Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Crimen de Nora: un juego de huellas, el último intento para desactivar la prescripción del caso

    » Tumisiones

    Fecha: 27/12/2024 09:11

    Roberto Bárzola, un pulidor de pisos que trabajó en la casa de la víctima, es el nuevo sospechoso del crimen ocurrido en noviembre de 2006 en Río Cuarto, Córdoba. Es "sospechoso", pero no está formalmente "imputado". No lo pueden meter preso, pero le tomaron sus huellas dactilares. Tuvo que fijar domicilio, pero no tiene impedimentos para salir del país. Esta es la curiosa situación legal de Roberto Marcos Bárzola (45) el pulidor de pisos que se convirtió en el sorpresivo sospechoso del crimen de Nora Dalmasso (51), ocurrido en noviembre de 2006 en Río Cuarto, Córdoba. Los 18 años que mediaron entre el homicidio y los resultados de ADN que complican a Barzola, dejaron todo al borde de la impunidad por prescripción. Un caso como el de Dalmasso prescribe a los 15 años de ocurrido el hecho. Y el Código Penal de la Nación deja pocas alternativas para esquivar esta situación. Una de esas alternativas es que el sospechoso haya cometido un delito dentro de los 15 años posteriores al homicidio. Eso colocaría el reloj de la Justicia en el momento de la comisión de ese nuevo delito. A eso está apuntando el fiscal cordobés Pablo Jávega, aunque admite que la misión es difícil. "Por lo pronto Bárzola no tiene antecedentes penales, pero ahora le tomamos las huellas digitales (que antes no teníamos), y las enviamos a la Policía Federal y a todas las policías provinciales. Sabemos que hizo viajes fuera de Córdoba y a veces la gente no usa su verdadera identidad cuando delinque. Es difícil, pero queremos agotar todas las instancias", le dijo Jávega a Clarín. El camino no es fácil porque, aun si se descubre algún antecedente, la interpretación más estricta habla de una condena con sentencia firme. Jávega no lo ve tan así: "si ese antecedente existe, puede atarse la prescripción del caso Dalmasso a este nuevo expediente y ver si termina en condena". Roberto Bárzola era uno de los pulidores que estaban trabajando en la casa de Nora Dalmasso al momento del crimen. Aunque en 2007 el viudo Marcelo Macarrón pidió que integrara la lista de personas a extraerle ADN el fiscal de entonces no le hizo caso. Ahora su rastro genético apareció en el cinto de la bata con el que Nora fue estrangulada y en el bello púbico. En la causa, Bárzola declaró como testigo en el expediente e incluso fue llamado durante el juicio oral en el que Macarrón fue absuelto. Podría pensarse que, al declarar, el pulidor mintió y que ese "falso testimonio" podría convertirse en el delito que necesita la Justicia para correr el reloj de la prescripción. Pero no. Como nadie está obligado a declarar contra sí mismo, si Bárzola mintió para protegerse no cometió ningún delito. Huellas el 13 de diciembre Aunque la bomba sobre los resultados de ADN explotó el pasado lunes 23 de diciembre, el el informe de coincidencia genética realizado por el FBI llegó a la Justicia de Córdoba a principios de mes. Por eso Bárzola fue citado el día 13 en la sede de la fiscalía. Allí se lo fichó, se le comunicó que era sospechoso y se le expuso las pruebas que había en su contra. También se le preguntó si quería decir algo pero, por consejo de su abogado, decidió no declarar y se fue a su casa. Ni siquiera está "imputado" formalmente. La idea del fiscal Jávega es agotar los pocos caminos que le quedan, incluso preparar el terreno para un eventual juicio por la verdad histórica, en el que si bien no hay condena se llega a una resolución judicial. Salvo algunas excepciones, el Código Penal de la Nación (que se aplica en todo el país) establece que la acción penal prescribe a los 12 años como máximo (en caso de delitos con penas temporales: 8, 10 , 20 años, etc) y a los 15 cuando el delito fija la pena de prisión perpetua. El cuerpo de Nora fue encontrado el 26 noviembre de 2006 en su casa de Villa del Golf, en la ciudad de Río Cuarto. Los plazos están claramente cumplidos tanto si se toma el caso de una violación seguida de muerte o de un "femicidio" delitos que se penan sí o sí con perpetua. Ahora, un detalle. Por el año en que ocurrió todo, 2006, el caso encuadra en la la ley 25.893 (2004) que pena con prisión perpetua la "la violación seguida muerte". El femicidio –ley 26.791– no existía como figura penal en el momento de la muerte de Dalmasso. Recién fue incorporado al Código en diciembre de 2012. Para tratar de explicarlo mejor, siendo un tema complejo, podría decirse que los plazos de prescripción son como un reloj que empieza a correr desde la hora cero del día del hecho (no importa cuándo se inició la causa) y sí existen algunos episodios que pueden detener ese reloj; o incluso hacerlo arrancar de nuevo. Todavía falta mucho por saber del nuevo sospechoso por el crimen del Nora Dalmasso. Por lo pronto, el hombre tiene el tiempo a su favor. Mas allá de la prescripción o no prescripción, en nuestra ley hay otra figura que hasta un abogado novato sabe que existe. Se llama "violación del plazo razonable" a la que puede apelar haciendo valer sus derechos constitucionales. MG Fuente. Clarin

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por