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Concepcion del Uruguay » Radiofrancafm
Fecha: 01/01/2025 04:39
Durante la concurrencia a las playas o las piletas, la gente procura cuidarse la piel y el cabello, pero también hay que prestar especial atención a la vista para proteger los ojos del agua, el sol y el viento. Con la llegada del verano, la preocupación por la piel y el cabello se intensifica, pero muchas veces se descuida la salud de los ojos. Estos órganos, fundamentales para procesar más de 10 millones de datos por segundo, merecen más atención. El doctor Fernando Giusio, jefe del Departamento de Ojo Seco de la clínica de ojos Zaldívar, explicó cómo proteger los ojos frente a las condiciones extremas del verano, como el sol, el viento y el agua. Protección solar en la playa El sol, el viento y el mar pueden dañar seriamente los ojos en la playa. Giusio recomienda usar gafas de sol de buena calidad, que cubran tanto la parte frontal como los laterales de los ojos, además de una gorra para protegerse del sol que entra desde arriba. También es importante evitar abrir los ojos bajo el agua del mar, o usar antiparras tanto en la playa como en las piscinas. “Es muy difícil evitar el viento en la playa y los granos de arena vuelan fácilmente. Por eso, es crucial protegerse adecuadamente”, señaló el experto. Cuidado con los lentes de sol baratos Las gafas de sol compradas en la playa o a vendedores ambulantes suelen ser de mala calidad y representan un riesgo para la salud ocular. “Como dice el refrán, lo barato sale caro”, advirtió Giusio. Según explicó, la fabricación de lentes es un proceso complejo que incluye filtros antirreflex, infrarrojos y fotocromáticos, y que solo las gafas adquiridas en ópticas habilitadas garantizan protección real. Estas gafas, además, ofrecen mayor confort y durabilidad, con materiales más resistentes y livianos, y monturas mejor elaboradas. Uso de antiparras El uso de antiparras para meterse al agua es muy común entre los más chicos y quienes practican deportes acuáticos, pero no tanto entre el público en general. Para el especialista, deberíamos empezar a usarlas cada vez que nos metamos a la pile o al mar. Giusio destacó que las piletas y el mar pueden ser peligrosos para los ojos debido a la contaminación y la salinidad del agua. “La recomendación es usar antiparras siempre que se ingrese al agua”, agregó. Las antiparras previenen infecciones y protegen la vista de la irritación. Qué hacer si un grano de arena se mete en el ojo Uno de los incidentes más frecuentes en la playa es que un grano de arena quede alojado en el ojo debido al viento. Giusio explicó que lo peor que se puede hacer es frotarse el ojo. En su lugar, lo más efectivo es parpadear intensamente, lo que estimula el lagrimeo y ayuda a eliminar el objeto extraño. “Si el problema persiste, lo mejor es consultar a un oftalmólogo, quien utilizará un equipo especializado para retirar el cuerpo extraño sin causar daño”, indicó. El ojo seco: una epidemia silenciosa Más allá de los cuidados veraniegos, Giusio mencionó otro problema ocular creciente: el ojo seco. Esta afección, vinculada al uso excesivo de dispositivos electrónicos, afecta a personas de todas las edades, y se está convirtiendo en una de las principales preocupaciones de salud mundial. “El ojo seco es una enfermedad multifactorial, y en algunos casos puede generar cuadros depresivos debido a la persistencia del dolor”, explicó el oftalmólogo. El síntoma principal es la sensación de picazón, ardor y la presencia de partículas extrañas en el ojo. Giusio también destacó que las mujeres, especialmente las mayores de 50 años, son más propensas a sufrir esta condición, y que el uso prolongado de dispositivos electrónicos, que reduce la frecuencia del parpadeo, contribuye a su desarrollo. El parpadeo es esencial para distribuir las lágrimas en la superficie ocular. Normalmente, una persona parpadea entre 16 y 18 veces por minuto, pero cuando está frente a una pantalla, esa cifra se reduce a solo 5 o 6 parpadeos. Por eso, Giusio recomendó hacer pausas cada 20 minutos frente a la computadora para descansar la vista, caminar, tomar un mate o simplemente parpadear y mirar un objeto lejano. Prevención y tratamiento El tratamiento del ojo seco incluye el uso de lágrimas artificiales y, en algunos casos, otros procedimientos como taponcitos o terapia con luz pulsada. Giusio recalcó la importancia de una consulta médica ante los primeros síntomas, ya que se trata de una condición crónica que requiere seguimiento. “El ojo seco no tiene cura, pero con el tratamiento adecuado se puede mejorar la calidad de vida de quien lo padece”, concluyó. (Rosario 3)
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