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Concordia » Hora Digital
Fecha: 03/01/2025 16:16
La educación en línea ya no se limita solo a abandonar el aula física o explorar entornos virtuales. Ahora, la idea de sumergirse en una realidad paralela para aprender plantea nuevas discusiones y posibilidades. En 1992, el novelista estadounidense Neal Stephenson publicó la novela de ciencia ficción Snow Crash, en la que introdujo el término "metaverso" de manera irónica y humorística para referirse a un entorno digital donde las personas podían ingresar e interactuar. Actualmente, el metaverso se percibe como la próxima gran revolución tecnológica que promete llevar nuestras vidas a una nueva dimensión. Facebook ha cambiado su nombre a Meta, y todas las compañías de Silicon Valley están explorando las posibilidades de este "universo paralelo" que va más allá de la realidad virtual. Sin embargo, para algunos, el metaverso plantea importantes dilemas éticos que todavía están por resolver. Aunque no hay una definición única del metaverso, es importante diferenciarlo de la realidad aumentada. Se trata de un tema que está presente en el ámbito educativo, ya sea como una herramienta más dentro de la educación híbrida o como una revolución en el aula. Una posible definición del metaverso lo describe como la combinación de diversas tecnologías que crean una realidad paralela en tres dimensiones a través de entornos inmersivos. No es una realidad existente en sí misma, sino que surge a partir de la integración de otras tecnologías que fusionan lo físico con lo virtual. La principal diferencia entre el metaverso y la realidad aumentada o virtual radica en que el metaverso incluye la realidad virtual, que proporciona una experiencia única a través de avatares y tecnologías como gafas o guantes con sensores. Es un entorno que permite la interacción con otros usuarios de forma "realista", como si se tratara de un universo paralelo. Un trabajo relevante, titulado "Decodificando el metaverso: convergencia y oportunidades para América Latina" (2024), elaborado por especialistas como Mario Adaro, Tomás Balmaceda y otros, analiza diversos aspectos del metaverso y su impacto en la región. Se destaca la importancia de comprender qué es el metaverso, cómo construirlo y por qué es relevante, además de abordar la brecha digital en América Latina. En el ámbito educativo, el metaverso se presenta como una herramienta clave para mejorar la atención y la participación de los estudiantes en el aprendizaje. Se destaca que no busca reemplazar la interacción humana ni la realidad, sino potenciarlas y abrir nuevas posibilidades de experiencias y aprendizaje. La evolución hacia un modelo de educación más participativo y colaborativo, conocido como e-learning 2.0, se vincula con el metaverso y su capacidad para crear espacios educativos atractivos y divertidos. Sin embargo, es fundamental abordar cuestiones éticas y de privacidad en el uso de estas tecnologías. Otro aspecto importante es la formación de los docentes, que deben estar preparados para guiar a los estudiantes en el uso crítico de estas herramientas. La experiencia con el metaverso en la educación ya se observa en instituciones como la UNAM en México, AltspaceVR en Brasil y la Universidad de Buenos Aires en Argentina, donde se realizan diversos proyectos y experimentaciones inmersivas.
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