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» Diario Cordoba
Fecha: 15/01/2025 06:34
El alto el fuego en la Franja de Gaza es cuestión de días o, incluso, horas. Así lo han expresado las partes involucradas, Israel y Hamás, y los mediadores, Egipto, Qatar y Estados Unidos, a lo largo de este martes. El portavoz del ministro de Exteriores de Qatar, Majed al Ansari, ha afirmado que las mayores diferencias "se han superado" y que podría llegarse a una entente "muy pronto". Mientras, los actores enfrentados se van pasando la pelota acusándose mutuamente de no haber entregado toda la información necesaria para llegar a un pacto. A primera hora del martes, la sociedad israelí se ha tirado a las calles para protestar en contra del pacto, ya que, en su primera fase, sólo incluiría la liberación de una treintena de cautivos del casi centenar que quedan en el enclave palestino. Pero, después de la reunión de las familias de los rehenes con el primer ministro Binyamín Netanyahu, miles de personas se han movilizado en favor del acuerdo. "Puedo confirmar que las conversaciones se están llevando a cabo al más alto nivel aquí en Doha", ha anunciado esperanzado al Ansari en una conferencia de prensa. A su vez, ha asegurado el acuerdo está en el punto más cercano que ha estado en los últimos meses, añadiendo que muchos de los obstáculos en las negociaciones han sido superados. Las reuniones de este martes en Doha han tenido "como objetivo finalizar los detalles restantes del acuerdo" con los jefes de las agencias de inteligencia de Israel, los enviados para Oriente Próximo de las administraciones entrante y saliente de Estados Unidos y el primer ministro de Qatar presentes, según ha afirmado una fuente anónima a AFP. A su vez, los mediadores se han reunido por separado con responsables de Hamás. Optimismo y escepticismo En la Franja de Gaza, la población palestina aguanta la respiración con una mezcla de optimismo y escepticismo. "Creemos que estamos en una etapa desarrollada, en una etapa final, pero obviamente hasta que no haya un anuncio, no habrá ningún anuncio; por lo tanto, no deberíamos estar demasiado entusiasmados con lo que está sucediendo ahora, pero ciertamente tenemos esperanzas", ha dicho al Ansari. "Creemos que hemos hecho todos los compromisos necesarios para llegar a un acuerdo; está en manos de Hamás y ellos deben tomar esta decisión", ha asegurado un funcionario israelí a la CNN. El grupo palestino ha confirmado a Reuters que no ha entregado su respuesta final a los mediadores porque Israel no ha presentado mapas de la retirada de sus fuerzas de Gaza. Netanyahu se ha reunido con las familias de los rehenes este martes y les ha asegurado que está dispuesto a aceptar un alto el fuego prolongado en Gaza a cambio de su regreso. Esa ha sido la principal demanda de centenares de personas que se han manifestado durante la mañana del martes bloqueando carreteras en Jerusalén para mostrar su oposición al acuerdo, que, en su primera fase, sólo incluiría la liberación de alrededor de 30 cautivos de los 98 que hay. Durante las últimas semanas, el primer ministro no se ha mostrado muy partidario de ir más allá de esta primera etapa que liberaría a la totalidad de los secuestrados. Pero este martes Netanyahu ha dicho a sus parientes que el acuerdo es cuestión de días u horas, y que una vez que Hamás responda, el proceso puede comenzar de inmediato. Juegos políticos No es la primera vez que las esperanzas de poner fin a la brutal ofensiva militar israelí en el enclave palestino tras más de 15 meses de violencia se ven frustradas. Precisamente, en medio de este panorama de urgencia y posibles acuerdos, han empezado a airear los trapos sucios en el seno del Gobierno israelí. El ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, ha desatado la indignación social y política al confesarse culpable de no haber llegado a un pacto hasta ahora. "El año pasado, usando nuestro poder político, logramos evitar que este acuerdo siguiera adelante, una y otra vez", ha escrito en X. Sus declaraciones contradicen al argumento usado por Netanyahu que alegaba no haber alcanzado un acuerdo por culpa de Hamás. Ahora, Ben Gvir lamenta que, con la entrada del partido Nueva Esperanza de Gideon Sa’ar a la coalición, no cuenta con el poder para detener la posibilidad de llegar a un acuerdo de alto el fuego. Por eso, ha pedido en un vídeo a su socio ultraderechista, el actual ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, que se una a él. "Propongo que vayamos juntos a ver al primer ministro y le informemos de que si aprueba el acuerdo, dimitiremos del gobierno", ha instado a Smotrich, quien también es muy crítico del pacto. Este mismo lunes lo tildó de "rendición" y "catástrofe para la seguridad de Israel". Netanyahu tiene previsto reunirse con ambos líderes radicales en las próximas horas. Sus declaraciones han desatado la furia de los partidos de la oposición y los familiares de los rehenes. "Está admitiendo abiertamente que frenó un acuerdo con sus propias manos para obtener beneficios políticos", ha denunciado Gil Dickmann, familiar de Carmel Gat, que murió en cautiverio y cuyo cuerpo fue recuperado en septiembre junto a otros cinco. Aquel evento desató protestas masivas en todo el país y una huelga general contra Netanyahu. "Si no fuera por Ben Gvir, Carmel estaría viva hoy", ha lamentado. Durante la maratoniana jornada de este martes, el primer ministro también se ha reunido con Smotrich para convencerle de las ventajas del pacto. Manifestaciones en Israel Este martes las protestas han vuelto a extenderse por Israel. Más allá de las 2.000 personas que han salido a la calle exigiendo la aprobación del acuerdo, una madre cuyo hijo soldado murió en la Franja de Gaza ha liderado otra manifestación por las calles de la ciudad santa. Centenares de personas han acompañado a Laly Deri a la Knesset, el Parlamento israelí, para protestar contra el proyecto de ley de exención presentado este martes en el Comité de Asuntos Exteriores y Defensa de la Knesset. Esta legislación requerirá siete años antes de que el 50% de los hombres ultraortodoxos sean reclutados en el ejército. Tan solo el día antes, el lunes, el Ejército israelí anunció la muerte de cinco de sus soldados en una explosión en el norte de Gaza. Todos ellos tenían entre 19 y 23 años. Otra decena resultaron heridos. Ya son 407 jóvenes reclutas que han perdido la vida en este conflicto. La exención militar de los ultraortodoxos, protegidos por la presencia de sus partidos políticos en el Gobierno de Netanyahu, provoca la ira de gran parte de la sociedad israelí, resignada a asumir la carga de perder a sus seres queridos por la seguridad nacional a la vez que observan cómo uno de los grupos más demográficamente significativos del país sigue exento de sacrificar a sus hijos. Mientras el pueblo israelí protesta por los suyos y las conversaciones se intensifican en Doha, la trágica realidad de los últimos 15 meses no permite a los gazatíes entregarse al optimismo. Sólo desde esta madrugada al menos 24 personas han muerto en todo el enclave palestino como resultado de los constantes ataques israelíes. En las últimas 24 horas, han sido 61 las fallecidas. En el norte de Gaza, el asedio israelí ya ha superado el centenar de días con sus largas noches. El balance temporal de víctimas mortales se sitúa por encima de los 5.000. Al menos 46.645 palestinos han muerto en la Franja de Gaza a causa de la violencia israelí desde el 7 de octubre de 2023. Unos 109.731 resultaron heridos.
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