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» Diario Cordoba
Fecha: 09/01/2025 09:18
Transcurrido el simulacro de paz y amor, regresamos a nuestra realidad de enfrentamientos varios. No obstante, hay un nutrido grupo de cordobeses que, pese a las fechas navideñas, ni disimular intenta y, muy por el contrario, se sirve de los actos y eventos que se celebran en esos días para sacar sus lanzallamas. La idea de mi alegato ha venido motivada por la lectura de un texto sobre memoria histórica catalana. En este estudio se recordaba que Joan Rovira i Roure, alcalde de Lleida por más señas, fue torturado y fusilado en 1936 por haber celebrado la Cabalgata de Reyes Magos incumpliendo las órdenes anticatólicas impuestas por Companys. Y es que la Generalitat Catalana de Companys -Sr. al que ahora se le reviste de «honorabilidad» y se le dedican calles, plazas y estadios olímpicos- prohibió todo festejo relacionado con la Navidad (¡que no solo fue Franco quien prohibió los pasacalles carnavalescos, oiga!). Pues bien, atendiendo a las críticas que a la Cabalgata de Reyes Magos de Córdoba estoy leyendo por distintos medios, no solo por su anticipación en un día por riesgo de lluvias que luego quedó en menos de lo previsto -al menos en el horario del desfile-, sino también por el cortejo que acompañaba a las carrozas reales, debo decir que pudiéndome agradar en mayor o menor medida esos figurantes/medusas o los zancudos/avatares -que bien poco tienen que ver con el Nacimiento y Adoración del Niño Jesús-, como entiendo que esa noche sea exclusivamente de los niños, «de todos», y que entre esos todos hay menores de otras confesiones religiosas o de ninguna, aplaudo que entre Melchor, Gaspar y Baltasar desfilen personajes de cuentos y películas infantiles, ya que en caso contrario seguro que saldrían los reivindicadores de una Cabalgata de Reyes inclusiva, normalizadora y vegana. Como aquí se trata de que ningún político quiere que le saquen los colores ni perder votos por cuestiones de fe, pues ¿quién dijo que en el portal no estaba el Rey León? A quien le tiene que gustar una Cabalgata de Reyes es a los niños y no a ningún adulto, que, para nuestra desgracia, solo podemos ya opinar de tortillas con o sin cebolla y cervezas bien tiradas. Utilizar un evento como este para enfrentamientos políticos, además de ser ruin, convierte en el mayor cretino al que lo hace. ¿Para qué fingís que defendéis los derechos de la infancia y luego aprovecháis el día exclusivo de los niños para alimentar vuestros egos y atacar a vuestros adversarios políticos? ¿Acaso pretendéis marcaros un Company, linchar a los organizadores y acabar con el evento en cuestión devolviendo «en caliente» a SS.MM. por ser unos «sin papeles» que no son de vuestro agrado? Suscríbete para seguir leyendo
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