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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 15/01/2025 10:50
Los gatos cuentan con un lenguaje secreto a través de sus expresiones faciales, un sistema de comunicación sutil que ha sido descifrado recientemente gracias a avances en inteligencia artificial, permitiendo analizar sus interacciones sociales de manera precisa y detallada En el reino de los gatos, donde cada movimiento parece calculado y cada mirada guarda un misterio, las expresiones faciales son como un lenguaje secreto, tan sutil que podría pasar desapercibido para cualquiera que no preste atención. Al igual que un músico que responde al ritmo de otro, los gatos son capaces de reflejar las expresiones de sus compañeros en tiempo real, un comportamiento que los conecta de maneras antes inimaginables. Este fenómeno, conocido como mimetismo facial rápido, es una especie de espejo emocional que no solo fomenta la armonía social, sino que también podría ser un atisbo de empatía felina. Ahora, con la ayuda de inteligencia artificial, los científicos han descifrado los gestos secretos que los gatos intercambian en sus interacciones diarias, arrojando luz sobre un universo social lleno de complejidad, conexiones y sorpresa. Aunque los felinos suelen ser vistos como criaturas independientes y solitarias, investigaciones recientes están desafiando esta percepción al revelar la riqueza de su comunicación no verbal. Ahora, gracias a los avances en inteligencia artificial (IA), los científicos han podido desentrañar cómo los gatos imitan sutilmente las expresiones faciales de sus compañeros en contextos sociales, un comportamiento conocido como mimetismo facial rápido (RFM, por sus siglas en inglés). Un equipo liderado por Brittany Florkiewicz, psicóloga evolutiva del Lyon College, y Anna Zamansky, científica informática de la Universidad de Haifa, ha desarrollado un programa de IA capaz de analizar las expresiones faciales de los gatos con un nivel de precisión que supera las capacidades humanas. Un nuevo estudio revela que los gatos son capaces de expresiones faciales de otros en tiempo real, un fenómeno conocido como mimetismo facial rápido, que podría estar relacionado con la construcción de vínculos emocionales y sociales positivos (Imagen Ilustrativa Infobae) Este sistema utiliza 48 puntos de referencia colocados estratégicamente en el rostro de los gatos para identificar 26 movimientos faciales únicos. Combinados, estos movimientos generan cientos de expresiones que los felinos emplean para comunicarse entre ellos. Para llevar a cabo su investigación, el equipo filmó durante horas a gatos interactuando en un café de Los Ángeles. Las imágenes recopiladas fueron procesadas con un método denominado CatFACS, que clasifica manualmente las expresiones faciales, mientras que el programa de IA automatizaba este análisis y agregaba una dimensión temporal para detectar patrones en tiempo real. Los resultados fueron sorprendentes: en alrededor del 22% de las interacciones estudiadas, los gatos reflejaron las expresiones faciales de sus compañeros. Este mimetismo, aunque sutil —como un leve aplanamiento de las orejas o una ligera elevación del labio superior—, estuvo asociado con comportamientos amistosos en el 60% de los casos. Gracias a la inteligencia artificial, los científicos lograron identificar 48 puntos clave en los rostros de los gatos que permiten mapear 26 movimientos faciales únicos, mostrando que los felinos tienen un sistema de comunicación más complejo de lo que se creía - (Imagen Ilustrativa Infobae) El hallazgo tiene implicaciones significativas para la comprensión del comportamiento social de los gatos. El RFM no solo es una herramienta para medir la sincronización emocional entre individuos, sino que también podría ser un precursor evolutivo de la empatía, un concepto generalmente reservado para animales considerados más sociales, como los perros o los primates. Según Florkiewicz, esta mímica facial actúa como un indicador en tiempo real del estado emocional de los gatos durante actividades como el juego: “La mímica facial les dice: ‘¿Mi compañero de juegos todavía se divierte? ¿Seguimos construyendo un vínculo social positivo?’”. El uso de inteligencia artificial ha sido crucial para este avance. Como explica Zamansky, las expresiones reflejadas entre los gatos son tan rápidas y discretas que resultan indetectables incluso para los especialistas más experimentados. La tecnología no solo ha permitido identificar estos movimientos, sino que también abre la puerta a aplicaciones prácticas. Por ejemplo, los dueños de gatos podrían usar herramientas basadas en IA para evaluar si dos gatos son compatibles antes de convivir juntos o para anticipar posibles conflictos en su interacción diaria. Investigadores descubrieron que, en el 22% de las interacciones entre gatos, estos imitaron las expresiones faciales de sus compañeros, asociando este comportamiento con actividades amistosas como el juego o el acicalamiento mutuo (Imagen Ilustrativa Infobae) El estudio también señala que ciertos movimientos faciales son más propensos a ser imitados en contextos sociales positivos. Las orejas, por ejemplo, desempeñan un papel importante: movimientos como el aplanamiento leve o la inclinación hacia adelante se asociaron frecuentemente con el RFM, reforzando la idea de que las expresiones faciales son fundamentales en la comunicación intraespecífica de los gatos. Estas observaciones no solo amplían nuestro conocimiento sobre los gatos, sino que también ofrecen herramientas prácticas para mejorar su bienestar. La posibilidad de monitorear sus interacciones en tiempo real podría ayudar a prevenir conflictos o incluso identificar señales de estrés antes de que se manifiesten de manera más evidente. Esto es especialmente relevante en entornos donde conviven múltiples gatos, como refugios o casas con varios felinos. ¿Cuántas expresiones faciales pueden hacer los gatos? El mimetismo facial rápido en los gatos actúa como un indicador de sincronización emocional, permitiendo evaluar si las interacciones entre ellos se mantienen en un tono positivo, fomentando la convivencia pacífica (Imagen Ilustrativa Infobae) En un estudio publicado en Behavioral Processes, los investigadores identificaron 276 expresiones faciales diferentes en los gatos, utilizadas para comunicar desde intenciones amistosas hasta hostiles y mucho más. Además, el equipo sugirió que esta amplia gama de gestos podría haber evolucionado durante los 10.000 años de convivencia entre humanos y felinos, dejando entrever que nuestros compañeros de cuatro patas desarrollaron estas expresiones como parte de su relación cercana con nosotros. “Mucha gente sigue creyendo, erróneamente, que los gatos son una especie en gran medida no social”, explicó Daniel Mills, especialista en comportamiento veterinario de la Universidad de Lincoln, quien no participó en el estudio. Sin embargo, las expresiones faciales descritas en esta investigación cuentan otra historia. ¿Gatos que juegan como perros? Es bien sabido que lanzar una pelota para que un perro la recupere es uno de los juegos favoritos entre los caninos y sus dueños. Sin embargo, esta actividad no es exclusiva de los perros, ya que cerca del 40% de los gatos también disfrutan de esta práctica, según un estudio realizado por un grupo de investigadores estadounidenses. De acuerdo con la investigación reciente en la revista científica Plos One, cuatro de cada diez gatos domésticos participan en este juego con sus dueños. Aunque los especialistas sugieren que este comportamiento podría estar relacionado con los instintos naturales de ambas especies, no tienen certeza sobre cómo evolucionó hasta convertirse en una actividad lúdica. En un estudio realizado en un café de gatos en Los Ángeles, los científicos recopilaron horas de video para entrenar un programa de inteligencia artificial que permitió analizar patrones sociales a partir de expresiones faciales felinas (Imagen Ilustrativa Infobae) Para llegar a estas conclusiones, el equipo, liderado por Mikel Delgado de la Universidad de Purdue, analizó millares de encuestas realizadas en línea entre 2015 y 2023 a dueños de gatos y perros. Las respuestas revelaron que el 41% de los encuestados afirmó que sus gatos jugaban “a veces, con frecuencia o siempre” a recuperar juguetes u objetos que se les lanzaban, un dato significativamente mayor a lo registrado en estudios previos. Los investigadores también encontraron que este comportamiento es más común en gatos activos, juguetes y que viven mayormente en interiores. Aunque no es exclusivo de una raza específica, los gatos birmanos, siameses y tonquineses mostraron una mayor predilección por este tipo de juegos. Según los especialistas, estas razas, criadas en el Lejano Oriente durante los inicios de la domesticación felina, presentan diferencias genéticas que podrían explicar esta tendencia. El estudio también comparó este comportamiento en perros. Tras encuestar a 74.000 dueños de caninos, se descubrió que el 78% de las mascotas jugaba “a veces, con frecuencia o siempre” a buscar objetos como pelotas o palos. Las razas con mayor inclinación hacia esta actividad incluyen labradores, golden retrievers, border collies y cocker spaniels ingleses, todas ellas desarrolladas históricamente para pastoreo o caza. Los investigadores esperan que este estudio motivo nuevas investigaciones que exploren cómo las expresiones faciales de los gatos se relacionan con su juego, su instinto de caza y las interacciones sociales que mantienen con otras especies (Imagen Ilustrativa Infobae) Los investigadores destacaron que, a pesar de las diferencias entre perros y gatos en cuanto a comportamiento y domesticación, resulta sorprendente que ambas especies compartan esta actividad. “Es fascinante que tanto gatos como perros muestren un comportamiento tan interesante como el de ‘ir a buscar algo’”, comentó en el comunicado.
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