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» Elterritorio
Fecha: 22/12/2024 11:23
La guardavidas Carolina Ostrorog cuestionó la no adhesión a la Ley de Seguridad Acuática. Desde el municipio justificaron la medida en la escasez de personal calificado domingo 22 de diciembre de 2024 | 6:05hs. En Oberá el personal de seguridad acuática no está sindicalizado. Hace 20 años, un nene se ahogó en la pileta del Club de Cazadores de Oberá, una tragedia que derivó en la creación de una ordenanza que establecía la obligatoriedad de contar con guardavidas capacitados en los natatorios de la ciudad. El curso para obtener la credencial incluía materias como salvamento, natación, resucitación cardiopulmonar (RCP), primeros auxilios, ética profesional, fisiología y anatomía. La capacitación era avalada por la Dirección de Deportes Municipal, abarcaba 75 horas cátedra y era dictada por profesionales de diversas áreas. Así funcionó durante años, hasta que surgió la Ley Provincial de Seguridad Acuática, norma superior a la ordenanza, aunque de adhesión voluntaria, lo que en Oberá generó un vacío legal. En ese contexto, con el argumento de que falta personal para cubrir todos los espacios habilitados, esta temporada de verano los clubes -al igual que la anterior- podrán contratar guardavidas “sin reválida aprobada, pero con título de guardavidas”, según aprobó el Concejo Deliberante el pasado 26 de noviembre. “No es lo correcto. Lo correcto es que los guardavidas tengan título y hagan la reválida anual para estar frente a un natatorio”, subrayó Carolina Ostrorog, referente local de los guardavidas. En tanto, alertó que “esto es un riesgo muy grande para la comunidad en general, porque la gente va a un balneario o pileta y cree que hay personal de seguridad, pero no, son personas que por ahí tienen otro título, pero no son habilitantes para cubrir el puesto de guardavidas”. “No se cumplen procedimientos” En diálogo con El Territorio, Ostrorog precisó que actualmente hay apenas entre tres y cinco guardavidas con reválida en Oberá. “El Concejo abrió la jugada a que guardavidas sin reválida puedan trabajar. La condición era que tuvieran título, pero sabemos que hay gente que está trabajando que no son ni guardavidas ni tienen reválida, por supuesto, y que están cubriendo puestos de guardavidas”, denunció. Si bien destacó el buen nivel de los programas de las escuelas de guardavidas de Oberá, cuestionó que “el municipio no se compromete a impulsar y sostener el proyecto. También podría ser un proyecto privado, pero necesita del aval municipal y eso no está pasando”. Oberá es una de las 4 localidades que adhirieron la Ley de Seguridad Acuática. Con catorce años de experiencia, remarcó los guardavidas deben actualizarse en diferentes áreas y estar al día con las últimas técnicas de RCP, primeros auxilios y otros ítems, más allá de lo físico. “Por eso la reválida es anual en todos lados. Pero en Oberá, si hace seis años hiciste el curso, hoy estás habilitado. Lamentablemente, no se cumplen los procedimientos, y la comunidad tampoco exige demasiado”, reconoció. Explicó que en el ámbito local el personal de seguridad acuática no está sindicalizado. En tanto, destacó que clubes como OTC y el Centro de Cazadores contrataron personal con reválida. Versión oficial Oberá es una de las cuatro localidades misioneras que adhirieron la ley provincial de Seguridad Acuática, aunque a instancias del Ejecutivo municipal, el pasado 26 de noviembre el Deliberativo extendió por un año la suspensión de la adhesión. La directora de Turismo, Cristiana Stevenson, fundamentó la medida en la escasez de guardavidas con reválida al día, al tiempo que anticipó la intención de generar desde el municipio “las condiciones necesarias para poder hacer el curso acá”. “Llegamos a este punto porque no hay la cantidad necesaria de guardavidas con reválida para poder dar servicio a todas las piletas que tenemos. Entonces, se propuso que este año se anoten los guardavidas que hicieron el curso, pero que no tienen la reválida al día”, explicó. Incluso, mencionó que la medida también pretende beneficiar a clubes y privados que, ante la carencia de personal calificado, evaluaron no habilitar sus natatorios. “También es una respuesta a aquellos que ya tienen una inversión hecha y que por ahí la temporada de verano les salva el resto del año y necesitan habilitar la pileta. Fue la manera que encontramos de trabajar, con aval de Seguridad Acuática”, agregó. Por su parte, la concejal del PRO Adriana Kosnicki argumentó su voto negativo en que “el 29 de noviembre de 2023 ya se había aprobado una prórroga de este artículo y, al cumplirse un año, se volvió a solicitar una nueva extensión”. “Consideramos que aprobar este pedido significa no garantizar las condiciones de seguridad necesarias para la habilitación de piletas, campings y arroyos en la ciudad de Oberá, comprometiendo así la protección de nuestros ciudadanos y visitantes”, indicó. Compartí esta nota:
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