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» Elterritorio
Fecha: 14/01/2025 21:54
Tras recorrer gran parte de Argentina, una pareja ciclista oriundos de Buenos Aires hace escala en la Tierra Colorada, donde la aventura toma un significado especial, ya que el padre de Agustina Cantero vive en Misiones y también es un apasionado de la bicicleta. "Es lindo parar un poco, reconectar con los nuestros y después seguir”, comparte la aventurera sobre ruedas martes 14 de enero de 2025 | 14:36hs. “El destino quizás no es fijo y creo que parte del placer está en el viaje”, reflexiona Julieta Cantero, quien junto a su pareja Maxi Ferrisi lleva más de un año recorriendo el país en bicicleta. Este fin de semana, su travesía los trajo a la provincia de Misiones, donde Julieta conecta con sus raíces: su padre es oriundo de esta Tierra Colorada que tanto esperaba visitar. El viaje comenzó en enero del año pasado en Buenos Aires. Desde allí partieron hacia Córdoba, donde inició un recorrido que los llevó a conocer San Luis, Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca, Jujuy, Salta y finalmente La Quiaca. Después, emprendieron el regreso hacia el noreste argentino pasando por Formosa, Chaco y Corrientes antes de llegar a Misiones. “Cada lugar tiene su esencia. En la bicicleta sentís todo: los sonidos, los paisajes, hasta tu propia respiración”, relata Julieta con emoción, describiendo la conexión única que se crea al recorrer kilómetros sobre dos ruedas. Un sueño nacido en familia La pasión por la bicicleta está profundamente arraigada en ambos. “Maxi creció viendo a su abuelo correr carreras, y mi papá también es fanático de la bici. Todo surgió como un sueño familiar”, cuenta Julieta. Luego de un primer viaje a Mar del Plata, decidieron lanzarse a una aventura más grande: recorrer Argentina en bicicleta. Organizaron el viaje durante un año, ahorrando y planificando cada detalle. Sin embargo, el espíritu de improvisación siempre es una constante. “No tenemos un destino fijo, queremos seguir y ver dónde nos lleva el camino. Ahora pensamos en recorrer Misiones y luego subir a Brasil”, explica Julieta. El lado humano del viaje La travesía no ha sido solo una experiencia geográfica, sino también humana. “La gente que hemos conocido es increíblemente solidaria. Nos han invitado a sus casas, nos ayudaron en la ruta. Es algo que no solemos ver en Buenos Aires”, reflexiona. Para financiar su aventura, ambos se adaptaron a diferentes trabajos. Como gastronómicos, encontraron oportunidades temporales en panaderías y restaurantes, pero también aprendieron a generar ingresos con actividades como la elaboración de pulseras. Una conexión más allá del viaje En Misiones, Julieta y Maxi disfrutan de un merecido descanso. La familia de Julieta les abrió las puertas, y ellos aprovechan este tiempo para recargar energías antes de seguir pedaleando hacia nuevos horizontes. “Es lindo parar un poco, reconectar con los nuestros y después seguir. La bici te da la libertad de elegir el próximo destino”, concluye. Para quienes deseen seguir sus aventuras, comparten su día a día en Instagram bajo el nombre @pareja_sobreruedas, donde muestran los paisajes, anécdotas y vivencias de este viaje único. Inspiradora y conmovedora, su historia nos recuerda que, en la vida, a veces lo más importante no es llegar, sino disfrutar el camino.
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