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» El litoral Corrientes
Fecha: 18/01/2025 20:11
El primer año de Javier Milei en la presidencia ha sido un período de grandes transformaciones y tensiones, marcadas por un estilo de gobierno disruptivo que divide opiniones en todo el país, y Corrientes no es la excepción. Hizo mucho de lo que prometió, y aplicó una "motosierra" sin precedentes para achicar el gasto del Estado. Y frente a semejante ajuste, desmantelando áreas y sectores emblemáticos del modelo anterior, no ha pagado un costo político significativo por ello. Su base de apoyo, principalmente quienes tienen trabajo, sigue firme, mientras los detractores son, en su mayoría, quienes nunca lo votaron. El estilo de Milei divide: es confrontativo y a veces violento, pero también logra resultados culturales profundos. Hoy, con una aprobación que ronda el 54%, enfrenta el desafío de consolidar su partido más allá de su figura. Sin él en la boleta, ¿pueden sus candidatos locales ser competitivos? Hasta ahora no parece. Mientras tanto, sectores golpeados por el ajuste se encuentran en una encrucijada. Algunos aceptan el cambio y apuestan por buscar alternativas de trabajo genuino; otros, atrapados en el vínculo con un Estado que ya no responde como antes, ven un futuro incierto y desde mi perspectiva desalentador. Durante el 2024 El presidente ha ganado muchas batallas y ha perdido otras. Arranco el año por debajo de los 40 puntos de aprobación, se recuperó levemente… tuvo una caída a mediados de año cuando se trataron las leyes de jubilaciones y de financiamiento universitario, y a partir de ahí se recuperó sistemáticamente. Hoy este efecto rebote, lo sitúa con muchas probabilidades electorales de cara este año en lo que a lo nacional respecta. El argentino que tiene trabajo, lo votó para que haga lo que está haciendo. Bajar la inflación, frenar al dólar, y aplicar la motosierra para achicar los gastos del Estado. Y esto lo está haciendo (hasta ahora) de manera exitosa. El que no tiene trabajo, el que tiene grandes problemas de llegar a fin de mes, se tendrá que replantear algunas cosas para seguir adelante. Ya no puede ir a pedirle al Estado que le de todo gratis, aunque sabemos que nada es gratis. Muchos -lamentablemente-, no tienen herramientas para entender esto, y seguirán lamentándose. A esta franja de la sociedad argentina no le espera buen futuro en el corto plazo. Pero otros, ante este nuevo escenario nacional, repiensan el futuro. Aceptando, primero, que el sistema anterior lo tenía inmerso en un círculo vicioso de la pobreza, y habrá y le pondrá esfuerzo, y paciencia, para una reinserción en el sistema, demandando nuevamente por trabajo genuino. Este año nada será igual. Se va verificar para que esta este gobierno. Si es cierto que esta dispuesto a seguir con las transformaciones aun cuando algunas de estas, no le den redito electoral. También se definirá si este es solo un fenómeno individual, el de un personaje diferente, polémico, enérgico y verborrágico, o si podrá transferir parte de su liderazgo a figuras locales, que en muchos casos, solo parecen haber adquirido la franquicia de LLA pero sin demostrar nada aun. EL ANALISIS PROVINCIAL: El payé oficialista en Corrientes, al parecer sana. Curó, y poco tiene enfrente con posibilidades reales, aunque los fuegos artificiales y las supuestas fogatas incendiarias de algunos (hoy) opositores; tienen resonancia mediática en un minúsculo microclima político. El gobierno provincial mantiene niveles altos de aprobación. Si bien está lejos de los niveles del 2021 cuando fue reelecto con más del 77% de los votos, se mantiene en un 66% de aprobación de gestión, valores que muy pocos gobernadores alcanzan. Ni el desgaste natural de varios años de gestión, ni el mediático caso Loan, han debilitado las posibilidades del oficialismo correntino para continuar gobernando la provincia. Pero el dato significativo del escenario provincial es la falta de una oposición visible y creíble. Mas allá de intenciones y deseos aislados, no hay proyectos alternativos instalados que generen expectativas de cambio en la sociedad. Esto aumenta las probabilidades que el próximo candidato del oficialismo triunfe en las próximas elecciones provinciales, aunque lejos de mantener las diferencias del 2021. Y además, cuenta con varios posibles candidatos competitivos. El peronismo, sin liderazgo visible y sin figuras instaladas, será muy difícil que con el poco tiempo que queda, pueda presentar una propuesta competitiva en la categoría superior. Tiene buenos intendentes, que miden muy bien en sus municipios, pero estos desaparecen rápidamente del radar de la gente a pocos kilómetros de sus feudos. Por otro lado, está Ricardo Colombi, quien ya lideró, ya gobernó (y tres veces), se fue, volvió y quiere volver a volver; se muestra cegado por la ambición de poder. Puede ser legítimo ambicionar poder; pero hoy la sociedad demanda renovación y recambio generacional. En tanto, La Libertad Avanza mide como espacio, pero no sus posibles candidatos. Esa característica es el desafió de este espacio en las elecciones de este año, pues ya ha pasado en varias elecciones locales a lo largo del país: El liderazgo de Milei no se trasmite porque sea libertario. Si hoy hubiera elecciones en Corrientes, y se polarizará como siempre entre el Gobierno y el Peronismo, seguramente gana el gobierno con mucha holgura. Pero mucha resta por recorrer, y si hay característica innata del payé en la política correntina, es la volatilidad electoral. Ya dijimos que, si se polarizara entre oficialismo y peronismo, el gobierno provincial ganaría con holgura. Pero en un posible escenario más fragmentado, con 4 o 5 ofertas posibles, el oficialismo no correría peligro y saldría primero con una diferencia importante sobre el segundo que sería el PJ, y allá lejos, Colombi y LLA disputarían el tercer lugar. Conclusiones El cambio cultural supera lo económico. ¿Hasta dónde podrá extenderse el "efecto Milei" sin un aparato partidario sólido? La renovación es indispensable. ¿Puede Corrientes evitar el desgaste del oficialismo y generar liderazgos frescos que conecten con las nuevas generaciones? Según nuestras investigaciones, ahora el perfil del próximo gobernador importa. La sociedad correntina demanda renovación, cambio generacional y un líder cercano, con capacidad de escuchar y responder a las necesidades de la comunidad. ¿Están los partidos listos para ofrecer candidatos que reflejen estas expectativas? El escenario está en movimiento. Lo que ocurra en las urnas será más que una elección: será un examen de nuestra capacidad para adaptarnos a un tiempo de cambios vertiginosos. Si hoy fueran las elecciones para elegir el nuevo gobernador, ganaría claramente el oficialismo. El oficialismo tiene varios candidatos competitivos. Por ahora la oposición no. Pero en Argentina todo puede cambiar. La división de la alianza oficialista hoy, no pone en riesgo la continuidad. La división es clara: entre lo nuevo y lo viejo. Y la gente prefiere lo nuevo. El 2025 será un año de definiciones. Tanto a nivel nacional como provincial, la continuidad o el cambio dependerán de cómo se movilicen las bases y cuán audaces sean las nuevas generaciones políticas. Las urnas de 2025 serán más que una elección: serán un referéndum sobre qué futuro estamos dispuestos a construir. Intente reflejar en esta nota mi mirada de la actualidad política del país y de Corrientes, basándome no en mis opiniones personales, sino en resultados de estudios sistemáticos de opinión pública que sintetizan el sentir de la sociedad.
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