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  • Son padre e hijo, comparten un equipo de camiones y pelean por el triunfo en el Dakar: sus secretos a bordo de los gigantes

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 12/01/2025 18:50

    Padre e hijo juntos: Martin y Mitchell Van Den Brink son dos simpáticos neerlandeses que buscan la victoria en los gigantes del Rally Dakar (Enviado especial a Arabia Saudita) Los neerlandeses tienen una gran tradición camionera que va más allá del transporte. En la historia del Rally Dakar tuvieron varios exponentes con el recordado Jan De Rooy, ganador en 1987 con el DAF Turbo Twin, o su hijo Gerard, quien se impuso dos veces en Sudamérica. Otra familia célebre son los Van Den Brink, ya que Martin y su hijo Mitchell corren juntos en la categoría que está desde la primera edición, en 1979. Infobae compartió con ellos un rato en el campamento de Al Duwadimi y explicaron cómo es domar estos gigantes a plena velocidad. La noche cae temprano en el invierno saudita y a las 17.30 oscurece. Los camiones comienzan a llegar y, luego de la cena, los neerlandeses se prestan al diálogo. Al informarles que es para un medio argentino, Martin se hace eco del fenómeno Franco Colapinto en la Fórmula 1 y afirma “ese chico va fuerte”. Se muestran con mucha calidez y hasta invitan a sentarse en la misma mesa de madera en la que comparten la comida con el resto de los integrantes del equipo. Martin tiene 54 años y corrió las diez ediciones en Sudamérica. Guarda un gran recuerdo de Argentina y cuenta que “era hermoso correr allí, por la gente que es muy apasionada, los paisajes y el clima. Acá es lindo, pero Sudamérica y Argentina fue mejor”. En la primera visita del Rally Dakar a Sudamérica fue 12º en el evento que compartieron Argentina y Chile. Su mejor resultado en la región fue el undécimo puesto logrado en 2011 y 2013. “Me marcó mucho Fiambalá y Belén, lugares muy hermosos. También Perú y Chile, era más pedregoso. Echamos de menos a Sudamérica”, reconoce. Así trabaja el equipo de los Van Den Brink En la presente edición es protagonista junto a su hijo, quien es segundo en la clasificación general y pelea por el triunfo. “Estamos en las seis primeras posiciones. Michell es segundo y tenemos que llevarlo al podio. La clave del Dakar no es ser el más rápido, sino evitar los problemas”, describe quien supo ser tercero en la clasificación general en 2023 luego de haber ganado una etapa. Ahora, ¿cómo se maneja un camión a velocidad lanzada por el desierto o en otros terrenos? “Es como un karting, solo hay que llevarlo, pero siempre sin subestimar el recorrido. A veces la huella ayuda a ir más rápido, aunque la navegación es importante”. Sobre el hecho de compartir equipo con su hijo, cuenta que “es especial ya que además somos compañeros de equipo. Su primer Dakar fue con 16 años y fuimos compañeros en la tripulación porque él hizo de mecánico (se suman el piloto y el navegante)”. Pero aclara que “en carrera no pienso que es Mitchell y acá competimos todos de igual. Él dentro del equipo es uno más y todos nos tenemos que respetar. Sí, nos ayudamos en la estrategia cuando uno está peleando adelante y el otro ya no tiene chance, como pasa ahora. Una vez que llegamos al campamento, si hay ayudar a los mecánicos lo hacemos”. Explica que en su país hay una fuerte tradición camionera porque “se usa mucho para la carga en los puertos. Por ejemplo, el de Rotterdam es uno de los más importantes del mundo. Hay mucho trabajo con el transporte y en los puertos tenemos una relación con los estibadores. Se puede decir que el nuestro es un ‘país camionero’”. Mitchel Van Den Brink acelera su camión de 1.050 caballos de potencia. Es segundo en su categoría (REUTERS/Maxim Shemetov) Martin y Mitchell corren con sendos Iveco Powerstart de 13.000 cm3 que erogan unos 1.050 caballos de potencia y pesan 8.750 kilos cada uno. Los camiones llaman la atención porque son gigantes de la velocidad que son un clásico y suelen entregar una lucha abierta en cada edición. Al término de la séptima etapa disputada este domingo, Mitchell mantuvo su segundo puesto en la clasificación general, pero en los cinco días restantes deberá recortarle dos horas y ocho minutos al checo Martin Macik, que también compite con un Iveco, pero del equipo MM Technology. Martin, por su parte, es sexto. “La primera semana tuvimos algunos problemas. Pero ahora tratamos de cerrar la brecha. Será duro, pero puede pasar cualquier cosa. Esperamos con impaciencia estos días que quedan y vamos por ello”, afirma Mitchell, de 22 años. Recuerda su primera experiencia en el Rally Dakar con apenas 16 años: “Fue como mecánico de mi padre, en Perú (abandonaron en la tercera etapa). Luego de sumar experiencia pude correr con mi propio camión y cada vez que me subo voy por la victoria”. Fue de menor a mayor, ya que en su estreno como piloto resultó 19º (2021), luego fue décimo (2022), cuarto (2023) con una etapa ganada y tercero el año pasado, también con un triunfo parcial, algo que repitió en la presente edición. Cuenta que el compartir equipo con su padre les permite “ayudarse en cada etapa ante cualquier problema. Corremos más tranquilos de esa manera. También tenemos excelentes mecánicos que nos acompañan”. Los Van Den Brink comparten equipo y suelen encontrarse en lo recorridos (@mmtechdakar) “Es muy especial correr en camiones porque es una categoría muy popular en nuestro país. De chico lo miraba por televisión en vivo y poder competir hoy es un sueño hecho realidad”, confiesa. Una de las maniobras que más sorprenden es cuando un camión cruza por encima de las dunas gigantes. El joven Van Den Brink devela la técnica que debe emplearse: “Ahí la potencia es clave para llegar a la cima y nunca hay que perder el ritmo a medida que vas subiendo. Lo hacemos siempre de forma fluida, porque ahí no siempre se debe conducir recto. Si se complica, hay que ir subiendo la duna de derecha a izquierda o viceversa, siempre dependiendo del viento. El camión a medida que se va moviendo de un lado a otro va creando su lugar para poder llegar a la cima. Pero el ritmo debe ser constante. Una vez en la cima, debes bajar con mucho cuidado, levantando el pie del acelerador”, explica”. Llega la hora del descanso y los Van den Brink se preparan para otra extenuante jornada. Saben que el Rally Dakar no perdona. Más si se trata de los camiones, con la exigencia que demandan. Mitchell buscará reducir la diferencia y poder llevarse el triunfo. Pero, termine como termine, lo más importante es que sabe que su padre está detrás para darle una mano.

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