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  • Colombia: la deforestación no cesa en el Chiribiquete - PLAZA DE MAYO

    CABA » Plazademayo

    Fecha: 15/01/2025 10:01

    Colombia fue sede de la pasada cumbre de la biodiversidad, COP16. No obstante, y a pesar de los esfuerzos para reducir la deforestación, esta sigue siendo una asignatura pendiente en su mayor joya natural. A la espera de los datos totales del 2024, Colombia registró en 2023 la cifra de deforestación más baja de los últimos 23 años, con una pérdida de 79.256 hectáreas de bosques, reduciéndose en un 36 %, respecto de las 123.517 hectáreas taladas y quemadas en 2022. A pesar de este retroceso, la deforestación se ceba en el Parque Nacional Natural Serranía de Chibiriquete, Patrimonio Natural y Cultural de la UNESCO, que año tras año pierde terreno. Solo desde enero hasta mayo de 2024 se perdieron 1.472 hectáreas. DW entrevistó a expertos en la materia. «A pesar de que la deforestación en el Parque bajó entre los años 2021 (2.207 ha), 2022 (1272 ha) y 2023 (730 ha), los datos de alertas tempranas en 2024 indican que la deforestación ha aumentado durante el primer semestre”, puntualiza Óscar Mauricio Jaimes, de la Dirección Territorial Amazonía, de Parques Nacionales de Colombia (PNN), del Gobierno Colombiano, por correo electrónico en respuesta a DW. Para Esperanza Leal Gómez, Directora de la Oficina regional Colombia de la Sociedad Zoológica de Frankfurt (FZS, por sus siglas en inglés) la firma del Acuerdo de Paz en 2016 con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), «transformó las dinámicas territoriales debido a la atomización de grupos ilegales”. Esta situación «ha generado un escenario para el acaparamiento de tierras”, dice. Con esa apreciación concuerda Enrique Ortiz, director sénior de Programas de Andes Amazon Fund, que apoyó con recursos financieros la ampliación del Chiribiquete desde 2017, y que desde 2022 respalda a Parques Nacionales y Naturales a través de Patrimonio Natural, en su implementación en esa y otras áreas del país. «Gran parte de la región amazónica está bajo control de las llamadas disidencias, otrora guerrillas, hoy mafias organizadas”, critica. «En este escenario se han exacerbado el crecimiento de haciendas ganaderas, los cultivos ilegales y la construcción de nuevas vías ilegales”, explica, por su parte, Leal Gómez apuntando que la organización que dirige ha detectado una de ellas que cruza el resguardo indígena Llanos del Yarí, Yaguara II. «Esta vía ha generado la deforestación de al menos 3.000 hectáreas”, lamenta, alertando de que «como esta, hay muchas más”. «El que se deforeste o no es una decisión de las disidencias, y no del gobierno colombiano en esa región”, aclara Ortiz. «Lamentablemente, las áreas protegidas amazónicas de Colombia están desprovistas de personal”, agrega. Esperanza Leal Gómez subraya que «en la mitad del territorio colombiano hay problemas de seguridad que impiden a los funcionarios a entrar al campo”. Chiribiquete, patrimonio natural y cultural de la UNESCO. Graves repercusiones de la deforestación Todo ello tiene consecuencias, tanto para la fauna y flora, así como para los pueblos originarios que habitan en este territorio. «La deforestación pone en riesgo la conectividad ecológica entre los ecosistemas estratégicos que se conservan en el Chiribiquete. La expansión de la deforestación puede poner en riesgo de contacto a los Pueblos Indígenas en Aislamiento, que habitan el territorio salvaguardado por el Parque”, señala Óscar Mauricio Jaimes. «Cada hectárea que se pierde los bosques tropicales es una grave pérdida de biodiversidad y carbono, y aumenta el riesgo de que la Amazonía llegue a un punto de no retorno”, advierte Christof Schenck, director de la FZS en Alemania. Para evitarlo, el Parque Nacional de Chiribiquete cuenta con apoyo. «Hemos logrado la gestión, en alianza con la FZS, ante el Fondo Legacy Landscapes, de un mecanismo de financiación permanente que contribuirá efectivamente a la conservación del Patrimonio Natural y Cultural, al bienestar de los habitantes del paisaje, y a proveer adaptación y mitigación al cambio climático”, recalca Jaimes, de la Dirección Territorial Amazonía, del Gobierno de Colombia. Para ello se destinarán un millón de dólares anuales durante al menos 30 años para apoyar los gastos de la implementación del plan de gestión del Chiribiquete, con el que se llevará a cabo la generación de conocimiento sobre el patrimonio arqueológico del Parque, así como sobre la biodiversidad, el cambio climático y las amenazas para la toma de decisiones. «Legacy Landscape aportará cerca del 25 % del total requerido para el plan de manejo del Parque”, aclara Leal Gómez. Igualmente, se realizarán acciones de prevención, vigilancia para las amenazas, así como la «coordinación y concertación con autoridades indígenas para el fortalecimiento de la gobernanza de sus territorios que aporten a la conservación del Parque y la protección de los pueblos indígenas en aislamiento”, añade Óscar Mauricio Jaimes. Finalmente, durante los primeros cinco años se restaurarán, de manera ecológica, 500 hectáreas en zonas de recuperación del parque y en predio de familias campesinas que viven en las poblaciones colindantes. «El fondo busca impulsar estrategias que mitiguen la deforestación en el largo plazo. Sin embargo, controlar las dinámicas ilegales es un trabajo del Estado”, señala la directora de la Oficina Regional Colombia de la FZS. «El tema no es un asunto de fondos, sino de decisión política”, afirma Enrique Ortiz, director sénior del Programa del Fondo Andes Amazonía. «El gobierno colombiano no tiene control del área”, lamenta, sin dejar de elogiar al mismo tiempo dicha iniciativa. Más ayudas para el Parque Nacional de Chiribiquete Además de este fondo, el Parque también cuenta con el apoyo del Fondo para la Vida del Ministerio de Ambiente colombiano, a través del proyecto ‘Amazonía Biocultural’. «Este proyecto tiene como meta restaurar 23.826 hectáreas en el bioma amazónico, a través de acuerdos de conservación con comunidades campesinas y acuerdos de manejo en los territorios indígenas que están traspalados con los Parques Nacionales”, detalla Jaimes a DW. En el caso de la Serranía del Chiribiquete, «se contemplan acuerdos de conservación y acciones de restauración en los departamentos del Guaviare y Caquetá, tanto en el interior del área protegida como en las zonas de colindancia”, asegura. Para Esperanza Leal Gómez, la restauración de ecosistemas requiere la colaboración de diversos actores, como entidades, institutos de investigación y comunidades, por lo que considera esencial la existencia de garantías para fortalecer la gobernanza, que deberá mantenerse de manera continua en el territorio. Por ello, «la importancia de esta inversión debe pasar por las mesas de negociación con los grupos armados, permitir la inversión social y la redistribución de los beneficios”, opina la directiva colombiana. Por su parte, Ortiz considera que, aunque la restauración de ecosistemas es necesaria en algunos puntos estratégicos, «la prioridad debe ser proteger el bosque en pie existente”. Fuente: DW

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