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Chajari » Chajari al dia
Fecha: 11/01/2025 02:39
El presente es un año electoral. Llegarán las PASO, las generales… Más allá que algunos protestan por el número de elecciones, es de primordial importancia recordar que vivimos en democracia y que la democracia se distingue por dar a la ciudadanía la posibilidad de elegir sus gobernantes. Hay que recordar además que en Argentina sucede algo que es poco menos que histórico, ya que desde 1983 vivimos en democracia; sin golpes de Estado. Se suman más de cuatro décadas de democracia. ¿Cuánto hace que esto no sucedía en el país? Hoy hay mucha gente que nació en democracia, creció en democracia, formó su familia en democracia, tuvo sus hijos en democracia y se desarrolla en democracia. Son cosas para destacar, para recordar, para valorar. Esto tendría que haber sido normal durante la historia del país, pero no fue siempre así. Allá lejos y hace tiempo La democracia hizo agua varias veces y desde hace muchos años. La revolución de 1874 fue uno de los últimos intentos del Partido Liberal, continuador ideológico y político del Partido Unitario, de imponerse en el gobierno nacional. El 26 de julio de 1890 se produjo la Revolución del Parque, con el objetivo de derrocar a Miguel Juárez Celman. El 4 de febrero de 1905, en la Capital Federal, Campo de Mayo, Bahía Blanca, Mendoza, Córdoba y Santa Fe, se produjo el alzamiento armado con el propósito de derrocar a las autoridades que, por su parte, estaban al tanto de la conspiración y decretaron el Estado de Sitio en todo el país, por noventa días. Pero más allá de lo mencionado, el primer golpe de Estado concreto fue el encabezado por el General José Félix Uriburu que derrocó al presidente Hipólito Irigoyen de la Unión Cívica Radical, quien había sido elegido democráticamente para ejercer su segundo mandato en 1928. El hecho se produjo el 6 de septiembre de 1930. En 1932 un grupo de civiles y militares pertenecientes a la UCR intentó derrocar al gobierno encabezado por el presidente Agustín P. Justo y remplazarlo por una Junta Revolucionaria transitoria que llamaría a elecciones en el plazo de un año. El intento fracasó. La Revolución del 43 originada en el golpe militar del 4 de junio de 1943 tuvo características distintas a todos los demás. Ramón Castillo, el presidente derrocado, era parte del régimen conservador conocido como década infame, originado en el golpe militar de 1930 y apoyado en el fraude electoral, la represión y la corrupción. Fue el único golpe militar que se desenvolvió en medio de una guerra mundial, no mantuvo relaciones de alianza con los grandes terratenientes y empresarios; fue también el único golpe de Estado en Argentina que fue pura y exclusivamente militar, sin apoyo civil. El 28 de septiembre de 1951 efectivos del Ejército, la Marina y la Aeronáutica al mando del general retirado Benjamín Menéndez intentaron derrocar al gobierno del presidente Juan Domingo Perón. La intentona fracasó. Años más tarde, la llamada Revolución Libertadora fue una dictadura militar originada en el golpe de Estado que derrocó al presidente Perón. Los hechos se produjeron entre el 16 y el 23 de septiembre del 55. El grupo golpista se dividió en dos sectores: uno nacionalista-católico liderado por el general Eduardo Lonardi, que tomó el gobierno al comienzo, y otro liberal-conservador liderado por el general Pedro Eugenio Aramburu y el almirante Isaac Rojas. Este último sector terminó predominando y dando un golpe palaciego reemplazó a Lonardi por Aramburu como “presidente”. Otro golpe militar se produjo el 29 de marzo de 1962, realizado por los comandantes de las tres fuerzas armadas y derrocaron al presidente Arturo Frondizi. En tanto, el 28 de junio de 1966 un levantamiento militar liderado por el general Juan Carlos Onganía derrocó al presidente Arturo Illia de la UCR del Pueblo. El golpe dio origen a una dictadura autodenominada Revolución Argentina, que ya no se presentó a sí misma como “gobierno provisional” como en todos los golpes anteriores, sino que se estableció como un sistema de tipo permanente. Finalmente, el 24 de marzo de 1976 una nueva sublevación militar derrocó a la presidenta María Estela Martínez de Perón, instalando una dictadura de tipo permanente autodenominada Proceso de Reorganización Nacional, gobernada por una Junta Militar integrada por tres militares, uno por cada fuerza. Democracia Vale recordar que los golpes de Estado siempre sumaron apoyo civil, salvo el de 1943 como lo expusimos antes. Por otra parte, la Guerra de Malvinas debilitó profundamente el poder militar y apuró el regreso a la democracia. De lo manifestado se extrae que en Argentina los golpes de Estado fueron una constante, lo que finalizó en 1983, aunque no faltaron algunas intentonas que fueron apagadas. La historia cambió desde entonces y la democracia se mantiene y, a no dudar, la mayoría de la gente no aceptaría soportar un golpe. Esto más allá de los problemas de todo tipo que los gobiernos democráticos no pudieron aún solucionar y son, sin duda, una deuda de la clase dirigente, no del sistema de gobierno. Por ello consideramos que debe ser bienvenida la posibilidad de volver a elegir autoridades en el año en curso. Se podrán discutir muchas cosas, si las PASO sirven o no, la posibilidad de separar las elecciones provinciales de la nacional, los costos y varios etcéteras, pero se vive en democracia, se vota, se elige, se decide… Es una página histórica mayúscula, más allá de todos los problemas que se viven y que se vivieron también antes, muchos de los cuales no dependen del sistema de gobierno, sino de los planes económicos, sociales, de gobierno, en suma. Hay que pensar que todos los males de la democracia se curan con más democracia. Claro que el pueblo, en la práctica democrática, puede cometer errores políticos, al igual que el gobierno elegido por la mayoría, pero estos errores, comparados con los cometidos por cualquier autocracia, son mínimos.
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