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» SL24
Fecha: 08/01/2025 14:20
Facebook Twitter LinkedIn WhatsApp En el corazón del Cordón Industrial, un territorio que durante años fue sinónimo de progreso y trabajo, la sombra del narcotráfico ha comenzado a extenderse como una plaga implacable. La reciente ola de violencia ha dejado dos asesinatos que, aunque en apariencia desvinculados, revelan una trama compleja de disputas entre organizaciones criminales por el control del mercado de drogas en la región. El trabajo del fiscal Aquiles Balbis y su equipo ha comenzado a arrojar luz sobre este oscuro panorama. Un crimen con antecedente: la muerte de Cristian Barreto El asesinato de Cristian Barreto el 19 de diciembre en Puerto San Martín es más que un hecho aislado. Barreto, que había salido en libertad ese mismo día tras cumplir una condena, tenía un prontuario marcado por la violencia. Fue abatido en circunstancias que las investigaciones han catalogado como un acto de sicariato. Según el fiscal Balbis, este asesinato fue planificado para consolidar el dominio de puntos estratégicos de venta de drogas en la región. El fiscal Balbis está convencido de que el asesinato no fue un simple ajuste de cuentas, por el contrario cree que es parte de una estrategia más amplia de una organización criminal que busca garantizar su control territorial. Las tareas de investigación, que incluyeron seguimientos exhaustivos y allanamientos clave, llevaron a la detención de Adrian Ungaro, familiar de René “Brujo” Ungaro. Este último, un nombre que resuena con terror en Rosario, está condenado a 12 años de prisión por organizar una red de narcotráfico que operaba con mano de hierro en los barrios Tablada y Municipal. Junto a Adrian Ungaro, también fueron detenidos Mariano Aguilar, Miguel Ángel Farias y Federico Pérez, quienes hasta hace pocas horas seguían siendo interrogados. Una conexión que trasciende fronteras El avance de las bandas narcocriminales hacia las localidades del Gran Rosario no es un fenómeno nuevo, pero la intensidad de su presencia en barrios como San Sebastián de Puerto San Martín ha encendido las alarmas. Las autoridades locales se enfrentan ahora al desafío de contener a estas organizaciones, cuyos líderes, como los famosamente temidos Cantero y Ungaro, han comenzado a sembrar el terror con sus soldados. Mirá también Pistaba como un campeón y se puso el camión de sombrero En el barrio San Sebastián, las disputas se han intensificado, y los vecinos describen una atmósfera cargada de miedo. “Uno sabe que aquí mandan ellos. Lo peor es que muchos chicos del barrio terminan siendo reclutados porque no ven otra salida”, relata un vecino que prefirió mantenerse en el anonimato. El segundo allanamiento y la escalada armamentista El primer allanamiento realizado en Puerto San Martín ya había revelado pistas importantes sobre las operaciones de estas bandas. Sin embargo, fue el segundo allanamiento el que expuso la magnitud del arsenal que estas organizaciones tienen a su disposición. Aunque hasta el momento el Ministerio de Seguridad de la Provincia no ha brindado información oficial sobre el operativo, fuentes cercanas a la investigación confirmaron el hallazgo de una gran cantidad de armas. El secuestro de este arsenal no solo pone en evidencia la capacidad de estas organizaciones para operar, sino también la gravedad del problema que enfrentan las autoridades locales y provinciales. “Este tipo de hallazgos es una prueba de que estas bandas no solo compiten por el mercado de drogas, sino también por el poderío militar que les permita mantener su hegemonía”, explicó una fuente judicial. Una ley como herramienta clave El fiscal Balbis ha manifestado su confianza en que esta investigación pueda conectar a los detenidos con las estructuras jerárquicas de estas organizaciones criminales. La reciente ley impulsada por el gobierno de Javier Milei contra las bandas narcoterroristas podría ser una herramienta clave para garantizar que estos sospechosos reciban condenas equiparables a las de los líderes de estas redes. “Estamos ante una oportunidad histórica de cortar de raíz la expansión de estas bandas hacia nuestras localidades. Cada elemento de prueba recolectado y cada conexión que logremos establecer será fundamental para consolidar el caso”, aseguran fuentes de la fiscalía. El Cordón Industrial como nuevo escenario de disputa La geografía del Cordón Industrial, con su cercanía al Gran Rosario y su dinamismo económico, lo convierte en un objetivo estratégico para las bandas narcocriminales. “La región está viviendo una transformación dolorosa. Lo que antes eran conflictos marginales ahora se está convirtiendo en una guerra por el territorio”, explicó un analista de seguridad consultado para esta nota. En este contexto, la intervención del Ministerio de Seguridad y la colaboración de las fuerzas federales serán cruciales para contener la violencia y evitar que el Cordón Industrial se convierta en otro epicentro del narcotráfico en la región.
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