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Parana » Inventario22
Fecha: 27/12/2024 13:46
La llegada de Javier Milei al Gobierno trajo un cambio significativo en la dinámica salarial. El inicio de su gestión estuvo marcado por una devaluación que afectó tanto a los trabajadores registrados como a los no registrados. Sin embargo, quienes tienen acceso a negociaciones paritarias lograron una recuperación más rápida en comparación con los empleados informales y estatales, quienes, a diferencia de los primeros, sufrieron un deterioro en sus ingresos debido al "techo" que se fijaron en los incrementos mensuales. Entre los sectores que lograron superar a la inflación se destacan los trabajadores de entidades deportivas y civiles, los empleados de estaciones de servicio, los químicos, gráficos, aceiteros y bancarios. Un estudio elaborado por Fundar mostró que en la dinámica de los ingresos hubo situaciones heterogéneas. Por ejemplo, remarcaron, los docentes universitarios tuvieron un deterioro salarial del -25%, empleados públicos -23%, empleadas de casas particulares -21%, salarios no registrados -19% y salarios privados registrados del -9%. Un caso a destacar es que aquellos que cobran Asignación Universal por Hijo son los únicos que lograron sostenerse al resguardo ante la inflación con un crecimiento real del 27%. Según Fundar, la heterogeneidad en la evolución salarial también se manifestó entre empleados públicos y privados, principalmente en la negociación colectiva. “Con el cambio de presidencia, el gasto en salarios del sector público sufrió un importante recorte, explicado tanto por los despidos masivos como por una negociación salarial que no se ajustó al ritmo de la inflación", señala el informe. Esto resultó en una caída real del 22% en los salarios públicos entre noviembre y enero, una reducción significativamente mayor en comparación con el sector privado, donde la pérdida fue del 12%. Dentro del sector privado, los desempeños menos favorables estuvieron asociados a retrasos en la firma de acuerdos (o en una homologación demorada por la Secretaría de Trabajo) y a aumentos intermitentes que no lograron compensar la inflación pasada. Por el contrario, los sectores con mejor desempeño adoptaron estrategias como acortar la duración de los acuerdos y establecer aumentos mensuales. Es importante destacar que una tendencia señalada en notas previas sobre incrementos salariales mensuales fue el avance de gremios que implementaron ajustes en algunos casos de forma automática, en otros, superando la inflación o incorporando ajustes para el mes siguiente. Estas medidas, combinadas con bonos adicionales, permitieron a muchos trabajadores del sector privado experimentar una recuperación salarial, especialmente en la segunda mitad del año cuando, cuando, al mismo tiempo, la actividad económica también mostraba signos de cierta recuperación. Según Fundar, la heterogeneidad en la evolución salarial también se manifestó entre empleados públicos y privados, principalmente en la negociación colectiva. “Con el cambio de presidencia, el gasto en salarios del sector público sufrió un importante recorte, explicado tanto por los despidos masivos como por una negociación salarial que no se ajustó al ritmo de la inflación", señala el informe. Esto resultó en una caída real del 22% en los salarios públicos entre noviembre y enero, una reducción significativamente mayor en comparación con el sector privado, donde la pérdida fue del 12%. Dentro del sector privado, los desempeños menos favorables estuvieron asociados a retrasos en la firma de acuerdos (o en una homologación demorada por la Secretaría de Trabajo) y a aumentos intermitentes que no lograron compensar la inflación pasada. Por el contrario, los sectores con mejor desempeño adoptaron estrategias como acortar la duración de los acuerdos y establecer aumentos mensuales. Es importante destacar que una tendencia señalada en notas previas sobre incrementos salariales mensuales fue el avance de gremios que implementaron ajustes en algunos casos de forma automática, en otros, superando la inflación o incorporando ajustes para el mes siguiente. Estas medidas, combinadas con bonos adicionales, permitieron a muchos trabajadores del sector privado experimentar una recuperación salarial, especialmente en la segunda mitad del año cuando, cuando, al mismo tiempo, la actividad económica también mostraba signos de cierta recuperación. "Este fenómeno no es nuevo, pero es posible que 2024 haya sido el año con mayor disparidad sectorial dentro de las paritarias del sector privado registrado. Tanto en la frecuencia como en la magnitud de los acuerdos, la ausencia de pautas o patrones relativamente homogéneos fue la norma durante el año", afirmó Campos. Por último, de cara a 2025, los principales economistas anticipan un rebote económico. Aunque las proyecciones varían en torno a un crecimiento del 3% o algo superior, el consenso apunta a que la dinámica salarial no repetirá el esquema de 2024. Es decir, se espera que los salarios estén más alineados con la inflación. Según Campos, el eje del debate en 2025 no girará tanto en torno a las diferencias sectoriales, sino al "impacto en la actividad económica y el empleo".
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