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Parana » ER 24
Fecha: 11/01/2025 12:16
VICTORIA: Muchos eventos sociales y pocos cortes de cinta: el balance de la gestión de Isa Castagnino El primer año de gestión de la intendenta Isa Castagnino en Victoria deja un sabor agridulce. Su administración, marcada por un ánimo festivo y una constante agenda de eventos sociales, contrasta con la falta de avances estructurales y transformaciones necesarias en la ciudad. Lo que prometía ser un gobierno enfocado en el cambio y el progreso, tras una gestión que dejó grandes expectativas, se ha convertido en un período caracterizado más por celebraciones que por resultados concretos. Desde el inicio de su mandato, Castagnino ha puesto énfasis en la promoción de fiestas y celebraciones. Sin embargo, este enfoque carnestolendo parece haber eclipsado otras prioridades esenciales para la ciudad. Mientras los eventos sociales proliferan, las esperadas inauguraciones de obras públicas, los avances en infraestructura y las mejoras necesarias para un presupuesto equilibrado brillan por su ausencia. Promesas incumplidas y un gobierno superpoblado Una de las grandes críticas a la gestión de Castagnino es la falta de acción en temas clave como la reorganización de un gobierno superpoblado de funcionarios y empleados. Si bien se esperaba una administración más eficiente y enfocada en optimizar recursos, el primer año no ha mostrado avances en este sentido. Por el contrario, la estructura administrativa parece mantenerse en los mismos términos que en gestiones anteriores, perpetuando viejos problemas en lugar de solucionarlos. En el plano presupuestario, las expectativas tampoco se han cumplido. La falta de un presupuesto equilibrado que priorice inversiones estratégicas ha dejado a Victoria estancada. Esto no solo limita la posibilidad de realizar obras esenciales, sino que también dificulta la recuperación económica de la ciudad en un contexto que exige decisiones audaces y responsables. Una ciudad que espera más Victoria necesita mucho más que un calendario repleto de eventos sociales. La ciudadanía esperaba un gobierno que priorizara el bienestar estructural de la ciudad, con inversiones en infraestructura, mejoras en los servicios públicos y un enfoque serio en la administración de los recursos municipales. Las necesidades de los vecinos van mucho más allá de lo simbólico y festivo: requieren un gobierno que esté a la altura de los desafíos y que trabaje en soluciones de fondo. El tiempo para revertir esta percepción aún existe. Sin embargo, el margen de paciencia de los vecinos se reduce. Las luces y los focos de las fiestas no pueden seguir siendo el centro de atención mientras las calles, los servicios y la estructura urbana de Victoria siguen esperando respuestas. Es hora de que la gestión de Isa Castagnino pase de los eventos sociales a los cortes de cinta, transformando las promesas en acciones concretas y demostrando que está a la altura de las expectativas que generó.
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