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  • La historia de amor de Gustavo Costas con su pareja, 32 años menor que el DT de Racing: “Es más loco en casa que en la cancha”

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 03/01/2025 02:39

    Gustavo Costas tiene un “Hilo Rojo” con Paraguay. Aunque al técnico de Racing no le guste el color que identifica a Independiente, el vínculo que formó con el país vecino es llamativamente incondicional. En diciembre pasado logró concretar el máximo objetivo de la Academia en Asunción. Fue en la final de la Copa Sudamericana que le ganó al Cruzeiro, que le permitió al club de sus amores volver a conquistar un título internacional después de 36 años (él había sido el capitán de la Supercopa de 1988 en el equipo que lideraba el Coco Basile). Paraguay fue el país que le abrió las puertas para que adquiriera su primera experiencia como estratega del otro lado de las fronteras. Fueron tres temporadas en Guaraní, donde dejó su huella antes de emigrar hacia Alianza Lima de Perú. Sin embargo, la tierra del tereré le iba a pedir al ex defensor central que volviera para sacar campeón a Cerro Porteño. Amado por el pueblo paraguayo, Costas también llevó sus enseñanzas a Olimpia y tuvo un segundo ciclo en Guaraní. Sin dudas, el ídolo de Racing se convirtió en un profeta en tierras paraguayas. Gustavo Costas con Zully y el pequeño Gustavito Pero más allá de los logros deportivos y el cariño de los hinchas, el ídolo de la Academia encontró el verdadero amor en el país que lo adoptó como un referente local. Zully Ayala, una joven paraguaya 32 años menor que él, se convirtió en su compañera de vida. “Un día me invitaron al cumpleaños de un amigo, apareció, me dio un abrazo de repente y, me hizo sentir algo distinto. Empezamos a conocernos y fui dándome cuenta de que tenía ese código de las chicas de antes, de amar, adorar a sus padres, a su gente, algo que hoy cuesta más encontrar”, recordó recientemente Gustavo Costas en una entrevista brindada a la revista Gente, cuando fue elegido uno de los personajes más influyentes del 2024. “Ella tiene 29 años y yo 61. Es una locura, pero más para Zully”, explicó el DT entre risas. Y agregó: “Estamos muy bien. Cuando nos fuimos a trabajar a Chile en 2022 nació Gustavito, que es divino, hermoso. La verdad es que nos sentimos bárbaro juntos. Ella es familiera al máximo, y todo empezó a suceder muy rápido”. Si Costas es un obsesivo del trabajo en cualquier desafío que asume, su pasión se multiplica cuando se trata de Racing. El ídolo albiceleste al que ya se le está haciendo una escultura para ubicar en el Cilindro junto a la de Mostaza Merlo y José Pizzuti sabe que necesita el apoyo de su esposa para focalizar sus energías en el club que ama. “Ella está feliz. Sabe lo que yo sufro por el trabajo, que le doy al ciento por ciento en todo ¡Y era consciente de que con Racing ese cien iba a ser el mil por ciento!”. Dicen que detrás de cada gran hombre hay una gran mujer. Y así lo reconoció el técnico antes de chocar las copas en las Fiestas de fin de año. “Le agradezco a Zully de por vida haber aguantado todo esto que me pasó con Racing, porque yo ni dormía y ella siempre estaba al lado mío. La amo cada vez más”, subrayó. Naturalmente, ella también le dedicó unas palabras en la prensa rosa, cuando le consultaron sobre intimidades de su relación. “El es más loco en casa que en la cancha, porque acá no tiene filtros ni tiene que guardar las formas. Es imparable a veces. Gustavo es una máquina, que si no le apretás el botón de pausa te puede continuar sin dormir con la adrenalina a flor de piel. Se le entiende, porque me pasó lo mismo con mi hijo Gustavito. Gustavo ama Paraguay porque es el país que le dio trabajo, por la gente, por la comida y por nuestras costumbres”, cerró. “Primero soy de Racing y después argentino”. Así se define Gustavo Costas, el ídolo de la Academia que logró un título internacional con el club de sus amores después de 36 años tras la victoria por 3-1 ante Cruzeiro en la final de la Copa Sudamericana en Asunción. “Cuando nací, mi viejo me inyectó esa droga y después me llevó para que me anotaran en el Registro Civil”, dice con emoción cada vez que alguien le consulta sobre los orígenes de su pasión. La pasión con la que vivió el partido en La Nueva Olla, como si fuera un jugador más, corriendo y celebrando los goles de Gastón Martirena, Maravilla Martínez y Roger Martínez, demuestra lo que siente Costas por la institución de Avellaneda. Y en cada festejo, en su cabeza (y en su corazón) estuvo presente el amor de su vida. La pareja y el pequeño hijo durante un festejo familiar

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