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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 15/01/2025 12:33
El Informe de Riesgos Globales 2025 identifica los principales desafíos que enfrentan los países en un mundo cada vez más fragmentado (Reuters) El Foro Económico Mundial presentó el Informe de Riesgos Globales 2025, una herramienta basada en la Encuesta de Percepción de Riesgos Globales (GRPS), que recoge las opiniones de más de 900 expertos de todo el mundo. Este documento ofrece una perspectiva detallada sobre los riesgos que impactan a corto, mediano y largo plazo, desde conflictos bélicos hasta tensiones económicas y desinformación según la mirada de algunas de las principales empresas del planeta. Panorama global: riesgos inmediatos y a largo plazo El informe señala que los conflictos armados entre Estados representan el mayor riesgo inmediato para 2025, según un 23% de los expertos consultados. Este riesgo surge en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas, incluidas las consecuencias de la guerra en Ucrania, las crisis en el Medio Oriente y los conflictos en Sudán. Estas situaciones han exacerbado la inestabilidad mundial, aumentando la preocupación por un posible escalamiento en los próximos años. A nivel global, la desinformación y la proliferación de noticias falsas se posicionaron como el principal riesgo a corto plazo. Según el informe, este fenómeno contribuye a erosionar la confianza pública, dificultar la cooperación internacional y agravar divisiones sociales y políticas. Las tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial generativa, amplificaron este problema al facilitar la creación de contenido engañoso a gran escala. En el horizonte de una década, los riesgos ambientales dominan el análisis. Eventos climáticos extremos, como huracanes, inundaciones y olas de calor, encabezaron la lista de preocupaciones a largo plazo. A esto se sumaron la pérdida de biodiversidad y el colapso de los ecosistemas, lo que refleja un deterioro continuo en las condiciones ambientales globales. Riesgos económicos y sociales en Argentina En el caso de Argentina, los desafíos económicos ocupan un lugar central en el informe. Los cinco principales riesgos identificados fueron: Recesión o estancamiento económico Pobreza e inequidad en la distribución de la riqueza e ingresos Inflación Deuda pública Desempleo o falta de oportunidades económicas Estos riesgos están interconectados y reflejan la compleja dinámica económica del país. La inflación, que ha mantenido niveles elevados durante los últimos años, impacta directamente en el poder adquisitivo de la población y exacerba la pobreza. A su vez, el estancamiento económico dificulta la creación de empleos y genera mayores desafíos para gestionar la creciente deuda pública. La falta de oportunidades laborales también representa un riesgo significativo, con implicaciones directas en la cohesión social y la estabilidad política. Según los expertos, la desigualdad sigue siendo el eje central que conecta estos riesgos, intensificando las tensiones sociales y dificultando el progreso económico. En Argentina, la inflación y la desigualdad económica lideran los riesgos que podrían agravar la inestabilidad social (Reuters) Fragmentación global y retos geopolíticos El informe destaca que la fragmentación política y económica a nivel mundial ha limitado la capacidad de los países para abordar crisis compartidas. Un 64% de los encuestados anticipó que el orden global se mantendrá multipolar o fragmentado en la próxima década, con potencias regionales como China, India y los países del Golfo ganando protagonismo. Esta falta de coordinación global también complicó la respuesta a desafíos urgentes como el cambio climático y los conflictos armados. Por ejemplo, la creciente polarización entre grandes potencias y el avance del proteccionismo amenazaron la estabilidad de las cadenas de suministro y aumentaron los costos económicos para las naciones en desarrollo. El riesgo de desinformación y su papel en la manipulación de procesos democráticos sigue siendo un problema crítico, afectando tanto a países desarrollados como emergentes. Este fenómeno no solo mina la confianza en las instituciones, sino que también agrava conflictos internos y externos. Enfoque ambiental: desafíos y perspectivas En el ámbito ambiental, el informe subrayó la creciente frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos, que se posicionaron como el riesgo más significativo a largo plazo. La contaminación del aire, agua y suelo, aunque menos prominente en los análisis globales, figura entre los riesgos más urgentes por sus efectos adversos en la salud pública y los ecosistemas. El calentamiento global, que alcanzó un nuevo umbral crítico en 2024, amplificó estas preocupaciones. Las crisis climáticas se vincularon directamente con la pérdida de biodiversidad y el agotamiento de recursos naturales, lo que generó impactos en la producción agrícola, el acceso al agua potable y la estabilidad económica. En este contexto, se destacó la importancia de adoptar medidas inmediatas para mitigar los efectos del cambio climático. Esto incluye políticas de transición energética, inversiones en tecnologías sostenibles y estrategias para fortalecer la resiliencia de las comunidades más vulnerables. Riesgos tecnológicos en evolución A pesar de los avances recientes en tecnologías como la inteligencia artificial y la biotecnología, el informe advirtió sobre los riesgos asociados a su uso inadecuado. Entre los principales desafíos identificados se encuentra la posibilidad de malas prácticas en la edición genética y el terrorismo biológico, que podrían tener impactos devastadores en la salud global. La ciberguerra y el ciberespionaje también figuran entre los riesgos más relevantes, con un aumento en la frecuencia y sofisticación de los ataques. Estos riesgos, junto con los efectos adversos de la inteligencia artificial, contribuyeron a la creciente polarización social y al debilitamiento de los sistemas democráticos. Una década clave para la cooperación global El informe concluyó que la próxima década será crucial para abordar los desafíos interconectados que enfrentan las naciones. A pesar de la creciente fragmentación global, el documento subrayó la importancia de fomentar el diálogo internacional y construir mecanismos de cooperación más sólidos. Aunque los riesgos tecnológicos, ambientales y sociales presentaron un panorama sombrío, los expertos señalaron que existen oportunidades para mitigar sus efectos mediante la colaboración estratégica y la inversión en soluciones innovadoras.
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