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» Elterritorio
Fecha: 04/01/2025 12:50
Estudiantes de coaching convirtieron una tarea curricular en una cruzada solidaria y se organizaron para llevar frescura a la sala principal del asilo Agustín Iriarte de Posadas. Necesitan recaudar en total 2 millones de pesos para el 9 de enero sábado 04 de enero de 2025 | 1:00hs. En total 11 estudiantes emprendieron la campaña luego de visitar el asilo como payacoaches. Fotos: Marcos Isaac El calor hace estragos en Misiones y puede, a veces, opacar actividades cotidianas o hasta festejos. A fines de noviembre hubo una pequeña ola de calor que quedó grabada en la memoria de un grupo de estudiantes de la escuela Ecoa, dedicada al coaching ontológico. Vestidos de payasos y cargados de entusiasmo, arribaron al asilo Agustín Iriarte con el propósito de llevar alegría a los ancianos que allí viven. Si bien generaron un contacto genuino y amoroso con sus habitantes, el sofocante calor de la sala los llevó a querer contribuir más y emprender una cruzada solidaria, atentos a que el verano recién estaba por comenzar. El asilo, ubicado en el histórico barrio de El Palomar de Posadas, se asienta en las bases de una antigua casa y tiene una larga tradición cuidando a personas mayores. Actualmente alberga 19 integrantes, la mayoría ya en sillas de ruedas. La falta de aire acondicionado en la sala principal -donde desayunan, almuerzan y pasan gran parte de su día- fue lo que despertó el ánimo de colaborar. Y así, nació “Brisas de Solidaridad”, una campaña con el objetivo de recaudar 2 millones de pesos para instalar un sistema de aire acondicionado y poder aclimatar el espacio. El grupo, conformado por once estudiantes, se movilizó inspirado por la formación en liderazgo y organización que reciben en la Ecoa. “Ya habíamos organizado una conferencia y una fiesta retro para recaudar fondos el año pasado, así que teníamos cierta experiencia”, explicó Maxi Danieluk, recordando cómo esa previa les dio confianza para estructurar la nueva campaña. La mayoría de los ancianos tiene movilidad reducida y se concentra en la sala. El 9 de diciembre presentaron la iniciativa ante sus compañeros de la carrera que también fueron los primeros en colaborar. Determinaron un presupuesto, organizaron las estrategias y establecieron un mes como plazo para alcanzar la meta. Crearon un alias bancario, brisas.solidarias, y también dispusieron una alcancía en un hotel céntrico, donde trabaja Rocío, otra integrante del equipo. “La gente se entera y nos busca; cualquier aporte, por más pequeño que sea, suma”, destacaron. La campaña pronto cobró vuelo, con apariciones en canales de televisión, radios y redes sociales. También organizaron actividades complementarias, como una rifa y un taller de ventas liderado por una de sus profesoras. Todo en medio de exámenes finales, fiestas de fin de año, y otras exigencias particulares que se acumulan en esta época. Sin embargo la campaña ya es un éxito condensando desde donaciones individuales hasta colaboraciones más significativas, como la instalación gratuita del aire acondicionado que ya les ofreció un conocido. También la idea es poner cortinas, cambiar unos vidrios, todo lo necesario para que el lugar pueda mantenerse fresco. A poco de cerrar la cruzada, ya vienen recaudando un millón seiscientos mil pesos (1.600.000) y en este último trecho se mantienen más activos que nunca para poder llegar al objetivo. Por otra parte, el contacto asiduo con los habitantes del asilo, en su mayoría mujeres, generó un vínculo de confianza y camaradería que excede la cruzada. “Los que están conscientes saben de la campaña y festejan lo que estamos haciendo. Constantemente venimos, hablamos con ellos...vino incluso un técnico, sacamos las medidas y ellos están presentes y saben la necesidad del aire, por eso celebran esta acción” alertó Lili, una de las payacoach de la campaña. Además, meriendas, teatro, bailes y conversaciones espontáneas se fueron generando en nuevos encuentros para compartir. “Vinimos varias veces, trajimos budines, frutas,una tarde de manicura y también una agrupación amiga aportó otras cosas como medicamentos y gasas”, agregó Lili, dando cuenta de que el alegre recibimiento de las abuelas reafirma que vale la pena cada esfuerzo. De esta manera, lo que parecía una tarea curricular, se convirtió en algo más que una tarde de risas, se transformó en un vínculo que va más allá del compromiso solidario. Un aire de frescura y notoriedad a los adultos mayores que ojalá se replique y pueda convertirse en viento constante de cambio social. Para agendar Un aire de plenitud. La campaña solidaria es de un mes, por lo que cierra este 9 de enero. El Instagram oficial es: @BrisaSolidaria. Se reciben todo tipo de aportes al alias de brisas.solidarias. Además pueden comunicarse a los teléfonos 3624-821715 (Cinthia Romero ) y 3764-526109 (Hilda Edith Ferreyra)
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