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» Elterritorio
Fecha: 25/12/2024 20:35
"Todos los días llegan en autos, camionetas y camiones, para arrojar basura en ese lugar", alertó un vecino de la zona, que accedió a contar sobre la situación. La basura se acumula al costado de un arroyo y a metros de las plantaciones. miércoles 25 de diciembre de 2024 | 17:00hs. El basural a cielo abierto es cada vez más grande, en la localidad de Guaraní. //Fotos: Cristian Valdez. Un basural a cielo abierto ubicado en medio de chacras y a la vera del arroyo Toro, en el municipio de Guaraní (cercano a Oberá), continúa siendo un foco de contaminación ambiental y sanitaria tras más de una década de irresponsabilidad ciudadana y abandono. La acumulación de residuos de distinto tipo genera un grave riesgo para la salud de los habitantes de la zona, provocando la proliferación de vectores de enfermedades como roedores e insectos. A pesar de una inspección del Ministerio de Ecología en octubre de este año, tras la denuncia de uno de los productores afectados, la situación permanece inalterada. Diariamente, cientos de kilos de residuos son arrojados en el lugar, que está situado a unos 3 kilómetros de la zona urbana de Guaraní, por vecinos, comerciantes y, según pudo constatar El Territorio, incluso por el municipio, que deposita allí restos de podas y neumáticos viejos. Esta práctica genera un grave riesgo de contagio de enfermedades y un daño irreparable al ecosistema, más aún si se tiene en cuenta la cercanía del basural con el curso de agua. La presencia de aguas estancadas, producto de las lluvias, también incrementa el riesgo de enfermedades transmitidas por mosquitos. Pero la problemática es más profunda por la presencia de personas que revuelven la basura en busca de alimentos o materiales reciclables para su venta, exacerbando la contaminación y creando un ambiente insalubre. "Todos los días llegan en autos, camionetas y camiones, para arrojar basura en ese lugar", alertó un vecino de la zona, que accedió a contar sobre la situación. Lamentó que "hace años que está, comenzó siendo un síntoma pero es cada vez peor, y ahora de casi alrededor de dos cuadras", calculó, dando cuenta la dimensión que va cobrando el basural, desde la calle terrada por la que se llega. "Ecología sabe, es más, vino gente a evaluar y se comprometieron a tomar medidas junto con la intendencia, pero sigue empeorando. Hasta el municipio sigue arrojando desechos", alertó. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por Ministerio de Ecologia y RNR (@ecologiamisiones) Respuesta de Ecología En octubre de este año, el Ministerio de Ecología informó a través de una gacetilla de que estaba al tanto de la situación y que se iba a ocupar del problema. Revelaron que inspectores de la Dirección de Impacto Ambiental comprobaron la existencia del basural a cielo abierto e iniciaron conversaciones con el intendente Miguel Vargas para planificar la limpieza. Según el comunicado oficial, estaban trabajando en conjunto con el municipio para la correcta gestión integral de los residuos sólidos urbanos, con el objetivo de prevenir la formación de nuevos basurales, cuidar el medioambiente y en esa línea, garantizar el derecho a un ambiente sano. Un productor de Guaraní que posee chacra en las cercanías fue quien alertó sobre el foco de desechos, lo que motivó la intervención del Ministerio. Realizaron un relevamiento en el lugar y constataron que se arrojan residuos domiciliarios y restos de poda de manera clandestina. Se elaboró un acta de constatación con el municipio, comprometiéndo a éste a iniciar en el corto plazo los trabajos de limpieza y erradicación del basural, y a evitar la disposición final de desechos en los márgenes del arroyo Toro, habían informado desde el organismo provincial actualmente a cargo de Martin Recamán. Pese a la información oficial, El Territorio constató que la situación en el basural a cielo abierto permanece sin cambios, evidenciando la necesidad de acciones contundentes y una mayor celeridad en la ejecución de los compromisos. "La falta de acción concreta genera preocupación entre los productores que tenemos chacras y vivimos en la zona; hay quienes tienen problemas para certificar la calidad de su producción", cuestionó. También en Oberá Camino a Guaraní, dentro del municipio de Oberá, existe una colectora terrada paralela a la ruta Nacional 14 (a la altura del cruce con avenida Pincen) en la que tanto particulares como comerciantes arrojan desechos en grandes cantidades, haciendo la zona prácticamente intransitable por la cantidad acumulada y olores nauseabundos. Son unos 200 metros, con enorme acumulación de residuos tales como neumáticos, plásticos, bolsas, chatarras, hasta animales muertos.
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