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Crespo » Paralelo 32
Fecha: 13/01/2025 20:18
Las vacaciones, ese período esperado para descansar y compartir en familia, pueden convertirse en un desafío cuando la tecnología se roba el protagonismo. En un mundo donde las pantallas están omnipresentes, muchos padres se preguntan si están criando hijos adictos a ellas y cómo evitar que estas herramientas se conviertan en un problema. Una inquietud creciente La tecnología ha sido una aliada en múltiples aspectos: facilitó la educación durante la pandemia, acercó a las personas y ofreció entretenimiento. Sin embargo, cuando el tiempo frente a las pantallas supera los límites saludables, surgen preocupaciones. Entre las consultas recurrentes, los padres describen síntomas preocupantes en sus hijos: Falta de interés en actividades no tecnológicas , como jugar con amigos. , como jugar con amigos. Problemas de atención en la escuela. en la escuela. Dificultades en la expresión oral y escrita , producto de un escaso ejercicio del lenguaje. , producto de un escaso ejercicio del lenguaje. Torpeza motora y dificultades de integración social . y . Pérdida de creatividad y trastornos visuales . y . Distanciamiento familiar. Estos signos no solo afectan a los niños, sino que también generan un clima de tensión en el hogar. ¿La tecnología es el problema o los adultos? El uso excesivo de pantallas tiene raíces profundas. ¿Es la tecnología la culpable o la falta de acompañamiento por parte de los adultos? En muchos casos, los padres evitan decir "basta" por temor al enojo de sus hijos. Este temor lleva a un desorden en el rol adulto, donde los niños parecen tener el control. A menudo, el “apagón tecnológico” desata crisis: dispositivos dañados, insultos o llantos desconsolados. ¿Por qué? La incapacidad de manejar la frustración y las emociones es una de las causas principales. Pero, ¿cómo enfrentarlo? La importancia de poner límites Decir "no" a tiempo no es represivo, es formativo. Establecer límites claros y sostenidos enseña a los niños a manejar el tiempo, valorar otras actividades y desarrollar habilidades que las pantallas no promueven. El miedo al aburrimiento Muchos padres temen que, sin tecnología, los niños se aburran. Sin embargo, el aburrimiento no es un enemigo; es el germen de la creatividad. Permitir que los niños experimenten momentos de ocio les ayuda a desarrollar la imaginación y descubrir nuevas formas de entretenimiento. Una reflexión necesaria Este artículo no pretende dar respuestas definitivas, sino invitar a reflexionar. Cada familia tiene su dinámica y decisiones, pero lo cierto es que los síntomas están y el exceso de pantallas puede perjudicar el desarrollo de los niños. El desafío está en equilibrar el uso de la tecnología, establecer límites claros y acompañar de manera activa. Un "hasta acá", dicho a tiempo, puede contener, liberar y enseñar. Porque, al final, más que alejarlos de las pantallas, se trata de acercarlos a experiencias significativas y enriquecedoras.
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