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» El litoral Corrientes
Fecha: 22/12/2024 11:40
n El Hotel Edén se encuentra en la localidad serrana de La falda y fue construido por alemanes en el 1900 en los terrenos que correspondían a una estancia pero en 1912 los fundadores vendieron esta imponente construcción a Walter e Ida Eichorn, una pareja alemana de gran fortuna a iniciativa que lo dotó de trascendencia nacional e internacional. Familias de la aristocracia argentina como los Martínez de Hoz, Tornsquit, Bianchi, Roca, Bunge, Anchorena, Blaquier y Peralta Ramos, entre tantas otras pasaban largas temporadas en ese hotel. Los fantasmas aparecen al atardecer, muchos han visto a damas de blanco paseando por los jardines. En sus comienzos el Edén contaba con luz eléctrica propia y hasta máquinas que hacían posible la fabricación de hielo y cremas heladas. Se cenaba de smoking, se bebía vino del Rin y agua de manantial, se comían verduras, frutas y carnes de campos propios y se jugaba golf inaugurada antes que la primera escuela de La Falda. Eichhorn y su esposa habían logrado dar trascendencia internacional a este paraíso, a tal punto que además de varios presidentes argentinos, se alojaron allí los príncipes de Saboya, Albert Einstein y Rubén Darío. A mediados de la década de 1920, el matrimonio propietario del hotel viajaba a Alemania con cierta frecuencia. Allí conocieron personalmente a Adolf Hitler y nació entre ellos una gran amistad que se prolongó durante décadas. Los Eichhorn decidieron adherir al Movimiento Nacioan Socialista Alemán y contribuir al mismo económicamente. Mientras crecía la fama mundial del Edén, el hotel fue remodelado con el fin de satisfacer aún más la creciente demanda turística y el confort de sus pasajeros. Se añadieron chalets, anexos, una cancha de golf, un teatro, una pista de patinaje, salón de fiestas, pileta de natación, y más habitaciones entre otras importantes reformas realizadas. Pero, con el fin del esplendor nazi, llegaría también el fin del Edén, que fue expropiado. En 1947 el hotel fue restituído a Walter e Ida Eichhorn, quienes apenas recuperado, lo vendieron. Eichorn murió en 1961 y su esposa en 1964. Una calle de La Falda lleva el nombre de ambos y en el pueblo se los homenajea como los pioneros que fueron y como los amigos de Hitler que nunca negaron ser. Este increíble edificio fue vendido varias veces con distinta suerte y en 1965 cerró sus puertas definitivamente. Durante los años 70 y 80 el Edén fue condenado al abandono y deterioro y sufrió continuos saqueos y destrozos. Recién en 1988 fue declarado Monumento Histórico Municipal y un año más tarde de interés Provincial. En el 2006 una iniciativa privada local tuvo la idea de licitar el edificio para enfrentar el desafío de lograr despertara este gigante dormido. Hoy es un complejo Recreativo Histórico y Cultural de relieve en el que se realizan visitas guiadas de día y de noche. Todos siguen buscando alguna huella de Hitler en su paso por las habitaciones del hotel. ¿Estuvo realmente Hitler allí? Entre quienes trabajaban allí siempre corrió el rumor que luego se transformó en leyenda acerca del paso de Adolf Hitler por las sierras cordobesas. Por otro lado era innegable la pertenencia ideológica del matrimonio alemán dueño del hotel. Es cierto que un documento de la Oficina Federal de Investigaciones norteamericana (FBI) recientemente desclasificado y fechado en Washington el 17 de septiembre de 1945, revelaba que los propietarios del Edén fueron importantes contribuyentes económicos para el ascenso de Adolf Hitler y el advenimiento del nazismo y que hasta formaron parte de los planes que especulaban con una huida desesperada en las horas previas a la caída de Berlín. En el complejo se pueden observar dos fotografías tomadas en La escalinatas del hotel, en donde aparecen más der sesenta personas. En ellas se puede observar la imagen borrosa de un hombre, en donde se asoma un pequeño bigote, que es difícil de identificar, aunque son muchos los investigadores que creen que ese era Adolf Hitler. Sin embargo, las opiniones están divididas, hay muchos habitantes que están convencidos de que estuvo allí, por relatos de amigos y parientes, la mayoría fallecidos, pero que dejaron sus testimonios como un firme testimonio de la presencia allí de Hitler. También hay otros que no creen y allí queda instalada la polémica, la verdad nunca se sabrá, como muchas historias y leyendas muy difíciles de comprobar.
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