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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 19/01/2025 03:12
Probablemente como consecuencia del acceso instantáneo a una cámara fotográfica, como permiten hoy los teléfonos celulares, desde hace algunos años en la industria automotriz se ha apelado a camuflar los nuevos modelos que están próximos a su lanzamiento pero todavía necesitan probarse en las calles, rutas y todo tipo de caminos para completar el desarrollo, sin que se sepa de qué vehículo se trata. Se los conoce también como autos mula. La idea es evitar fotos que anticipen los detalles de una actualización de diseño de un auto existente, pero también se aplica el mismo método para esconder la identidad de automóviles que quizás lleguen al mercado en dos o tres años. Es que dependiendo de la tecnología con la que estén equipados, algunos vehículos son toda una incógnita que pocos conocen, debido a lo cual todas las marcas los suelen llamar con un código de números y letras. Confundir el ojo humano Esos disfraces son ploteos que representan una trama de líneas cruzadas que confunden al ojo humano y cubren toda la carrocería, incluyendo buena parte de las ventanas y el vidrio trasero, además de los faros y la parrilla. Se suele dejar libre el parabrisas, las ventanillas delanteras y las ruedas. Aun así, al tratarse de un vinilo que cubre toda la superficie del vehículo, muchas veces se agregan suplementos o partes postizas entre la carrocería y esa cobertura con la sola finalidad de confundir más aun a quién observa porque cambian la silueta del vehículo. ¿Auto eléctrico? ¿Con caño de escape? Un caso muy particular se vio un par de años atrás, cuando se descubrió un auto que parecía ser un modelo compacto de Mazda, pero tenía signos de ser un Tesla. Por su tamaño, todo parecía indicar que podía ser el esperado modelo económico de la marca de Elon Musk, pero un detalle despistó a los curiosos: el auto tenía caño de escape, cosa que no existe en los autos eléctricos. Finalmente no se pudo saber de qué marca se trataba, quizás no era ni Mazda, ni Tesla y todo era una maniobra distractiva. Pero no siempre es una incógnita. Los camuflajes le permiten a las marcas reconocer que tienen un modelo nuevo en proceso de desarrollo, sin revelar sus características. Un caso emblemático fue el de Rolls-Royce, una de las marcas más lujosas y exclusivas del mundo, que presentó su primer modelo 100% eléctrico llamado Spectre en septiembre de 2021. El auto no tenía el mismo tipo de camuflajes que se suele ver en la actualidad, sino otro basado en palabras impresas con efectos de movimiento y desenfoque, entre las que se leían leyendas como “ Fully electric Rolls-Royce ” o “They are perfectly noiseless and clean” (son perfectamente silenciosos y limpios). En ese momento se anunció que antes de salir a la venta se le realizarían 2,5 millones de kilómetros de pruebas en distintas partes del mundo, incluyendo Sudáfrica, Suecia y la costa del mar Mediterráneo. La idea del fabricante era la de ofrecer la garantía de un auto probado tanto como si hubiera tenido 400 años de uso convencional, y para eso se eligió ese camuflaje que le permitiera esos ensayos generando expectativa sin revelar el diseño final que recién se hizo público un año después, aunque el auto comenzó a entregarse recién en octubre de 2023. Otro auto camuflado que se pudo identificar rápidamente, aunque no se vieran sus detalles de diseño, fue el del Ferrari Purosangue, el primer SUV de la marca de autos deportivos de Maranello. En este caso, la facilidad para saber que se trataba de ese modelo estuvo dada por el hecho de ser visto en las puertas de la fábrica italiana y porque su forma delataba que no era una coupé deportiva clásica de una Ferrari. Tres casos en la Argentina El año pasado, en Argentina hubo tres casos muy resonantes que llamaron la atención de ojos ansiosos y cámaras curiosas. Uno fue el del nuevo SUV de Stellantis, el Peugeot 2008, que se probó intensamente bajo esa condición estética. Otro fue el rediseño de la pick-up Volkswagen Amarok, mucho más fácil de interpretar porque sólo era una actualización de su forma con detalles que estaban tapados. El último, en cambio, no se supo nunca de qué se trataba. Era un Renault, pero como el Kardian ya había salido a la venta, quedó claro que era un modelo distinto. Intentando averiguar más datos, Infobae le preguntó a Pablo Sibilla, presidente de Renault Argentina por ese extraño vehículo, y su respuesta fue mucho más amplia, explicando el modo en que una fábrica usa los autos camuflados. No se consiguen “A veces se traen modelos que nunca se van a vender en el mercado local. Pero como los autos hay que testearlos y homologarlos a nivel internacional, y en Argentina tenemos condiciones de terreno bastante duro, y también tenemos frío y calor, por eso se traen a probar acá. Nos ha pasado que hubo algún modelo específico que trajimos para probar y la gente que lo vio inmediatamente pensó que se va a vender acá, y no es así. La gente de ingeniería nuestra los está probando por pedido de la casa matriz”, explicó el ejecutivo. Existen dos clases de autos que se camuflan para probar por calles y caminos de un determinado país: los que existen o existirán, y los que combinan partes de uno con partes de otro para ensayos determinados. “A veces se ve un auto que no existe, que tiene la plataforma y el motor del modelo nuevo, pero lleva montada arriba una carrocería de uno que ya se vende en el mercado para evitar que se filtre información. En Argentina, por ejemplo, hemos probado mucho tiempo antes que saliera el Duster nuevo con el motor turbo 1.3, pero de afuera se veía un Duster del modelo anterior. Eso sí, adentro estaba lleno de botones y cables por todas partes porque se estaban probando cosas del modelo nuevo que no se podían poner por dentro del tablero”, explicó Sibilla. Eso mismo ocurrió con el nuevo Renault Kardian, que se trajo en 2023 para probar en Argentina con su plataforma, motor y caja, pero tenía montada arriba una carrocería de Renault Sandero. El vehículo que se vio en los últimos meses del año pasado en las proximidades de la planta Santa Isabel, por sus dimensiones, pareciera tratarse de un vehículo mediano y no un compacto, pero no se sabe si es el nuevo C-SUV que fabricará en Brasil y se lanzará a ambos mercados este año o si es la plataforma monocasco que se usará para la pick-up compacta que por el momento se conoce como Renault Niágara Concept, y que se fabricará en Córdoba en 2026. “En los próximos meses van a ver autos muy raros que no necesariamente sea un modelo que se venderá en Argentina y Brasil”, se limitó a decir Sibilla.
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