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» La Capital
Fecha: 29/12/2024 10:10
Está en fase experimental y hay grandes expectativas. Permitiría evitar las principales complicaciones de la enfermedad que transmite la vinchuca El equipo de científicas que publicó su trabajo sobre Chagas en una importante revista internacional. En la Argentina, alrededor de 2 millones de personas están infectadas y 6 millones están en riesgo de infección con Trypanosoma cruzi el parásito que produce la enfermedad de Chagas. En Rosario, hay diagnosticados unos 2 mil pacientes, que se atienden en su mayoría en el Hospital Centenario, centro de referencia en la región. Esta patología, frecuente en Latinoamérica, motivó a investigadoras de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), quienes desarrollaron una vacuna nasal con el objetivo de evitar las principales complicaciones del Chagas. Después de seis años de arduo trabajo ya tienen pruebas contundentes en la fase experimental, y van por más. Esos resultados fueron publicados recientemente en la prestigiosa revista científica internacional Vaccines. El logro es del Grupo de Estudios en Enfermedades de Chagas del Instituto de Inmunología Clínica y Experimental de Rosario (Idicer), que depende del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y de la UNR. La Capital habló con Ana Rosa Pérez, biotecnóloga y doctora en ciencias biomédicas, quien dirige el Idicer y es la cabeza de un equipo de científicas jóvenes y apasionadas por su tarea, que consiguió este avance, hasta ahora probado en animales, pero que podría cambiar la historia del Chagas si se confirman sus beneficios en humanos. "Conseguimos una vacuna nasal que permite atenuar la fase aguda de la infección y disminuir la miocarditis chagásica aguda, y la crónica, que es la complicación cardíaca más severa que produce esta enfermedad", tan frecuente en América latina, pero de la que ya se registran miles de casos en Estados Unidos y Europa. "Lo que obtuvimos es a nivel experimental, y nuestro objetivo a largo plazo es llegar a las pruebas con humanos. Todavía no podemos vacunar personas, pero vamos por ese camino", dijo la investigadora, quien desde los inicios de su carrera trabajó buscando soluciones para la enfermedad de Chagas. El equipo liderado por Pérez está integrado por la licenciada Brenda Dinatale (becaria doctoral Conicet), la doctora Florencia González (investigadora asistente de Conicet), la licenciada Camila Bulfoni Balbi (becaria doctoral Conicet) y la doctora María Florencia Pacini (becaria posdoctoral Conicet y primera autora del trabajo). "Quiero mencionar también a los investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) que participaron del estudio, liderados por el doctor Iván Marcipar", dijo Ana Rosa Pérez. El mecanismo de acción de la vacuna La científica enfoca sus estudios, desde hace 25 años, en Chagas. En sus comienzos arrancó con una línea basada en la neuroinmunoendocrinología y tiempo después se centró en la posibilidad de una vacuna. "Por entonces inicié una línea diferente de las que había hasta el momento: intentar generar inmunidad a través de mucosas, lo que dio buenos resultados. Luego vino la vía nasal", explicó la científica. En 2014 el grupo de investigación recibió un importante premio de Francia: "Comencé a trabajar en una línea particular de la vacuna, un antígeno específico, transialidasa, una proteína que está únicamente en el parásito Trypanosoma cruzi". La transialidasa se combina con un coadyuvante de última generación y logra una respuesta "local y sistémica". El trabajo mostró que la vacuna ayuda a controlar el parásito y "previene de manera significativa el daño miocardítico agudo y crónico, mejorando la función cardíaca", dijo Pérez. También es eficaz en la protección de la infección por vía oral. "Hay un tipo de Chagas que se transmite por alimentos, que en el norte de Brasil por ejemplo es cada vez más frecuente y produce formas severas de la enfermedad". El Chagas es un grave problema de salud pública en la Argentina. En ciudades como Rosario, donde la enfermedad no es endémica, igualmente hay muchos pacientes recibiendo atención, personas que han nacido en otras provincias y adquirieron el parásito probablemente de muy jóvenes y con el correr de los años comenzaron a tener complicaciones de salud, especialmente cardíacas, afectado en forma notable su calidad de vida. En otros estudios realizados por el grupo del Idicer, se trabajó con más de 400 pacientes rosarinos. "La mayoría son adultos de alrededor de 40 años o más, pero hay gente más joven. Recuerdo una adolescente de 17 años, un nene de 13. En Rosario, por ejemplo, el año pasado nacieron al menos 6 niños con Chagas congénito. No es un problema lejano para nosotros", detalló la investigadora. El Chagas se ha extendido en el mundo. Ya hay 300 mil personas diagnosticadas en Estados Unidos. España es uno de los países europeos con más cantidad de pacientes, y hasta hay miles de casos en Japón, de la forma congénita. Por eso es tan importante la posibilidad de contar con una herramienta preventiva, más allá de combatir a la vinchuca y mejorar las condiciones de habitabilidad, ya que es una enfermedad muy relacionada con la pobreza. "Este desarrollo preclínico nos da muchas esperanzas y esperamos contar con el financiamiento necesario, que como todos saben está frenado, para avanzar y lograr también que los recursos humanos formados en nuestro país, después de mucho tiempo y esfuerzo, no se vayan al exterior para no regresar", reflexionó Ana Rosa Pérez.
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