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Parana » Entreriosya
Fecha: 11/01/2025 03:51
Brandon Isaías Alarcón, de 10 años, perdió la vida este martes en Paraná tras sufrir un accidente doméstico en la pileta de lona de su casa ubicada en barrio 20 de Junio de la capital entrerriana. La causa que investiga las circunstancias su fallecimiento fue caratulada como Muerte Violenta. Sus padres, Romina Antivero y Julio Alarcón, rememoraron las circunstancias que rodearon a la tragedia, cuestionaron la asistencia que el niño recibió en el centro de salud y exigieron respuestas a la Justicia entrerriana. “Queremos saber la verdad”, coincidieron. “Mi nene estaba junto a nuestro otro hijo, de 5 años; nosotros ordenábamos la cocina y ellos se metieron en la pileta, pero los estábamos vigilando. Jugaban como lo hacían todos los días y les pedí que regaran las plantas, pero solo vi al más chiquito. Corrí y a mi nene más grande lo encontré flotando”, resumió Julio al remarcar que “la pileta no estaba llena, le faltaba la mitad de agua”. “Desesperación” Según su relato, instantes después, todo fue “desesperación”. “Le pregunté al más chiquito qué le pasaba al hermano y me dijo que estaba jugando. Lo agarré y cuando lo saqué, fue una desesperación, lo dejé en el piso y le hice RCP, porque tengo conocimientos de Enfermería. Comencé a gritar en la locura y la desesperación porque era mi hijo”, repasó. “Llegó sin signos vitales” Romina y Julio, quienes se encuentran desempleados, imploraron a sus vecinos que los trasladen en auto hacia el centro de salud Dr. Arturo Oñativia (ex Corrales) para que asistan a Brandon. “Lo cargamos con los vecinos porque no lo podíamos levantar, estaba duro”, acotó el papá del pequeño y confirmó que, en el trayecto, siguió haciendo RCP al niño. “Vomitó e hizo de cuerpo, pero cuando llegamos al Corrales, estaba sin signos vitales”, lamentó. “Al policía le pedí que me ayude porque se había ahogado mi bebé; el policía, no sé dónde sacó fuerzas, lo alzó y lo entró a la guardia”, completó la mamá. En la oportunidad, la mujer cuestionó que, en el centro de salud, “cerraron la puerta en su cara y le dijeron que molestaba estando en la puerta”. “Me pedían que me calmara, que estuviera tranquila, pero era un momento de desesperación porque se trataba de mi hijo”, confesó Romina. “Nunca le pusieron oxígeno” “A los diez minutos salieron con mi nene en una camilla, iban haciéndole RCP y con una mascarilla manual; nunca le pusieron oxígeno y le inyectaban adrenalina porque mi hijo iba sin signos vitales. Nunca lo sacaron del paro cardiorrespiratorio, no lo revivieron”, apuntó la mamá de Brandon. Desde el centro de salud, en cuestión de 15/20 minutos, llegaron al hospital San Roque donde médicos y enfermeros continuaron con las tareas de reanimación. “Una vez en la guardia, me preguntaron qué pasó, cómo fue y si en el Corrales lo aspiraron y si le habían puesto oxígeno; cuando les dije que no, empezaron a mirarse entre ellos”, repasó Romina. Y continuó: “A los diez minutos, me dijeron que mi nene reaccionó, retomó los signos vitales, su corazón funcionaba bien, pero no tenía respuesta neurológica. Había entrado en coma y lo llevaron a terapia”. Muerte Violenta La causa que investiga las circunstancias del fallecimiento Brandon Isaías Alarcón, de 10 años, fue caratulada como Muerte Violenta. “Pero mi nene no estaba golpeado, solo jugaba en la pileta con su hermanito”, argumentó su mamá. La mujer, está mañana, se presentó en Tribunales y pidió ser atendida por el fiscal. “Si es papá y tiene corazón, que por favor me atienda porque necesito saber”, fueron las palabras de Romina a la secretaria del judicial. Tras unos minutos de espera, la mujer fue recibida y el fiscal que investiga la muerte de su hijo le confirmó que a Brandon “no le dio un paro al corazón, no tenía signos de maltrato y, supuestamente, se había ahogado”, según repasó. En la oportunidad, Romina comentó que Brandon “era convulsivo de chico”, pero según le explicó el fiscal, tal circunstancia no podría llegar a ser determinada en los resultados de la autopsia. Y esa respuesta la llenó más aún de dudas. “Brandon, cuando era chico, convulsionó con y sin fiebre; estuvo con medicación durante un año, después, los estudios salieron bien y no tenía epilepsia. Le retiraron la medicación y, con los años hizo vida normal, no tenía problemas y era un nene sano”, contó Romina. Fuente: Elonce
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