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  • Las actividades que se prevé romperán récords en 2025 y las que aún tendrán dificultades para despegar

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 11/01/2025 02:39

    Tras un primer semestre de 2024 drástico, el segundo comenzó a mostrar algunas leves señales de recomposición y el año cerró con buenas perspectivas para el 2025 que acaba de comenzar El 2024 será recordado como uno de los más desafiantes para la economía argentina en la última década. El impacto de un entorno global complejo, sumado a restricciones internas, dejó un saldo de retrocesos significativos en la mayoría de los sectores productivos. Las razones detrás de esta caída fueron múltiples, pero la principal tuvo que ver con el fuerte ajuste aplicado por la gestión de Javier Milei apenas asumió, luego de la devaluación, sumado a la recomposición de precios relativos y un atraso salarial muy fuerte que paralizó el consumo. A ello se le sumó el freno de la obra pública por parte del Gobierno, que afectó al sector de la construcción como pocas veces antes. Tras un primer semestre drástico, el segundo comenzó a mostrar algunas leves señales de recomposición y el año cerró con buenas perspectivas para el 2025 que acaba de comenzar. Las proyecciones económicas indican que el PBI podría crecer entre 4,5% y 5% y que el consumo privado repuntará en la misma magnitud, en línea también con la inversión y las exportaciones, apoyadas principalmente en el dinamismo del sector energético. No obstante, la recuperación no será homogénea. Mientras algunos sectores, como la energía y la molienda de soja consolidarán su crecimiento, otros, como la construcción y la industria automotriz, enfrentarán mayores desafíos para alcanzar sus niveles previos. “El escenario macroeconómico marcará un contexto de recuperación sectorial, aunque será dispar dependiendo del punto de partida. El desafío será intrasectorial, con asimetrías entre empresas en función de sus estrategias de cara al mercado. Será clave la capacidad de las empresas para establecer precios estratégicos, administrar inventarios y optimizar procesos operativos en un entorno más competitivo y exigente”, planteó la consultora Abeceb en un informe sectorial que adelantó Infobae. El documento destacó también que el tipo de cambio real y el cepo seguirán en el centro de las miradas este año, especialmente este último. Y “si el tipo de cambio real se estabiliza en un valor cercano al punto de equilibrio y la deuda pública en dólares también; será más fácil encarar la tarea pendiente de abrir más la economía y ensayar un levantamiento del cepo en un contexto de mayor certidumbre. Las empresas ya están contemplando este escenario al definir sus proyectos de negocio”, remarcó la firma que dirige Dante Sica. Los principales protagonistas Construcción La construcción cerró 2024 con un retroceso del 26,2%, afectada por la contracción de la inversión pública y privada. Sin embargo, para 2025, una mejora en la actividad económica traccionaría un mejor desempeño en el sector, con foco en la obra privada inmobiliaria y el desarrollo de infraestructura para sectores con potencial exportador. Mientras tanto, se espera una leve recuperación en la obra pública con foco en proyectos financiados por organismos internacionales y las provincias. Una mejora en la actividad económica traccionaría un mejor desempeño en el sector, con foco en la obra privada inmobiliaria y el desarrollo de infraestructura para sectores con potencial exportador Otro dato a tener en cuenta para proyectar este año es que en el contexto de apreciación del peso, el costo de construcción medido en dólares CCL acumula una suba de 39,3% respecto de los niveles mínimos alcanzados en enero. El mayor aumento se registra en la mano de obra (80,8%), mientras que los materiales, de mayor relación con el tipo de cambio, aumentan 28,3%. “La profundización de esta tendencia ante la posible desaceleración del crawling peg al 1% podría ralentizar nuevos desarrollos, y en el mediano plazo, impactar en el valor del metro cuadrado”, explicó Abeceb. Industria La producción industrial general, que retrocedió 10,3% en 2024, se recuperará 7,5% en 2025. Dentro de este segmento, los productos químicos (-5,9%) y farmacéuticos (-5,7%) tendrán crecimientos moderados del 4,5% y 3,5%, respectivamente, según el estudio de marras. La recuperación industrial se encuentra este año desafiada por la agenda de competitividad. Y habrá avances a dos ritmos: por un lado, los proyectos adheridos al RIGI generarán encadenamientos en el entramado local, mientras que las industrias mayormente dependientes del consumo interno estarán aún condicionadas por una tibia mejora del salario y enfrentarán desafíos frente a una mayor competencia de importados en un contexto de apreciación cambiaria. Esto obliga a poner el foco en los costos intrafábrica para hacer frente a la competencia externa, aunque también insisten en reclamarle al Gobierno rebaja de impuestos y mejora en los costos logísticos. Producción electrónica y electrodomésticos El sector electrónico fue el más afectado en 2024, con una caída del 45,2%. Este retroceso estuvo marcado por el freno al consumo y las dificultades en las cadenas de suministro. Para 2025, se espera un repunte del 39,6%, impulsado por un entorno macroeconómico más estable y una mayor demanda interna. Los electrodomésticos, que también sufrieron una contracción del 28,8%, verán una recuperación del 24,8 por ciento. Según el informe, el consumo mostraría mejor dinamismo ante la reactivación del crédito y la extensión de los plazos de financiamiento, mientras que la producción tendría una recuperación más lenta por evaluación de modelos de negocios ante la apertura comercial. Industria automotriz y siderúrgica La industria automotriz enfrentó un difícil 2024, con una caída del 17,1%. Para 2025, se espera un crecimiento del 9,3% de la producción, impulsado por la recuperación del mercado interno y el incremento en las exportaciones. En tanto, la siderurgia, que cayó un 20,3% este año, tendrá un repunte del 14,5% gracias a su rol clave en proyectos de infraestructura. Respecto del sector automotriz, eL informe destaca que el fortalecimiento del peso y el aumento del ingreso real, junto con la normalización de la oferta y la flexibilización de importaciones, impulsarán un mercado interno más dinámico. La industria automotriz enfrentó un difícil 2024, con una caída del 17,1%. Para 2025, se espera un crecimiento del 9,3 por ciento (Foto: EFE) “La producción local, presionada por la mayor competencia en el mercado interno, deberá fortalecer su perfil exportador, apalancándose en la recuperación de ciertos mercados de Latinoamérica y a la espera de la renegociación del ACE 55. Se espera un refuerzo en la especialización productiva en pick-ups”, planteó la consultora. En cuanto a los precios, la normalización del comercio y el incremento de los autos importados, impulsa un mercado con valores más competitivos. Alimentos y bebidas La producción de alimentos y bebidas cayó un 2,8% este año, en línea con la contracción del consumo interno. Para 2025, se espera un alza del 2,9%, acompañando la recuperación del poder adquisitivo de los hogares. “La producción crecería en 2025 producto de una mejora del ingreso real de los hogares, condiciones climáticas favorables e incremento de las exportaciones. No obstante, la industria presenta desafíos frente a la apertura comercial, el abaratamiento relativo de las importaciones y un salario real que, aunque va a crecer, se encontrará en niveles bajos”, destaca el documento. Sector agropecuario La molienda de soja tuvo un excepcional 2024, con un crecimiento del 38,9%, y se afianzará en 2025, consolidando su rol como generador de divisas. Por su parte, la producción agrícola, que creció 9,6%, registrará un alza más modesta del 1,6 por ciento. La molienda de soja tuvo un excepcional 2024, con un crecimiento del 38,9%, y se afianzará en 2025, según Abeceb En materia de maquinaria agrícola, hay perspectivas de mejora moderada ante una mayor accesibilidad a insumos y necesidad de reposición de stocks, aunque persisten limitaciones ante una campaña con márgenes de ganancia estrechos. A su vez, el sector de agroquímicos y fertilizantes podría verse afectado este año ante la menor siembra de maíz, con una menor demanda en un contexto de relación insumo-producto desfavorable. Sin embargo, la eliminación del impuesto PAIS favorecería un mayor consumo de importados. El gran motor del crecimiento Sector energético y minería El sector energético será el gran motor de 2025. La producción de petróleo, que avanzó 9,8% en 2024, crecerá 12,9% este año gracias a los desarrollos en Vaca Muerta. La producción de gas, en tanto, experimentará un salto del 27,8%, consolidándose como uno de los principales impulsores de la actividad económica. En cuanto a la minería, tuvo un desempeño moderado en 2024, con un crecimiento del 1,2%. Para 2025, se proyecta una mejora del 3,1%, impulsada por la explotación de proyectos clave y una mayor demanda global de minerales estratégicos. La minería, tuvo un desempeño moderado en 2024, con un crecimiento del 1,2%. Para 2025, se proyecta una mejora del 3,1%, según Abeceb La adhesión al RIGI de varios proyectos generan expectativa de incremento de demanda local, en tanto que se estima que habrá una recuperación del precio del litio, al menos parcial, impulsada por el aumento de la demanda de en China y recortes en la oferta. En cuanto a la campaña de exploración 2024/2025, se planteará con presupuestos mas acotados pero con mayor dinámica de jugadores, consideró Abeceb. Servicios basados en conocimiento (SBC) Los SBC continuarán creciendo, con un incremento del 5,9% en sus exportaciones en 2025, tras un alza del 3% en 2024. Este sector se beneficia de la creciente demanda internacional por soluciones tecnológicas y servicios especializados. Laboratorios El primer semestre del año pasado, el sector de los laboratorios sufrió el impacto de la menor demanda por baja de ingresos y fuerte suba de precios. Esta situación impactó fuertemente la demanda interna, sumado el impacto de la inflación general y la caída de los ingresos de los hogares. Para 2025, “se esperan leves mejoras en cuanto a que los ingresos de la población recuperen poder adquisitivo. La tendencia a la desregulación del Gobierno amenaza con cambios en el marco de mercado actual y los laboratorios deberán estar flexibles para adaptar sus modelos de negocio”, remarcó el estudio. Oportunidades y retos El 2025 será un año de transición para la economía argentina. Mientras sectores como el energético y los servicios basados en conocimiento liderarán la recuperación, otros enfrentarán desafíos para consolidar su crecimiento. Según los analistas, el éxito dependerá en gran medida de la estabilidad macroeconómica, la promoción de la inversión y la capacidad de generar confianza tanto en los consumidores como en las empresas. “La mayoría de los sectores vivieron un 2024 de fuertes caídas en la actividad que, si bien se fue moderando a partir del segundo semestre, terminaron un año en terreno negativo, aunque mucho menor a la expectativa de principio de año. La buena noticia es que para todos se estima una recuperación en 2025 de la mano de una macro más estabilizada, un consumo que de a poco da señales de mejora y una mayor competitividad en las empresas que se ven obligadas a optimizar sus procesos y diversificar su oferta”, concluyó la consultora.

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