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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 07/01/2025 04:41
Random - Fernando Belasteguín Fernando Belasteguín, apodado Bela, es un exjugador de pádel que posee el récord inigualable de 16 años como número uno del mundo. Acumuló 230 títulos en su carrera, incluyendo seis Campeonatos Mundiales y 11 premios Olimpia de Plata, una distinción reservada a los deportistas más destacados de Argentina. Desde sus comienzos en 1990, cuando descubrió su pasión por el pádel en su pueblo natal Pehuajó, demostró un talento que lo llevó a debutar profesionalmente a los 15 años. Su carrera despegó en 1999 tras una exitosa gira en España, que lo posicionó entre los mejores jugadores del circuito. En 2002, junto a Juan Martín Díaz, conformó una de las duplas más exitosas de la historia que logró una racha invicta de 22 torneos consecutivos entre 2005 y 2007. En 2015, Bela comenzó a jugar con el brasileño Pablo Lima y se afianzó en lo más alto del circuito hasta 2018. Durante este tiempo, ganó múltiples torneos y obtuvo una placa conmemorativa por sus 15 años consecutivos como número uno. También fue compañero de otros destacados jugadores de pádel, como Agustín Tapia, Sanyo Gutiérrez y Arturo Coello. A lo largo de sus 30 años de carrera, Belasteguín no solo dejó una huella imborrable en el deporte, sino que se consolidó como un referente y un símbolo del pádel a nivel mundial. A sus 45 años, se retiró con un homenaje en el Palau Sant Jordi de Barcelona donde estuvieron presentes reconocidas figuras, como el exfutbolista español Carles Puyol, la celebridad italiana y amigo personal de Fernando, Gianluca Vacchi, entre muchas otras figuras del deporte mundial. Fernando Belasteguín: “Las redes sociales y la pandemia fueron clave para el crecimiento del pádel en los últimos años”. Leo: — ¿Tomás dimensión de quién sos cuando casi todos los deportistas o celebrities quieren jugar al pádel con vos? ¿Cómo te sentís con eso? Bela: — Primero lo disfruto un montón porque yo fui profesional de pádel, ahora soy ex, pero en el fondo soy un loco de los deportes. Para mí está buenísimo ir a jugar con futbolistas, con tenistas. Lo lindo es que entre los deportistas, como vos tenés conciencia de lo que hay que hacer, sea el deporte que sea, hay un respeto mutuo porque sabés todo el trabajo que hay atrás. Lo bueno del pádel, sobre todo en los últimos tres o cuatro años, es que hay muchísimos jugadores de deportes muy potentes a nivel mundial que empezaron a jugar al pádel y nos han ayudado un montón a que siga creciendo. Leo: — Te vi con Puyol. Bela: — Sí, soy amigo. Estuvo en mi homenaje... Leo: — ¿Messi jugó con vos? Bela: — No, con Leo no llegué a jugar. Sería espectacular. Leo: — ¿Con David Beckham? Bela: — Estuvimos jugando en la Fórmula 1 el año pasado en Doha. Leo: — También tenés relación con Gianluca Vacchi, un genio, multimillonario, excéntrico... Bela: — Sí, es muy amigo. Pero hay que conocerlo atrás de las cámaras. Leo: — Contame por qué son tan amigos y qué hay detrás del Gianluca que todos vemos en las redes. Bela: — Yo lo conocí en 2019 y nos hicimos muy amigos. Fue una de las personas que nos ayudó mucho también desde su rol de influencer, empresario y DJ. Se volvió loco con el pádel y empezó a publicarlo por todos lados. Él es un loco del deporte. Yo tuve una lesión muy grave en el 2021 cuando jugamos con Sanyo, habíamos ganado dos de los tres primeros torneos, estábamos para pelear y con una edad alta, con 42 años, me rompí cuatro centímetros del gemelo izquierdo en el cuarto torneo. La semifinal era un sábado y yo me estaba pegando la vuelta el domingo a la mañana para Barcelona. Gianluca me dice: “Hacete una resonancia. El domingo a la noche te mando el avión y te venís a casa que vamos a acortar el tiempo”. Con 42 años, 4 centímetros de lesión, después de tantos años, me daban 40 días para que vuelva a jugar. La amistad entre el empresario e influencer Gianluca Vacchi y Fernando Belasteguín. (@gianlucavacchi) Leo: — ¿Él te mandó el avión para que hagas la rehabilitación en su casa? Bela: — Claro. Yo venía de una gira. Mi señora me dice: “Anda tranquilo, no te preocupes”. Me fui 15 días y volví a jugar, a competir, a los 23 días. Leo: — Cuando esperaban que fueran 40… Bela: — Sí. Leo: — ¿Qué tiene en la casa? Bela: — Lo que te puedas imaginar para la recuperación. Metíamos agua fría, agua caliente, bicicleta con infrarrojo, cámara hiperbárica. Mil cosas tiene. A los que nos gusta el deporte, te encierran en la casa de él y sos feliz. Leo: — Que groso que se puso a disposición. Bela: — Tengo una foto con él que la guardo y la cuido un montón. Es de cuando yo fui a su casa con muletas y la lesión de cuatro centímetros, abrazándome y ayudándome a entrar a la cámara hiperbárica como si fuera mi papá. Yo que lo conozco atrás de lo que la gente ve y es un tipo que tiene un corazón enorme. Trata igual a un deportista o a un empresario que a la gente que está en su casa y yo que he viajado por muchos lugares y he visto cada cosas. Atrás del excéntrico hay un tipo con un corazón muy grande y él también es un deportista porque hasta los 18 años fue de la selección italiana de esquí. Es una de las personas que nos ayudó a difundir el pádel. Hay personas que las siguen 40 o 50 millones de personas en el mundo y llegan a gente que los de pádel no llegamos. “Mi hijo se enteró que yo era número uno del pádel porque se lo contaron en el colegio", explicó el deportista. (Candela Teicheira) Pádel En Argentina es uno de los deportes con mayor crecimiento en las últimas décadas. Desde su llegada al país en los años ‘80, ha ganado un lugar destacado en la cultura deportiva, atrayendo a jugadores de todas las edades y niveles. Gracias a su carácter social y dinámico, se consolidó rápidamente y hoy el país es cuna de algunos de los mejores jugadores del circuito profesional a nivel mundial. Además, la infraestructura del deporte ha crecido exponencialmente, con clubes y canchas distribuidos por todo el territorio. Leo: — En los ‘90 fue el boom del pádel, pero ahora volvió para quedarse como un deporte no sólo de élite sino para todas las personas que quieran jugarlo. ¿Por qué crees que logra captar tanta atención? Bela: — Irrumpió con mucha fuerza en los ‘90 con canchas de cemento, después bajó por la economía y por cosas que no se hicieron bien. Yo creo que hubo muchas cosas que ayudaron ahora al crecimiento del pádel, como las redes sociales, la pandemia, que fue tan dura y para el pádel fue impresionante porque fue uno de los primeros deportes que se habilitó para jugar. Es un deporte social, no necesitas condición técnica ni física para pasarlo bien, lo pueden jugar tanto hombres como mujeres y el rango de edad es muy amplio. Yo estuve en una cancha en México con un chico de 8 años, el papá de 42 y el abuelo de 80. Además, lo podés jugar en una hora y cuarto o una hora y media. A nivel económico, te compras una paleta barata y podés jugar. Es un deporte joven, nació en el ‘69 y tuvo sus baches, pero en los últimos 10 años viene con un crecimiento sólido. Hay que darle tiempo. Leo: — Fuiste clave en esa movida de difundirlo. Bela: — Yo cada vez que tenía contacto con alguna personalidad le ponía una paleta en la mano y nunca pedía nada, ni que lo suban ni que difundan. Yo tenía tan claro que el pádel lo empezás a practicar y te gusta tanto que al segundo o tercer partido lo iban a empezar a difundir solos. Es un deporte que ha crecido mucho. Está en Italia, en España, en Argentina, en Chile, en los países nórdicos. En la Federación Internacional ya creo que hay 72 federaciones, pero falta que muchos países conozcan el deporte. Leo: — Hasta hace poco solo algunos podían tener un buen nivel de vida con este deporte, hacer dinero, ahorrar y tener buenos sponsors, pero el resto luchaba. ¿Hoy hay más deportistas que pueden vivir del pádel? Bela: — Sí. Hoy se divide entre el puesto 1 y el 10, entre el 10 y el 20, del 20 al 40 y del 40 hacia atrás. Pero estando entre los primeros 60 ya no te cuesta, podés hacer tu carrera. Leo: — ¿Quién paga? ¿La Federación? ¿Los sponsors? Bela: — El historial marca que son 10 por ciento los premios, 90 por ciento las marcas. Leo: — Pero hoy hay marcas para acompañar a 60 parejas de pádel. Bela: — A 60 jugadores, 30 parejas porque el pádel es un deporte que se juega de a dos, pero el ranking es individual. Ahora que ya hemos abierto esa brecha para que muchos más puedan estar bien, hay que consolidarlo y hacer que del 60 al 100 no les cueste plata. “Lo lindo de jugar al pádel con deportistas de otras disciplinas es el respeto mutuo por todo el trabajo que hay detrás”, señaló Fernando en diálogo con Leo Montero. (Candela Teicheira) Familia y futuro Fernando está casado con Cristina, una odontóloga española, y tienen tres hijos: Federico (16), Sofía (14) y Bea (11). La familia reside en Barcelona, donde han construido su hogar. A lo largo de su carrera, ha equilibrado su vida profesional y personal, reconociendo que el éxito en el deporte no sería posible sin el respaldo incondicional de su círculo íntimo, quienes han sido testigos y partícipes de sus logros y desafíos en el mundo del pádel. Leo: — Sos ganador de muchísimos premios y torneos, ¿cómo toman en tu casa esos triunfos? Bela: — En casa si vos entrás no sabés si yo fui jugador de pádel. Ves algunas paletas, pero no más que eso. Mis hijos se enteraron con los años que yo era número uno. Vino Fede un día y me lo preguntó cuando tenía 8 años. Pero hasta esa edad no lo sabía y con mi mujer preferimos que sea de esa manera. Después me empezaron a seguir un poquito más mi carrera. Pero me engancharon unos años como número uno y después vieron que me limpiaron en los últimos cinco o seis años (risas). Leo: — El mayor de tus hijos vino un día y te dijo así: “¿Papá sos el número uno del pádel?” Bela: — Sí, porque los chicos en el colegio le dijeron: “¿Sabías que tu papá…?”. Con la madre se lo dijimos y desde ese día empezó a tener más interés. Ahí se lo contó a las hermanas, que eran más chicas. Pero yo lo veo bien en el sentido de que empezaron a darse cuenta lo que había hecho en el deporte cuando empecé a perder. Ellos me veían perder y yo al otro día iba a entrenar como si nada. Tuve suerte y pude desarrollar 30 años de carrera, pero podés dejar de ser deportista profesional de un día para el otro por un accidente o una lesión. Yo uso mucho al deporte como fuente de enseñanza para mis hijos. Leo: — ¿Qué vas a hacer ahora que te retiraste profesionalmente? Bela: — Tengo que hacer un montón de cosas. Primero el desarrollo de mi línea Wilson Bela y estamos haciendo un club muy grande en Barcelona, ya tenemos uno en Alicante, pero ese fue una prueba para ver si funcionaba la metodología. Leo: — ¿Es una academia? Bela: — Es todo. La idea es que llegue a varias partes del mundo. Leo: — Entonces, vas a seguir ligado al pádel. Bela: — Es lo único que sé hacer (risas). A través del deporte podemos educar un montón y me voy a meter ahí porque me gusta.
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