestar, como rezaba el foro gubernamental que presentó su batería de medidas, no se mantiene solo con una parte de la cimentación, requiere de la colaboración de todos. No son iguales las salidas planteadas desde la izquierda que desde el partido conservador, pero ninguno de los dos ha acertado históricamente de manera plena en sus propuestas, ni han fallado estrepitosamente. Las políticas sobre vivienda resultan endiabladas porque debes mantener los alicientes en la oferta para que no se retraiga pero con la regulación efectiva para no dejar que el mercado lamine a los más débiles, y alimentar la demanda que por ella sola es incapaz de enfrentarse a un ámbito especulativo, cada vez más concentrado y en el que el mayor objetivo es el enriquecimiento. Esta última característica le separa del resto de los ámbitos del bienestar, que buscan la satisfacción del bien común en su mayoría controlado por operadores públicos o sometidos a procesos de concertación controlados por la administración pública como es el caso de la sanidad o la educación. Sabemos que es lo que no funciona o qué medidas tienen externalidades negativas no previstas, la liberalización del suelo junto con la laxitud de los créditos nos llevó a la mayor crisis de este siglo pero las subvenciones directas a los arrendados motivo la subida de precio de los arrendatarios que funcionan recordemos bajo la máxima del mayor beneficio. Hay acciones que comparten los grandes partidos como las rebajas fiscales o la necesidad de más vivienda pública, empecemos por ahí y que se ponga en marcha la maquinaria acompasadamente. Háganse a la idea de que hay gente con inmensas dificultades para tener un hogar como el suyo. *Politóloga
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