Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Trump, la energía y el canal del petróleo y el gas: el impacto en la economía argentina

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 19/01/2025 03:19

    Donald Trump y Javier Milei Hay varios canales a través de los cuales las políticas que aplique Donald Trump, quien asumirá este lunes su segundo mandato como presidente de EEUU, pueden afectar, positiva o negativamente, a la economía argentina. El más mencionado es que, debido a su amistad y afinidad con Javier Milei, Trump favorecería una negociación más ágil y favorable para la Argentina con el FMI, que incluya “fondos frescos” y aceite la eliminación del “cepo cambiario”. Otro es que la cercanía de Trump con Milei impulse una ola de inversiones norteamericanas en la Argentina. El presidente argentino promueve un Acuerdo de Libre Comercio con EEUU y considera al Mercosur, en su modo actual, como una “prisión”. Aunque la Casa Blanca no dispone actualmente de permiso del Congreso para negociar acuerdos comerciales, con mayoría republicana en ambas cámaras, Trump podría restablecer esa potestad. Otros canales, en principio menos favorables, son que un eventual aumento de los aranceles a la importación -como el entonces candidato Trump anunció en su campaña- genere presión inflacionaria e impulse a la Reserva Federal (Banco Central de EEUU) a frenar -o incluso revertir- la baja de las tasas de interés, lo que a su turno propiciaría una suba adicional del dólar (ya en su nivel más alto de los últimos cinco años) e incomodaría la política cambiaria del gobierno argentino de dólar semi-fijo y apreciación del peso, amén de ejercer presión bajista sobre los ya deprimidos precios internacionales de las materias primas agropecuarias, aún la principal fuente de divisas de la Argentina. Vista de un yacimiento de hidrocarburos en la formación Vaca Muerta, en la provincia de Neuquén (Foto Reuters) Y hay uno en particular de impacto potencial sobre el sector de la economía argentina que más se expandió en el primer año de gobierno de Milei: la producción y exportación de hidrocarburos a partir de las reservas de la formación geológica Vaca Muerta. No se trata de poca cosa: gracias a la exportación de petróleo y al menor déficit en el intercambio gasífero, en 2024, la Argentina tuvo en su “balanza comercial energética” un superávit de más de USD 4.500 millones y los expertos apuntan a un saldo cercano a los USD 8.000 millones en 2025, una reversión notable respecto de un déficit de casi USD 4.400 millones en 2022 y de haber bordeado los USD 7.000 millones de sangría de divisas por ese concepto en 2013 (ver gráfico). Mejor aún: con una proyección de producción de petróleo de entre 1,2 y 1,5 millones de barriles diarios hacia 2030, que dejarían un grueso saldo exportador, de gas por gasoducto a los países vecinos y de Gas Natural Licuado (GNL) por barco desde 2027, algunas estimaciones apuntan a un superávit energético cercano a USD 30.000 millones anuales hacia fin de la década. En 2024, la Argentina tuvo en su “balanza comercial energética” un superávit de más de USD 4.500 millones y los expertos apuntan a un saldo cercano a los USD 8.000 millones este año Esos cálculos dependen, entre otras cosas, del precio internacional de los hidrocarburos, y ahí entraría a jugar la política energética de Donald Trump, que en su campaña resumió en una consigna (“drill, baby, drill”, traducible como “perforen, nenes, perforen”), que enfatiza la exploración y producción de petróleo y gas y expresa cierto desdén por las energías renovables (eólica y solar en particular) y la llamada “transición energética”. Hidrocarburos e industria química son la parte del león de las ventas argentinas a EEUU: con un valor total de USD 2.084 millones petróleo crudo, naftas y productos químicos orgánicos e inorgánicos explicaron el 36% de las colocaciones en ese mercado en los primeros once meses de 2024, según un informe de la consultora Abeceb. Mercado petrolero Daniel Montamat, director de la consultora Montamat & Asociados, contó a Infobae sus dudas de que las políticas de Trump tengan un gran efecto sobre el mercado petrolero mundial. “Es un mercado muy desarrollado, internacionalizado. Aunque ‘diga drill, baby drill’, el shale oil en EEUU estaría llegando a un amesetamiento. Y una duda es qué va a hacer con Venezuela, que hoy produce 900.000 barriles por día, pero cuando asumió Hugo Chávez producía 2,8 millones”, dijo el también ex presidente de YFP y ex secretario de Energía. Según Montamat, si Venezuela se reacomoda, lo primero que se reacomodará será su producción petrolera. “A los petroleros les sigue conviniendo el narco-estado, que saca poco petróleo. Pero si Trump resuelve esa situación, por caso mediante un acuerdo con China, Venezuela se puede reponer y aumentar la producción en 1,5 millones de barriles por día rápidamente. No hay que olvidar que tiene las principales reservas probadas de petróleo del mundo, más que Arabia Saudita”, subrayó. Cuando el gobierno de Biden aflojó el embargo petrolero sobre Venezuela y las petroleras norteamericanas volvieron a tener algo de acción en Venezuela, la producción petrolera del país caribeño aumentó rápidamente de 600.000 a 900.000 barriles. La producción petrolera de Venezuela, que colapsó bajo el chavismo, es una de las incógnitas a develar en el segundo mandato de Trump (Foto: Reuters) “Si eso se resuelve, pueden aumentarla más. Y si se van, vuelve a caer. Venezuela es una gran incógnita sobre lo que puede pasar en el mercado petrolero internacional”, explicó Montamat, cuya consultora proyecta que los precios internacionales del petróleo oscilarán entre 73 y 74 dólares por barril. “Mientras los precios estén arriba de 70 dólares, incluso con dólar oficial, están bien para la Argentina. En shale oil los costos han bajado mucho y hay renta petrolera. Pero si los precios caen por debajo de 70, se seguirá produciendo, pero no se harán nuevos pozos”, dijo Montamat. Renovar pozos es clave para aumentar o incluso mantener la productividad en Vaca Muerta, pues la llamada “producción no convencional” tiene curvas de ascenso y declinación rápidas y empinadas. Fuerzas contrapuestas En cuanto al gas, Montamat observa “dos fuerzas contrapropuestas”. De un lado, Trump dijo recientemente que las granjas eólicas solo funcionan con subsidios. “Son la energía más cara que hay; son varias veces más caras que que la energía generada con gas natural; y uno no quiere energía que necesite subsidios”. Esa posición –respaldada con datos precisos por un reciente editorial de The Wall Street Journal- favorecería a la Argentina en la medida que impulse el consumo doméstico de gas en EEUU al menos en igual medida que la producción. Si en cambio, el aumento de la producción de gas en EEUU va mucho afuera (en forma de exportación de GNL por barcos) deprimiría el precio y dañaría las perspectivas de los proyectos de exportación de GNL de la Argentina. Es algo por cierto posible. Según Montamat, es muy probable que Trump levante la moratoria impuesta por el presidente saliente, Joseph Biden, a la construcción de plantas licuefacción de GNL, que impulsarían la exportación de EEUU. De hecho, Trump advirtió a la Unión Europea que tiene que comprarle más GNL a EEUU. De todos modos, agregó Montamat, las perspectivas inmediatas son positivas. “Si el invierno europeo es frío, como se pronostica, el precio del GNL tendría un par de años de firmeza o crecimiento; sería la oportunidad para cerrar contratos de demanda del acuerdo YPF-Shell e iniciar los proyectos de inversión”. Parecida perspectiva anticipó Daniel Dreizzen, director de la consultora Aleph Energy. “Trump agilizará la construcción ductos, incluido uno muy importante que está frenado por temas ambientales en el norte de EEUU”, dijo. “También agilizará los permisos para exploración y explotación offshore en el Golfo de México, lo cual podría aumentar la oferta de hidrocarburos y hacer bajar los precios internacionales. Y como no es amante de la transición energética, podría retrasar la producción de energías renovables, lo cual también favorecería el crecimiento de la producción de hidrocarburos”. Precios Esos efectos tenderían a bajar los precios de los hidrocarburos. “Hay dudas con el precio del GNL, que puede bajar porque hay muchos proyectos que se están lanzando, como en EEUU y en Qatar, y no está claro que la demanda mundial vaya a crecer tanto para impedir una baja, pero el precio del petróleo no creo que baje mucho”, dijo el director de Aleph, cuyo último informe mensual incluyó un gráfico sobre los precios en el mercado de futuros que muestra una suave declinación (ver abajo). Lo que dicen los mercados de futuros acerca del precio del petróleo y el GNL Pero al margen de ese eventual efecto negativo del “drill, baby, drill” de Trump, dijo Dreizzen, la cercanía de Milei con elpróximo jefe de la Casa Blanca ayudará a la Argentina “en términos de la economía en general”. Más allá de las medidas y deseos de Trump, un reciente informe de la Energy Información Administration (EIA), el brazo estadístico e informativo del Departamento de Energía de EEUU señaló que al próximo gobierno no le será fácil aumentar la producción de hidrocarburos. De hecho, el informe proyecta aumentos de la producción petrolera de apenas 1% anual en 2025 y 2026, aunque partiendo de los actuales niveles récord. La EIA subraya que los “fundamentos de mercado” –por caso, la aparente cercanía de China a su peak oil o punto máximo de consumo de petróleo- pesarán más que las decisiones gubernamentales y estima que en los próximos dos años la provisión superará la demanda global de hidrocarburos, manteniendo una presión bajista sobre los precios, en coincidencia con lo que muestran los mercados de futuros. Política y geopolítica Todo lo cual estará permeado por la política a secas. Al respecto, semanas atrás, en un evento minero, el politólogo y analista internacional Fabián Calle destacó que Trump tendrá un gabinete muy vinculado a América Latina y premiará los vínculos personales, lo cual favoecerá el status regional de Milei, contra los de figuras como Lula da Silva, Gustavo Petro y Gabriel Boric, presidentes de Brasil, Colombia y Chile, respectivamente. En la misma ocasión, el economista internacional Felipe De la Balze especuló que Milei podría establecer con Trump una relación similar a la que hace más de 60 años, en tiempos de la “Alianza para el Progreso”, tuvieron los entonces presidentes Arturo Frondizi y John Kennedy, y que generó una oleada de inversiones petroleras, petroquímicas y automotrices de EEUU en la Argentina. Esas relaciones se inscribirán en el marco de una competencia geoestratégica entre EEUU y China que son, respectivamente, el tercer y segundo socio comercial de la Argentina, aunque el país del norte detenta por buen margen la condición de primer inversor extranjero directo y es también el principal destino de las exportaciones argentinas de servicios, muy vinculados a la “economía del conocimiento” y las nuevas tecnologías. En cualquier caso, la orientación exterior de Milei coincide con las preferencias de la sociedad argentina que detectó a fines de 2024 el centro Pulsar de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en una encuesta acerca de “La Argentina y el mundo”. Sobre más de 1.250 personas consultadas en todo el país ante la pregunta “¿Con qué país cree usted que Argentina debería relacionarse?”, EEUU apareció por buen margen en el primer lugar, con 33%, seguido de Brasil (19%), España (10%) y China (9 por ciento).

    Ver noticia original

    También te puede interesar

    Examedia © 2024

    Desarrollado por