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Concepcion del Uruguay » La Calle
Fecha: 19/01/2025 06:13
Al campo que trabaja, los números no le están cerrando. Especialmente a los que arriendan tierras para sembrar y a los proveedores de insumos. Por eso se declararon en cesación de pagos pools de siembra como Los Grobos o Balsuar, o proveedores como Red Surco y Agrofina. El campo no es uno solo, ni todos son lo mismo. El 70% de la agricultura se hace sobre tierras alquiladas. A los rentistas, grandes o pequeños, los números le siguen cerrando, aunque su renta se haya reducido. ¿Por qué? Sencillo: sin mover un dedo ni arriesgar nada reciben entre 12 a 20 quintales de soja de arrendamiento por hectárea. Ser rentista no es ser productor. A pesar del desastroso combo que incluye atraso cambiario, inflación en dólares, sequía y retenciones universales, la beligerancia de la Mesa de Enlace es nula. Siendo este un gobierno por el cual militó toda la dirigencia agraria, ante tamaña crisis esta no tuvo más remedio que plantear su reclamo -modesto, sólo circunscripto a las retenciones- con el viejo argumento de que “son un robo”. Los Derechos de Exportación (DEX) son un instrumento de política económica, no un fin en sí mismo. Fue la derecha la que los transformó en un objetivo político per se, una especie de tótem en torno al cual lograron encolumnar a todo el universo anti K. Engañaron así a productores de diversos tamaños; a las clases medias urbanas siempre soñando con algo más de tierra que las de sus macetas; y a políticos propensos a decir lo que les dictan los grandes medios. Sumado a esto, a la traición de la Federación Agraria Argentina que se pasó de bando, convirtiéndose en vocera y fuerza de choque de los intereses que nació para combatir. El plan de los usureros Por eso es central precisar el objetivo económico o político que se busca con las retenciones. No da igual ni significa lo mismo cobrarle un 33% de retenciones a MSU SA (que trabaja más de 200.000 hectáreas) que al que siembra 50 -propias o arrendadas- o al rentista que cobra su alquiler en producto o valor soja. ¿Se imaginan la brutal transferencia de ingresos a los rentistas, que implica bajar las retenciones sin segmentar? De un plumazo les aumenta el 33% de lo que perciben por el alquiler de sus tierras. Un premio disparatado para el sector más parasitario de la sociedad. Mientras existan las retenciones, deben ser móviles y segmentadas: es la forma más justa y lógica de bajarlas y/o eliminarlas. Durante los ‘90, Menem-Cavallo-Solá las sacaron ¿Cuál fue el resultado? Desaparecieron 103.000 chacras mixtas, se hipotecaron 12.500.000 hectáreas solo en el Banco Nación, se pulverizaron 900.000 puestos de trabajo y 600 pueblos se transformaron en “pueblos fantasmas”. Pueden preguntarle al Movimiento de Mujeres en Lucha lo que significó ese desastre. Todo fue ejecutado con retenciones cero. Duhalde las reinstaló a pedido del FMI; Macri las sacó y las volvió a poner. Nadie hizo más por la permanencia de las retenciones que el endeudamiento externo. Es lo que siempre reclaman los usureros: retenciones para garantizar el pago de la deuda. Lloran pero callan Sólo Néstor Kirchner y CFK usaron las retenciones para redistribuir internamente la renta. Ejemplo: obra pública y AUH. Ese es un detalle no menor en el debate: deben ser coparticipadas teniendo en cuenta el origen de su producción, al igual que la renta petrolera. En marzo del 2009 por decisión política, CFK las coparticipó en un 30% a municipios y comunas, con el fin específico de que fueran aplicadas a obras de infraestructura. Esto lo derogó Macri ni bien asumió. He visto a más de un intendente radical llorar por esta decisión. Sin embargo no dijeron una palabra. Sin las retenciones, en la Argentina no quedaría un solo pequeño productor alquilando tierras. Esto es así aunque lo nieguen los comunicadores interesados, que repiten como una letanía “las retenciones son un robo”. No se les cae una idea ni por milagro. Si de golpe todos los grandes grupos de siembra (que no son unas 9.000 empresas) obtienen un 33% más de ingresos por hacer lo mismo que venían haciendo: ¿dónde se imaginan que va a ir semejante masa de dinero? Por las tierras que trabajan los más chicos (más concentración) o a la fuga. ¡Nunca a poner una fábrica para dar trabajo! Por eso atacan tanto la idea de segmentar. Cobrar a todos por igual es una de las políticas más retrógradas y reaccionarias.
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