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» Diario Cordoba
Fecha: 25/12/2024 07:08
Un pueblo de Córdoba honra a una dama cuya vida estuvo marcada por distintas intrigas en la Corte. Fue esposa de un importante capitán que participó en la Reconquista y llegó a reina fuera de España. Con la localidad cordobesa solo comparte nombre. Un nombre que este pueblo ha llevado hasta el día de hoy. Este municipio, ubicado en la Subbética cordobesa, asume esta línea histórica como teoría de un nombre nada típico para una localidad, aunque existen voces opuestas. Se trata de una localidad de novela, con una larga historia detrás y, de hecho, este no es más que un capítulo de ese pasado que rodea a un pueblo que vive al calor de las sierras. Una vida cortesana Para acercarse a esa historia hay que remontarse a la Reconquista. Cuando Fernando III conquistó estas tierras, decidió nombrar a la localidad por el nombre de la esposa de uno de sus capitanes. Pero la relación de la dama con la Corte iba más allá de su casamiento. Por el contrario, en un principio, el matrimonio le costó un distanciamiento casi total con los reyes. Fernando III. / Real Academia de la Historia. Lope Díaz de Haro II concertó el matrimonio de su hija Mencía con Alvar Pérez de Castro. Una boda que no fue del gusto del rey Fernando III, pues Alvar se había mostrado en rebeldía y los contrayentes compartían cierto parentesco. Al enfado del monarca siguió la excomunión de los cónyuges. Pero Mencía López de Haro, cuya vida aparece bien reseñada en la Real Academia de la Historia, había crecido en la Corte. De hecho era sobrina del propio monarca y nieta de Alfonso IX de León por ser hija de Urraca Alfonso. Además, durante la primera etapa de su vida sirvió a la reina Beatriz de Suabia y creció junto al príncipe Alfonso, que sucedería más tarde al padre en el trono. Un pueblo rebautizado La fidelidad de los Haro a la Corona y el afecto que mantuvo Mencía con la familia real favoreció a que las desavenencias se fueran disipando. Mediaron la reina y la madre de Fernando III para que el malestar cesara. Y así fue. Aunque Mencía y Alvar siguieron en matrimonio. Un matrimonio que nunca tuvo descendencia. Mencía Lopez de Haro. / Wikipedia Llegados a este punto, queda claro que Mencía tenía una estrecha relación, además de ser familia, con la Casa Real. Pero, ¿qué hay de Córdoba? Alvar Pérez de Castro participó en la Reconquista de la provincia y, aunque murió antes de que estas tierras pasasen a dominio cristiano, Fernando III decidió bautizar uno de los pueblos conquistados como Doña Mencía en honor a una mujer siempre ligada a la Corte. ¿Estuvo en Córdoba? ¿Y qué fue después de Mencía López de Haro? A la muerte de Alvar, la vida de la dama siguió por otros derroteros. Sin entrar en más detalle, cabe reseñar que fue esposa de Sancho II, quien reinaba en Portugal, y, por tanto, reina del país vecino. Aunque no por mucho tiempo. El propio Papa había decretado la nulidad del matrimonio, por causas de parentesco, pero Alfonso X, que había compartido infancia con Mencía, acudió en apoyo de ambos. Sancho II acabó sus días en Toledo, donde encontró refugio tras renunciar a la corona. Ella, ya viuda por segunda vez, siguió manteniendo una relación cercana con el monarca y fue madrina de su hijo Fernando. Hay una pregunta que queda en el tintero: ¿Estuvo Mencía en el pueblo cordobés o tan siquiera visitó la provincia? No hay documentación que constate tales hechos o que refleje si la dama acompañó a su marido, Alvar Pérez de Castro, en la conquista de Córdoba. El nombre es lo único que comparten. Que se sepa.
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