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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 13/01/2025 05:20
Es posible usar un teléfono con Android para tomar la señal Wi-Fi de un lugar y recompartirla, lo que puede ampliar la cobertura si estamos en un lugar con mala señal. También se puede hacer con Windows y macOS. Pasa: la descripción de la cabaña o departamento de veraneo que elegimos dice que sí, que tiene Wi-Fi, pero cuando llegamos encontramos que la peculiar geografía del lugar, sumada a un router inalámbrico de larga data (nada de Wi-Fi 7), hacen que para tener internet debamos estar pegados a la antena. O que sí, llega al living y la cocina, pero no a los cuartos, ni al jardín, o el balcón, frustrando notablemente nuestra intención de chatear, ver una película o trabajar durante una escapada a la playa o las sierras. La buena noticia es que es relativamente sencillo resolver este inconveniente y tener mejor cobertura de Wi-Fi, sin apelar a discusiones con la persona dueña del lugar ni a la inversión en un extensor de señal. ¿Cómo? Apelando a un celular moderno: la enorme mayoría de los Android y los iPhone de los últimos años permite compartir su conexión 4G o 5G como hotspot Wi-Fi, pero lo que mucha gente no sabe es que los Android también pueden repetir una señal Wi-Fi generando otra (el iPhone no), y sin usar los datos del abono de celular. . Lo mismo con una computadora con Windows o una Mac: pueden tomar una red Wi-Fi a la que están vinculadas y redistribuirla a terceros. Así, por ejemplo, podemos usar el celular para acceder al Wi-Fi del lugar donde estamos, ubicarlo estratégicamente a mitad de camino entre el router y donde realmente queremos estar (y donde no llega la señal original) y listo: el celular servirá de puente inalámbrico (y sin usar datos del abono celular). Eso sí: a diferencia de un extensor de los que se enchufan a la pared, no compartirán el nombre de la red Wi-Fi, sino que serán independientes: el celular se vinculará al dispositivo que tiene conexión a internet, y el resto de los equipos se conectará a la segunda red Wi-Fi que crea este smartphone. Podemos elegir un nombre para esa red, ponerle contraseña, definir cuántos equipos se pueden conectar, hacer que se apague si pasa un rato sin ningún otro aparato enganchado y más. Es muy fácil de usar: tiene un icono en el menú de notificaciones del teléfono (donde prendemos el Wi-Fi o el Bluetooth); una presión larga sobre el botón nos permitirá acceder al menú de configuración. También se puede buscar desde los ajustes del teléfono. Incluso es posible usar un teléfono que ya no esté en uso cotidiano, porque no requiere una línea 4G en ninguna parte del proceso: si el dispositivo es medianamente moderno, lo podemos llevar como backup para ese menester. Si es muy viejo y no tiene la función de compartir Wi-Fi, se puede apelar aplicaciones como NetShare+ o PdaNet+, que suplen esa herramienta. Si tiene integrada la función de repetir una señal Wi-Fi (la mayoría con Android 7 o superior debería incluirla) usar un celular viejo como puente tiene la virtud de no liquidar la batería del teléfono que usamos a diario, porque esta función gasta más batería. Además, usar un aparato extra nos permite seguir respondiendo mensajes desde el nuestro si no llevamos una computadora, o sacar fotos, o escuchar música; si tenemos que salir podemos dejar el otro como puente para que el resto de la familia siga conectada, etcétera. Lo otro que hay que tener en cuenta es que este truco tendrá un impacto negativo en el ancho de banda disponible (la “velocidad” de la conexión). Si será perceptible o no, dependerá del ancho de banda de la conexión original, de cuán moderno sea el router que está en el lugar, y qué versión de Wi-Fi tenga el celular que estamos usando para crear el puente inalámbrico. Es cuestión de probar: en general los resultados son buenos -sobre todo para un uso en vacaciones-, y si no funciona se puede volver a la configuración original con solo tocar el botón de “Zona Wi-Fi” o “Hotspot móvil” en el celular que estábamos usando de extensor de señal. Una más. Tanto Windows 10 como Windows 11 y las últimas versiones de macOS permiten hacer lo mismo: tomar su propia conexión a internet (por Wi-Fi o cable) y crear un hotspot personal que permita a otros dispositivos acceder a internet a través de esa red inalámbrica secundaria que creó la computadora. En el caso de Windows, la zona móvil se activa en la botonera emergente que aparece cuando tocamos el icono de Wi-Fi. También está en el apartado Red e internet de la Configuración. En macOS está en Configuración de sistema/General/Compartir; ahí podemos elegir qué acceso a internet compartimos vía Wi-Fi. Fuente: La Nación
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