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» Diario Cordoba
Fecha: 03/01/2025 09:38
Investigadores antinarco destinados en Madrid, Canarias o Barcelona compartiendo alojamiento porque no les da el sueldo; veteranos acudiendo a abordar narcoveleros con más de 60 años de edad porque no se pueden permitir la jubilación; expertos de la lucha contra el crimen organizado participando en golpes con policías y guardias, igualmente armados, pero cobrando la mitad... Los agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) se están organizando para librar un pulso con su patrón, el Ministerio de Hacienda. Un millar de ellos está participando en el embrión de un sindicato que ya tiene un primer objetivo: la equiparación salarial con otros cuerpos policiales, principalmente los Mossos d'Esquadra. Un mosso patrullero de seguridad ciudadana, o antidisturbios de la Brigada Móvil catalana, agente de la escala básica, de nivel administrativo 14 y con un trienio en su haber, cobra una media de 2.280 euros líquidos. Un agente del SVA, en la misma escala y de nivel 18, también con un trienio acumulado, cobra 1.667 euros líquidos. Esa diferencia del 47% y el precedente que Interior sentó con policías nacionales y guardias civiles tras sus campañas en pos de la equiparación salarial ha agitado al colectivo de los policías de la Agencia Tributaria. Ejecutivos de la cúpula de Hacienda y agentes de la Vigilancia Aduanera podrían reunirse este mismo mes de enero. Los acontecimientos se suceden rápidamente en ese cuerpo clave de la Seguridad del Estado. En marzo pasado, después de una operación antinarco con mucho peligro, nació un grupo de Whatsapp de miembros del SVA preocupados por su bajo salario. El grupo tenía un centenar de miembros en un mes; hoy son 993, casi la mitad de una plantilla total de 2.200 en la que un agente recién contratado puede cobrar 1.490 euros netos al mes. Camino andado El 1 de octubre pasado se registró la Asociación Nacional de Vigilancia Aduanera, base de la plataforma JUSVA (Justicia Salarial de Vigilancia Aduanera), donde ahora militan agentes de todas las escalas del servicio y de sus dos áreas: Marítima e Investigación. La evolución de JUSVA recuerda a la que policías y guardias civiles siguieron tras el estallido del procés, en octubre de 2017, y el alistamiento de grandes contingentes policiales en aquellos barcos Piolín durante 2018. La indignación en ambos cuerpos condujo a una movilización sin precedentes en pro de salarios como los de la policía catalana, e impulsó la creación de la plataforma Jusapol. “Andamos una huella que está labrada en el suelo”, explica Jorge S., agente de Vigilancia Aduanera y presidente de JUSVA. “Somos la policía peor pagada de España”, denuncia antes de señalar que un guardia civil puede cobrar entre 11.000 y 14.000 euros anuales más que un agente del SVA. “La brecha que nos separa de ellos es enorme”, dice. Un agente del SVA, ante un centenar de bidones de combustible que utilizaban los narcos para sus lanchas en el Cap de Creus (Girona), en enero de 2024. / SVA En su opinión, al SVA y a los Mossos, como a otros cuerpos policiales, les asemejan cinco detalles: están en el ámbito de la Seguridad del Estado, tienen una unidad marítima, van armados, tienen carácter de autoridad, policía judicial y policía fiscal y tienen capacidad de investigar a organizaciones criminales en todo el territorio español. “Hay una cosa que nos diferencia de los Mossos -dice Jorge S.-, y es nuestro ratio de muertos en acto de servicio". Ya van seis del SVA desde que, en 1983, el agente Manuel Fernández Vidal falleció en un accidente de tráfico durante un operativo. Las dos últimas bajas mortales se han registrado en 2021 y 2023. Son, respectivamente, las de José Luis Domínguez Iborra, muerto en el accidente de un helicóptero del SVA que perseguía a una narcolancha, y Carlos Esquembri, que perdió la vida cuando trataba de abordar un velero cargado de droga en alta mar. Objetivos La plataforma que se está consolidando en la policía de la Agencia Tributaria tiene tres objetivos, que recuerdan el camino seguido por policías y guardias civiles. Primero reclamarán una auditoría externa “que evalúe la brecha salarial”, relata el dirigente de la plataforma. Después llegará la reclamación efectiva de una equiparación salarial con el resto de cuerpos policiales. En esta fase, el pulso quizá se atasque en un cambio de paradigma. Hasta ahora, el Estado -como también los sindicatos gremiales de Hacienda- no ha enfocado a estos 2.200 funcionarios como policías, sino como empleados de la Agencia Tributaria, cuya directora, Soledad Fernández, es también la jefa del SVA. Sin embargo, sus lanchas rápidas, sus vuelos rasantes y la discreta investigación de cuentas y bienes de los criminales está detrás de importantes operaciones policiales. En noviembre de 2024, la aprehensión récord de cocaína en España, 13 toneladas incautadas por la Policía Nacional en el puerto de Algeciras, en una operación que se relacionaría también con la captura de Óscar Sánchez, el jefe policial antiblanqueo en Madrid que guardaba millones de euros en la pared de su casa. Pesquisas de la Vigilancia Aduanera han estado en el origen de grandes golpes policiales al narcotráfico, como la incautación en Algeciras, el 8 d enoviembre, de 13 toneladas de cocaína. / Carrasco Ragel EFE “El SVA ha desarrollado mecanismos y conocimientos que no tiene ningún otro cuerpo policial”, indica S. La información fiscal es la gran herramienta de Vigilancia Aduanera. El servicio ha impulsado golpes policiales históricos, como la Operación Emperador contra los blanqueos de miles de millones de euros de mafiosos chinos en 2013, la recuperación en 2017 de más de 3.000 piezas de arte robadas en la Operación Pandora o la incautación, un año después, de 100 millones de cajetillas de tabaco de contrabando en la Operación Minerva. Los abuelos El 18 de marzo de 2023, el historiador y funcionario del SVA Carlos Esquembri tenía 59 años cuando la embarcación de la que era jefe hincó proa, volcó y lo atrapó en la persecución de un velero cargado de droga en el Atlántico canario. Su compañero observador aéreo José Luis Domínguez Iborra tenía 62 años cuando, el 11 de julio de 2021, su helicóptero cayó persiguiendo una lancha cargada de hachís a 90 millas de Marruecos. La aeronave quedó boca arriba con él dentro. Sus compañeros consiguieron sacarlo, pero ya no remontó: murió camino del hospital. Estos siniestros, que conmocionaron al SVA, están directamente implicados con el tercer objetivo de JUSVA: una jubilación anticipada, “y digna”, matiza su presidente. “Tenemos una tasa de accidentes brutal, sobre todo en la zona sur”, asegura Jorge S.… y en parte halla su explicación en las edades de algunos colegas, especialmente entre los agentes de operaciones especiales. Habla de lesiones como el estallido de un fémur, o las derivadas de verse atrapado entre la lancha policial y la embarcación que, sobre las olas, hay que abordar. “Hay compañeros navegando en lanchas rápidas y patrulleras grandes con 65 años y muy mala mar. Y navegar con mala mar es horrible”, lamenta S. Para operaciones especiales, es habitual recurrir a lo que en el SVA llaman “los abuelos”. Les avala la experiencia. Pero su persistencia en el servicio muchas veces se debe más a la necesidad que a la vocación. Al final de sus carreras, agentes de la escala básica pueden tener un salario de 2.300 euros… que se tornan en una pensión de 1.700 si se jubilan. Muchos no pueden permitirse el lujo de descansar. La tasa de sustitución es baja en la plantilla. Cuando la Policía Nacional hace convocatorias para más de 2.000 plazas, el SVA puede hacerlas también… para 40. “Seguimos una hoja de ruta, y lo primero es hablar con nuestros jefes -explica Jorge S.- Si no entienden la situación, nos planteamos movilizaciones”. Su advertencia hace prever un año de conflictos. “Nosotros entregamos nuestras vidas en un servicio al pueblo, y el pueblo no conoce las condiciones en las que lo hacemos. Habrá que contarle qué pedimos, porque es de justicia -dice el dirigente de JUSVA- y hacer toda la presión que esté en nuestra mano hasta que los políticos equiparen nuestros salarios a los de otros cuerpos policiales”.
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