04/01/2025 19:45
04/01/2025 19:43
04/01/2025 19:43
04/01/2025 19:42
04/01/2025 19:42
04/01/2025 19:41
04/01/2025 19:41
04/01/2025 19:40
04/01/2025 19:40
04/01/2025 19:40
» Misionesopina
Fecha: 02/01/2025 10:40
La Jefatura de Policía apartó de la fuerza al subcomisario Ricardo Andrés Arrúa (43) quien era el jefe de la División Infantería de la Unidad Regional III al momento de que encontrarán muerto al suboficial Leonardo Mauricio Miñarro con dos disparos en el cuerpo. Fuentes en contacto con el matutino colega Primera Edición confirmaron ayer el pase a disponibilidad y que en los próximos días se dará a conocer el nuevo jefe de la dependencia. Arrúa fue uno de los últimos en ver con vida a Miñarro ya que incluso horas antes de que apareciera muerto, habrían realizado un operativo de prevención juntos. Por otra parte, ayer trascendió el informe preliminar de la autopsia realizada en la Morgue Judicial de Posadas. Acto seguido, durante el día, entregaron el cuerpo a sus familiares. En el adelanto, se confirmó que el suboficial tenía un solo balazo en el pecho y otra lesión en un brazo, producto de un roce de una bala que no llegó a impactar de lleno, según confiaron voceros del caso. Recién con el informe completo, se sabrá el calibre del arma utilizada y otros detalles. Con la muerte del cabo primero, se conocieron irregularidades en aquella dependencia, tal cual se remarcara en la publicación anterior de este Diario. Una de ellas es que no había un inventario o registro claro de la cantidad de armas que había en la sede y cuantas faltan desde el episodio. Dos años atrás incluso no hay registros. También quedó en la mira el ahora exjefe de aquella división porque en principio, de guardia debían estar tres efectivos, pero solamente estaba Miñarro. Uno de sus camaradas cumplía servicio adicional y el otro aparentemente se fue a su casa, por lo que ambos serán sumariados por la Jefatura e iniciarán una investigación interna. Las mismas fuentes revelaron que en torno a la muerte del suboficial, se conocieron otros aspectos cuanto menos irregulares que se investigarán. Uno de ellos es que la víctima supuestamente “vivía” en el destacamento y de hecho en los elementos de su propiedad secuestrados, entre ellos el chaleco táctico de uso oficial, encontraron cabello de otra persona, presumiblemente de una mujer, según confiaron las fuentes, pero restan las pruebas de ADN para establecer a quien le pertenece. Actualmente, el lugar quedó custodiado por personal encubierto de Posadas y ya no funcionará más allí la división Infantería. Nadie escuchó disparos Otra de las particularidades que rodea al caso es que, a escasos metros de la dependencia, residen un hombre y una mujer que ofician de cuidadores del predio del Aeroclub lindante a la División Infantería. Supuestamente esas personas no vieron ni detectaron movimientos extraños antes del hecho como tampoco lo hizo otro sujeto que trabaja en el mantenimiento del lugar, específicamente cortando el césped y fue quien llegó al sitio en la mañana temprano poco antes que descubrieran al policía muerto. En su momento, el propio jefe de Policía, Sandro Martínez, dijo que en el lugar no encontraron nada revuelto ni el faltante de elemento alguno. Respecto a la particularidad de que Miñarro fuera encontrado sin remera, en short y ojotas, de algún modo concuerda con la versión que más que de guardia prácticamente estaba como en su casa. Sin embargo, la jueza que lleva adelante el caso, María Laura Rodríguez, titular del Instrucción 1 de Eldorado, consideró la posibilidad de que el caso se haya dado en el contexto de intento de robo de algunas de las avionetas en el hangar lindante al destacamento policial y que la víctima descubrió el ilícito, pero no pudo actuar ni pedir ayuda. A su vez, la propia magistrada no descartó seguir otras líneas investigativas o hipótesis para esclarecer completamente el hecho. Lo que no cierra en el círculo de los investigadores es que nadie escuchó disparos y que parte de la indumentaria que tenía Miñarro (ojotas) estaban limpias e intactas, como si no hubiera recorrido o caminado sobre el predio generalmente compuesto por tierra alrededor. ¿De armas o avionetas? Con este escenario, otra de las hipótesis es que posiblemente se trató del robo de armas que había en la sede policial. Al principio se mencionaron dos escopetas y dos FAL (Fusil Automático Liviano) pero ayer trascendió una lista del armamento faltante y el número alcanza a nueve armas de fuego que no se encontraron, incluyendo la pistola reglamentaria de la víctima. En este marco, se supo que en la dependencia no fueron halladas cuatro escopetas calibre 12-70 milímetros, dos FAL calibre7.62 como tampoco tres FMK3 calibre 9 milímetros y la mencionada pistola 9 milímetros que le pertenecía al policía asesinado. Lo que no se sabe o no se puede confirmar aún, es que hayan desaparecido el día que mataron al suboficial porque no había registro o acta oficial de dicho armamento, lo que puso aún más en la mira al exjefe de esa dependencia quien estaba en el cargo hace más de tres años, incluso cuando era oficial principal. Otras medidas ordenadas por la jueza que entiende en la causa tienen que ver con el levantamiento de huellas en el lugar y que serán cotejadas con todo el personal que en algún momento estuvo en la sede. En principio, tanto Arrúa como otros compañeros de Miñarro, fueron sometidos a la prueba de parafina y absorción atómica y los resultados serán agregados al sumario policial del caso. Esas pruebas habrían dado resultados negativos aunque oficialmente la fuerza no emitió comunicado o detalle al respecto. También es probable que en los próximos días comiencen las testimoniales a cargo de la mencionada jueza Rodríguez. Fuente: Primera Edición
Ver noticia original