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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 06/01/2025 04:56
María Noel de Castro Campos es Ingeniera en Biomedicina por la Universidad Favaloro ¿Qué querés ser cuando seas grande? Es una pregunta a la que toda niña o niño se ha enfrentado alguna vez en su corta vida ante la mirada curiosa de un adulto. Una pregunta enorme, pero que puede ser el disparador de un interés momentáneo o de una verdadera pasión por un oficio, profesión o estudio. Las respuestas sobre ese “ser de adulto” pueden ser variadas, pero hay una que a veces se repite y es la de “quiero ser astronauta”. La fascinación por el cosmos atraviesa al ser humano desde siempre, y hay casos en lo que ese deseo puede transformarse en una realidad, como el de la joven salteña María Noel de Castro Campos, que viene realizando un recorrido académico y de estudios que la llevó a ser seleccionada para participar del proyecto PoSSUM del Instituto Internacional de Ciencias Astronómicas, vinculado a la NASA. "Siempre fui un poco nerd con las matemáticas y la física", dice María Noel Amor por la ciencia “Desde chica, mis papás me llevaban a Cafayate, en Salta. Durante la noche, cuando el cielo estaba bien despejado, nos tirábamos en el piso a mirar las estrellas. No había luces de ciudad, solo el cielo lleno de puntitos que parecía infinito. Recuerdo estar ahí acostada, preguntándome qué había más allá de todo eso. Creo que ahí fue donde empezó todo, en esas noches en el norte, con el sonido del viento y el cielo tan claro que parecía que podías tocarlo”, relata María Noel y asegura que ese fue el momento en el que se planteó: “Quiero saber más, quiero estar ahí afuera algún día”. Ese saber más y “la necesidad de conocer algo desconocido” fueron los motores que impulsaron a esta joven a perseguir el sueño de convertirse en astronauta. “Siempre fui un poco nerd con las matemáticas y la física. En la primaria, me copaba resolver problemas y entender cómo funcionaban las cosas. En la secundaria ya estaba metida de cabeza en las ciencias, y cuando descubrí la física cuántica fue como que me explotó la cabeza”, asegura María Noel. Y agrega: “Me encantaba esa mezcla de ciencia y misterio. Después elegí Ingeniería Biomédica porque me parecía una forma de aplicar todo eso a algo que ayudara directamente a la gente. Pero el espacio siempre estuvo ahí, como esa cosa que te llama. Por eso, cuando pude, seguí con la Maestría Aeroespacial. Hoy me dedico más que nada a la combinación de ingeniería biomédica, es decir equipos médicos, con el espacio como trajes espaciales o sistemas de soporte de vida”. Como parte de su entrenamiento, María Noel se somete a experiencias de falta de gravedad Una candidata, un sueño María Noel fue elegida junto a otros nueve graduados, de otros países, para ser parte del Project PoSSUM; un programa que se especializa en el estudio de la dinámica de la atmósfera superior (mesosfera) y su papel en el clima global. Este proyecto tiene lugar en las instalaciones del Instituto Internacional de Ciencias Astronómicas (IIAS, por sus siglas en inglés) que está en asociación directa con la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) en Estados Unidos. “PoSSUM fue una locura. Estar ahí fue darme cuenta de que estaba más cerca de lo que siempre soñé”, reflexiona de Castro. “Fue como decir: esto no es solo un sueño, esto puede ser real. Conocí gente increíble que comparte la misma pasión y aprendí muchísimo. Lo mejor fue darme cuenta de que no importa de dónde vengas, si tenés ganas y trabajás, podés llegar. PoSSUM me dio herramientas y, sobre todo, me hizo sentir que llevar la bandera argentina al espacio no es imposible”. La falta de gravedad o estar en un simulador espacial no son experiencias que se vivan todo el tiempo. “Es raro, pero emocionante. Es como que de repente las reglas cambian y tu cuerpo no sabe bien qué hacer. Estás flotando, pero a la vez tenés que mantener el control. En los simuladores sentís esa mezcla de adrenalina y fascinación, como cuando vas en una montaña rusa pero más intenso. Es algo que no te olvidás. Cada vez que lo hago pienso: Esto es lo más cercano al espacio que puedo estar por ahora”, celebra mientras continúa trabajando y estudiando para convertirse en astronauta. Un ejercicio bajo el agua Llegar a Marte “Este es un pequeño paso para un hombre, un gran salto para la humanidad”, exclamó Neil Armstrong mientras daba sus primeros pasos en la Luna en julio de 1969. Una transmisión que --si bien sigue generando debates-- quedó grabada en la retina de todo el planeta. Pero ¿y ahora qué es lo que sigue? “Marte es el próximo desafío. Es el lugar donde podemos ir y decir: acá estamos, seguimos explorando”, asegura María Noel, quien desea convertirse en la astronauta argentina que pueda llegar al planeta rojo que está a nada más y nada menos que unas 140 veces la distancia de la Tierra con su satélite. “Me gusta la idea de que sea tan inexplorado, tan difícil. Es como la cima de una montaña, pero en otro planeta. Además, pensar en ser parte de algo tan grande, algo que queda para la historia de la humanidad, me mueve mucho. Marte es un símbolo de lo que somos capaces de hacer si nos lo proponemos”, reflexiona. Cuando piensa en qué le diría a una niña o niño que sueña con ser astronauta, la ingenieria Biomédica asegura: “Le diría que sueñe en grande y no se deje frenar por nada ni por nadie. Que pregunte, que aprenda y que no se rinda cuando algo parezca difícil. Yo me vine sola a EE.UU., dejando mi casa, mi familia y un montón de cosas atrás, solo porque sabía que quería llegar al espacio”. Y destaca: “A veces es duro, pero vale cada segundo. Si realmente lo querés, cada pasito te acerca. Y si yo puedo, cualquiera puede. El espacio no es solo para unos pocos y hoy en día la industria espacial está creciendo a pasos agigantados”.
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