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  • Pablo Areguatí; aquél guaraní que fuera gobernador de las islas Malvinas

    Chajari » Chajari al dia

    Fecha: 09/01/2025 11:33

    Las islas Malvinas son tema central para muchos argentinos. Hace pocos días, más precisamente el 3 de enero, se cumplió un nuevo aniversario del día en que los ingleses se “adueñaron” de las mismas. Hay muchísimo para hablar de la historia de Malvinas. Remontándonos hacia atrás en el tiempo, debemos recordar que un indígena guaraní llegó a ostentar el cargo de gobernador de las islas. Su nombre: Pablo Areguatí. Pablo Areguatí nació en el pueblo de San Miguel Arcángel, uno de los pueblo de las Misiones Orientales, que inicialmente formaron parte de la Reducciones Jesuíticas y de la Gobernación de los Treinta Pueblos de las Misiones Guaraníes, ocupando territorios que hoy forman parte de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Pablo era hijo del cacique Pascual Areguatí. Sus estudios iniciales los realizó en su pueblo, antigua reducción jesuítica, y a partir de 1783 en el Real Colegio de San Carlos, de Buenos Aires. Esto es importante para destacar, porque estamos hablando de una persona preparada, educada e instruida, lo que no era común por aquellos tiempos para los guaraníes. Por las aulas del Real Colegio de San Carlos pasaron Manuel Belgrano, Juan José Paso, Juan José Castelli, Mariano Moreno, Manuel Dorrego, Cornelio Saavedra, Juan Martín de Pueyrredón y Martín Güemes, entre muchos otros. La ocupación portuguesa, en 1801, obligó a su familia, como a muchas otras, a emigrar al lado oriental del río Uruguay, radicándose en Mandisoví, pueblo éste que es el antecedente primigenio de la actual ciudad de Federación. En 1811, Areguatí fue nombrado alcalde de Mandisoví por disposición del general Manuel Belgrano. Además de alcalde, tiempo después fue designado capitán de Milicias por Antonio Gervasio de Posadas, director supremo de las Provincias Unidas del Ríos de la Plata. De manera que estamos mencionando a un personaje importante. Hay que recordar la Expedición al Paraguay que encabezara Manuel Belgrano entre septiembre de 1810 y marzo de 1811. Uno de los motivos importantes para ello, es que fundó la ciudad de Curuzú Cuatiá (Corrientes) cercana al lugar que habitamos, y por otra parte organizó Mandisoví. Es fundamental insistir en que Belgrano no fundó Mandisoví, y así lo documentó el profesor César Manuel Varini en uno de sus trabajos, cuando los historiadores afirmaban que Belgrano había fundado el lugar, lo que no era real. En julio de 1777 el teniente gobernador del departamento de Yapeyú en la gobernación de las Misiones Guaraníes, Juan de San Martín, padre de José de San Martín, creó la estancia ganadera de Nuestra Señora de la Concepción del Mandisoví, como posta en el camino de la Ruta al Salto. Belgrano, desde Curuzú Cuatiá, el 16 de noviembre de 1810, convirtió esa estancia en la Villa Mandisoví. La organización incluyó el trazado de calles, la instalación de una escuela y la congregación, en su centro, de la gente diseminada por la campaña en torno a la iglesia y a la escuela que ordenó construir. Dispuso además, que cuando tuviera 400 habitantes se llamaría villa y cuando la población llegara a mil, ciudad. Se lo considera el primer asentamiento de Federación. Su vida no fue próspera y años después lo destruyó un incendio, trasladándose sus habitantes a la hoy llamada Vieja Federación. Hay que insistir en esto porque de esa población fue alcalde Pablo Areguatí. No era uno más. También debemos recordar que antes, Areguatí participó de acontecimientos políticos de peso, incluso fue parte de la vida política desarrollada a partir de mayo de 1810. Se enfrentó al artiguismo en su momento lo que hizo que gane simpatías de los principales caudillos bonaerenses de la época, a tal punto que, en julio de 1811, el director supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, Gervasio Posadas, lo ascendió a capitán de Milicias. Esta postura de Areguatí llevó a desencadenar serios problemas entre federales y quienes estaban en la vereda de enfrente. La zona entrerriana era mayoritariamente federal, lo que obligó a Areguatí a refugiarse en Santa Fe, primero y, luego, en Buenos Aires donde se dedicó al comercio. En 1823, el gobernador de Buenos Aires, Martín Rodríguez, otorgó derechos de explotación de un importante territorio en las islas Malvinas. El concesionario fue un argentino llamado Jorge Pacheco, quien para llevar adelante el emprendimiento se asoció con un alemán de ascendencia francesa, llamado Luis María Vernet. A instancia de Pacheco y Vernet, Pablo Areguatí, el 18 de diciembre de 1823, fue nombrado comandante militar de las islas Malvinas, con el propósito de proteger los emprendimientos comerciales de ambos empresarios y de concretar la soberanía de Buenos Aires sobre esos territorios insulares. Areguatí y algunos soldados se instalaron en Puerto Soledad en febrero de 1824. A esta altura, el guaraní ya era un oficial retirado, y para su beneficio, Pacheco y Vernet le habían otorgado un terreno para dedicarse a la cría de ovejas, a la par que cumplía su misión de proteger las inversiones de los concesionarios y representar la soberanía bonaerense sobre las islas. La presencia de Areguatí como gobernador de las Malvinas solo duró seis meses, pues en agosto de 1824 retornó a Buenos Aires. Este punto es también para no olvidar, ya que el jefe de origen guaraní nunca estuvo al frente de la defensa de las islas. El motivo es sencillo: en 1824 volvió a Buenos Aires tal apuntábamos; en 1830 ingresó como funcionario de la Aduana, luego ejerció como oficial de justicia y en 1831 falleció. No llegó con vida para saber que el 3 de enero de 1833 los ingleses tomarían el control de las islas Malvinas, lo que perdura hasta la actualidad. Un dato familiar: una tataranieta de Pablo Areguatí, Evangelina Areguati, fue maestra en la escuela Nº 74 Juan José Valle, de Concordia. Carta de Pablo Areguati, Malvinas, 1824.

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