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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 19/01/2025 02:34
Karina Milei en la puerta de la Casa Rosada (Luciano González) Crecientemente ocupada en su rol de presidenta de La Libertad Avanza, Karina Milei prepara varios movimientos en la Casa Rosada para los meses del verano desde su rol como Secretaria General de la Presidencia. Entre ellos, el desembarco en la sede del Gobierno de áreas y funcionarios que trabajan en otros edificios, algunos de ellos alquilados, para centralizar labores. “Vamos a hacer cosas divertidas”, dijeron en su entorno, en el inicio del año electoral. Las mudanzas, por ahora mantenidas en secreto, serán para centralizar labores de distintas áreas que estaban repartidas en varias oficinas externas del microcentro. Y en la volteada, la hermana del Presidente ordenó mudar fuera del Palacio la Vicejefatura de Gabinete, sobre cuyo titular pesa cierto malestar de parte de la cúpula presidencial. Karina Milei está desde el sábado en Washington, a donde viajó para acompañar a su hermano en la asunción de Donald Trump. Pero en su ausencia seguirán los preparativos para estos traslados, que empezaron a pergeñarse en los primeros días del año y se concretarían dentro de un mes y medio. Karina Milei quiere concentrar a todo el equipo de la Secretaria General y sectores afines en Balcarce 50, para terminar con el trabajo disgregado en otras oficinas, varias de las cuales están alquiladas. “Está todo muy desordenado, hay gente repartida en varios edificios. Estas mudanzas van a ser por reestructuración”, dijeron cerca de la secretaria general. Varios de los agentes que llegarán a la Casa de Gobierno le pertenecen a la Secretaría General, otros son parte del ala de Comunicación, que maneja el vocero con rango de ministro, Manuel Adorni, recién regresado de sus vacaciones; y del área de Innovación, que pertenece a la Jefatura de Gabinete. Muchos estaban en el edificio de la ex Shell, en av. Diagonal Norte y se relocalizarán en Casa Rosada. “Ahora todo va a empezar a ordenarse”, deslizó un funcionario que, como varios, colabora en la campaña. Por ahora, los miembros de las otras áreas que le responden a Karina, la Agencia Federal de Inversiones -que le extrajo a la Cancillería- y la secretaría Cultura -que removió de Capital Humano- seguirán en sus respectivas oficinas extra palaciegas. Por el arribo de esta cantidad, aún incierta, de funcionarios, deberá dejar de trabajar en su despacho del salón Martín Fierro, en el primer piso de la Casa Rosada, el vicejefe de Gabinete Ejecutivo, José Rolandi, alias “Cochi”. De manera inversa al resto de los mudados, desde fines de febrero el funcionario de la órbita de Guillermo Francos pasará a desempeñar sus tareas junto su equipo en un edificio anexo de la Jefatura de Gabinete sobre la avenida Diagonal Norte al 511, a cuadras de la Casa Rosada. Karina Milei se lo comunicó personalmente antes de que partiera de vacaciones, hace tres semanas, con el argumento de que necesitaba ese espacio para unificar el lugar de trabajo y ordenar mejor las labores. En el entorno de Rolandi aseguraron que la mudanza se debe a cuestiones prácticas, de logística. Pero otros actores sindican motivos distintos: distintas fuentes calificadas del Gobierno contaron que la mirada de Milei hacia el funcionario se resintió cuando le llegó la información de que, presuntamente, había filtrado a la prensa un tema que se había discutido en una reunión de Gabinete. Esto a pesar de que una de las órdenes principales e inamovibles del Presidente en la gestión es que no salga una palabra de esos encuentros, que se mantienen herméticos a riesgo de despido, al estilo intransigente de los hermanos. De hecho, fue por ese motivo que supuestamente echó al ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro. Rolandi, a la izquierda, en el centro la mano derecha de Karina, Lule Menem, y a la derecha, Francos Según contaron, la mudanza no fue una decisión de Francos, jefe de Rolandi, sino del Presidente y su hermana. Y agregaron que tuvo incidencia cierta desconfianza por su persistente vinculación, en el presente, con Nicolás Posse. Se hablaba de resquemores desde diciembre, cuando Rolandi no asistió al brindis de fin de año, a diferencia del resto de los funcionarios con rango de ministro excepto su par de la vicejefatura de Gabinete, Lisandro Catalán: algunos dijeron, en ese momento, que no los habían invitado adrede. En la vicejefatura de Gabinete Ejecutivo negaron tajantemente que la mudanza esté vinculada con algún tipo de recelo. Contaron que Rolandi tiene buena relación tanto con Karina como con Santiago Caputo; que trabaja cerca de su mano derecha en temas legales, la secretaria de Planeamiento Normativo, María Ibarzábal; y que se le indicó que formará parte del proceso de las sesiones extraordinarias. José Rolandi llegó al Gobierno con Nicolás Posse, el (ahora ex) amigo de Milei que fue eyectado seis meses después de asumir por el propio Presidente. Milei se había enojado de manera profunda e irreconciliable con él, entre sospechas del triángulo de hierro, especialmente de Santiago Caputo, de que ejercía tareas de espionaje (algo que Posse siempre negó). Junto a él se fue también el titular de la (entonces) Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Silvestre Sívori, pero Rolandi, a pesar de su cercanía con el funcionario echado, fue preservado. En el Gobierno lo consideran un buen cuadro técnico y político, y todos, sin falta, le atribuyen adjetivos como “calificado” y “eficiente”. Además, le reconocen la versatilidad de haber nadado en las oscuras aguas del Congreso durante la negociación de la ley Bases -fue uno de los funcionarios que visitaba con mayor frecuencia el palacio del Parlamento-, cuando entabló relaciones con los diputados de la oposición para aceitar los resultados. Había ascendido a vicejefe de Gabinete Ejecutivo durante la reingeniería del organigrama del gobierno nacional que planificaron Santiago Caputo, Karina Milei y Guillermo Francos tras la salida de Posse, en mayo del año pasado. En ese momento, Francos, ministro del Interior, pasó a ser jefe de Gabinete, pero no quiso dejar en otras manos la cartera política que había conducido desde el inicio de la administración, así que la ubicó bajo su nueva órbita -a cargo de Catalán, hombre de su extrema confianza, que hasta entonces había sido Secretario del Interior-. Y a Rolandi lo conservó a la par de Catalán. Ahora se desempeñará desde afuera.
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