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  • La historia de Valentino Agnelli, el triatleta que vive en los Estados Unidos y sueña con representar a Argentina en Los Ángeles 2028

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 22/12/2024 08:31

    Valentino Agnelli nació en 2003 en Buenos Aires (Crédito: Instagram @valentriagnell) Brilló en el fútbol y el rugby, pero Valentino Agnelli eligió el triatlón como su manera de vida. El ex compañero de Benjamín Cremaschi en el Key Biscayne Soccer Club (hoy socio de Lionel Messi en el Inter Miami) llegó a ser capitán de su equipo en la época infantil, pero hizo un click personal a los 13 años. Una decisión de vida hoy lo lleva a soñar con ir a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, y la segunda posición que logró entre los varones en el Campeonato Argentino de Triatlón sin Drafting desarrollado en Mar del Plata el pasado 15 de diciembre no hace más que agrandar ese deseo. Nadó 1.500 metros, realizó 40 kilómetros de ciclismo por los lugares más icónicos de La Feliz, completó su participación con 10 kilómetros a pie y, tras fijar su cronómetro personal en 1:52:35 -terminó por detrás de Gerónimo Dhereté (1:52:04)-, relató para Infobae: “Decidí a último momento correr el campeonato nacional argentino de distancia olímpica sin drafting. Después de esto me tomaba un descanso así que me tomé la preparación muy relajado, no entrené tanto. Hasta el kilómetro 9 yo venía liderando la prueba y a punto de ganar y ser campeón argentino, Gero me agarró en el último kilómetro y me pegó un cambio de ritmo que yo no lo pude seguir. Terminé con el título de subcampeón argentino de triatlón. Ahora estoy en San Martín de los Andes tomando mi descanso 10 días antes de ir a Nueva Zelanda a hacer la pretemporada”. En su balance del año, Agnelli contó que tuvo un comienzo positivo, pero sufrió una serie de obstáculos en el transcurso del calendario: “Remonté la temporada básicamente después del Mundial Sub 23, que lo corrí en octubre en Torremolinos en España. Después de esa carrera, que no pude terminar (NdR: fue afectado por una bacteria y debió abandonar), la idea era meter un bloque de entrenamiento para las últimas carreras que eran la Copa del Mundo de Brasilia, la Copa Continental de Ecuador y el medio Ironman de Florianópolis y terminaba la temporada. Eran tres carreras que eran difíciles, porque eran en tres fines de semana seguidos. Justo después del Mundial hice una semana muy buena de entrenamiento, y dije: ’Esto me va a salir todo muy bien‘. Y me enfermé. Las últimas dos o tres semanas más cruciales de entrenamiento no las pude hacer e iba a cancelar la temporada ahí, hasta que hablamos con mi equipo, mi psicólogo, mi papá, que es uno de mis mayores sponsors, y mi mamá, que también me apoya. Decidimos ir a tomar las tres carreras como experiencia e ir sin ninguna expectativa”. “Fui a Brasilia para la Copa del Mundo, me fue bastante bien. Fui el primer argentino de los tres que estuvimos. Creo que quedé Top 34 y agarré puntos para el ranking olímpico. A la semana corrí en Ecuador y terminé 18°. En la última carrera quedé en séptimo lugar”, detalló. Y resaltó el apoyo de sus padres para llegar a ser un atleta de élite: “Son los que más me apoyan, porque hoy en día no tengo ningún sponsor principal”. Por último, el deportista señaló que hará su pretemporada en Oceanía, seguirá compitiendo en distintos eventos y declaró cuáles son sus objetivos en el largo plazo: “La clasificación olímpica empieza a contar a partir de mayo de 2026. Todo el mundo arranca con cero puntos y ahí empezás a sumar puntos para los Juegos Olímpicos. En estos dos años, quiero llegar a poder obtener el mejor nivel posible corriendo, que es donde más me falta. El nivel en bicicleta y natación ya lo tengo bastante cerca de los mejores del mundo, que es algo muy bueno para tener. Una vez que estos dos años pasen, creo que a partir de mayo 2026 es cuando de verdad van a empezar a contar todos los viajes que haga de todas las carreras y todo cuanto mejor me vaya, más puntos agarro y más chances tengo de ir a los Juegos. Para ir a los Juegos Olímpicos tengo que estar entre los mejores 50 del mundo de triatlón y me clasifico”, le comentó Valentino a este medio desde San Martín de los Andes. Valentino Agnelli suele realizar 700 kilómetros sobre la bicicleta por semana En su juventud tenía suficiente energía para realizar un fin de semana repleto de actividad deportiva con sus otras pasiones. Sin embargo, el destino le dio la respuesta sobre cuál sería su elección final. “Tenía 13 años y gané sin entrenar un triatlón en el que podían competir chicos de hasta 15”, reconoció en una entrevista anterior con este medio. Una de las promesas del triatlón en la Argentina, que nació en Buenos Aires en 2003, tiene la particularidad de residir desde pequeño en Miami, aunque optó por representar los colores Celeste y Blanco cuando cumplió la mayoría de edad: “Fue en mi último año de junior, en 2021. Como profesional quería competir para Argentina”. En su sitio web personal, cuenta que desarrolla sus entrenamientos en Boulder, Colorado, EEUU. El joven se crió en este ámbito. De hecho, acompañó a su padre a los triatlones desde que tenía “seis o siete años” y, a partir de los 9, combinó por primera vez la natación, el ciclismo y la competencia en una puja con chicos de su misma edad. En 2019, finalizó en la 33° colocación en el Campeonato Mundial 16-19 en Lausana. Entre sus logros más importantes, resalta su victoria en el Triatlón Olímpico de Cromwell de 2024 en Nueva Zelanda. Forjó su fortaleza desde pequeño, ya que debió tomar como algo habitual competir con rivales de diferentes edades en su paso por el fútbol: “Siempre jugaba con chicos más grandes”. En Key Biscayne Soccer Club compartió prácticas con Roc Bancells (otro juvenil de proyección que hoy está en España) y el propio Cremaschi (hijo de Pablo Cremaschi, ex Puma, también se lució en el rugby): “Benja es dos o tres años menor, es amigo de mi hermano, un crack en todo. Ya en esa época se veía que hacía todo bien”. Valentino, bajo el agua: pasa en la pileta cerca de 30 horas semanales Hoy, las semanas de Valentino transcurren muy lejos del verde césped. Su rutina contiene entre 25 y 30 horas de natación, 700 kilómetros sobre la bicicleta, y entre 50 y 70 kilómetros corriendo, más las sesiones de gimnasio. Esta agenda, a todas luces agotadora, implica un gran esfuerzo y respaldo económico, ya que ser triatleta es caro. “Sobre todo el tema de los viajes”, explicó Valentino Agnelli, pero nada lo hace apartarse de su objetivo de llegar a ser uno de los 50 clasificados para los Juegos de 2028: “Soy el más joven de los argentinos que mejor posicionados estamos, tengo que seguir sumando puntos en cada carrera para conseguir el objetivo de representar a Argentina en una cita olímpica. Me tira el corazón”.

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