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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 22/12/2024 03:14
Beba cuenta los atributos necesarios para ser una "minona". “Vos vení y hacé lo que quieras”, le dijeron a Jorge Haddad al contratarlo para un evento cuando se las rebuscaba como actor en el teatro under. Exhibió su humor y todo su entusiasmo, pero nada resultó como lo esperaba. La semilla del éxito la plantó ahí, ante un público que aquel día no lo recibió de la mejor manera. Se topó con silencios en lugar de risas, con algún que otro aplauso incómodo, con varios “no...” reprobatorios. “Yo tenía una rutina muy border con el personaje de una monja, con mucho humor negro sobre temas que la interpelaban: la Iglesia, el Papa, ese tipo de cosas. Me rezarpaba -explica-. Pero esa audiencia no me venía a ver a mí, sino que era muy random, family friendly. Y esta gente no se reía. Fue reincómodo. Y ahí entendí”. Jorge desarrolló entonces un nuevo personaje, que primero denominó Fat, que luego derivó en la Hermana Beba (el pseudónimo que usaba en las redes), y que en la pandemia alcanzó un estallido de popularidad, con muchos videos que se viralizaron. “Quería que fuera una mina bien, en un contexto previo a esta realidad de ahora. Muy perdida en el feminismo: quiere formar parte y, al mismo tiempo, se indigna, buscando sostener los valores de la familia tradicional”, cuenta este cordobés que se confiesa devoto del “humor cruel”, aunque su Beba apela más a la ironía y el sarcasmo. Cada posteo suyo resulta simple. Es él, con su barba crecida, una peluca rubia poco voluminosa y un pequeño micrófono en una mano. Y atrás, la proyección de un video, que suele ser de una famosa en una entrevista. Y nada más. O más bien, mucho más: sus acotaciones, sus chistes, sus reflexiones, su gracia. Miles de visitas en Instagram y TikTok. Y todo un fenómeno que lo impulsó a presentarse en el ND Ateneo. Y que en enero lo depositará nada menos que en el Paseo La Plaza, antes de presentarse en Mar del Plata y Carlos Paz con su show: Mina bien. Porque aquí no solo hay humor del bueno, sino también un concepto: las minonas. Y todo gracias a ese público que le dio la espalda en ese evento. Porque al fin de cuentas, vale el agradecimiento: contribuyeron a crear este suceso. Beba y los famosos que más material le dieron. —¿Cómo armaste el personaje de Beba? —Quería que fuera empática, que tenga cierto encanto. No quería ser un monstruo horrible. Y para que tuviera cierta impunidad, me parecía que debía tener ese toque de clase alta o de mujer rica, que no se preocupa por el dinero, porque eso la desconecta un poco de la realidad. Eso me permite hablar de todos los temas desde un lugar medio impune. —¿El teatro off te permite vivir? —A mí no. Siempre trabajé de distintas cosas porque el teatro off ni a palos te da la solvencia para vivir. Hay gente que hace malabares, pero yo no. —¿Y ahora, Beba ya está ayudando? —Sí. Yo sigo siendo independiente. Trabajo con productoras para determinados lugares, que hacen las cosas mejor de como yo las haría solo, pero sigo trabajando en esa cosa de ser un artista emergente: sigo laburando mi kiosco, que es el teatro. Las redes fueron una plataforma necesaria, que yo necesitaba que la gente me conociera. —¿Pudiste monetizar las redes también? ¿Empezó a aparecer la pauta? La vi a Beba yendo al gimnasio, por ejemplo. —Sí. Pero mi negocio principal sigue siendo el teatro. —¿No te interesa tener seis millones de seguidores en las redes para facturar desde ahí, sino que tu audiencia vaya al teatro? —Exacto. Y mostrar donde más me voy a lucir, que es en el teatro. Después, me llegan propuestas de otras cosas, pero siento como que por ahora no es el momento. —¿A quién le pregunto quiénes fueron las famosas y los famosos se enojaron: ¿a Jorge o a Beba? —A Beba. —¡Bien! Traeme a Beba... Jorge se hace un lado. Y entonces aquí, en el estudio de Infobae, de la nada surge el personaje que es furor en las redes sociales. “¡Ay, me muero! -exclama Beba-. Estoy honrada. ¡No puedo creer que estoy poniendo la cola acá, ¡boluda! Me emociono. Hay un montón de cámaras... ¡No sé dónde tengo que mirar! Bueno, no importa”. —Vos mirá donde quieras. ¡Te hiciste un brushing espectacular para mí! —Me puse el pelo que es para las ocasiones especiales. Por ahí vos me ves en casa, grabando un videíto y estoy como más gold. En cambio acá me puse un poquito más mayonesa. ¡Estoy poniendo la cola en el mismo lugar que estuvo tanta gente! La mujer de (Horario Rodríguez) Larreta... No puedo creerlo. —Le dedicaste un video a Milagros Maylin, la esposa de Larreta. —Es que para mí es inspiracional. (En esa entrevista con Maylin) vos me trajiste una nueva minona al firmamento. Yo no la conocía. Y ahora sé que existe. Y que es de mi gremio. —Te quiero decir que Milagros hace un trabajo social muy interesante. —Vi la nota entera. Eso te quiero decir. Porque después dicen: “Ay, ¿por qué pone lo más rimbombante?”. Y sí, mi amor. Divina ella, en los barrios. También habló del tema de su papá y todo. El fenómeno de la Hermana Beba: el actor detrás del personaje, las famosas que se enojaron y quiénes son las “minonas”. —¿Quiénes se enojaron alguna vez con Beba? —¡Uy! A ver. Nunca me llega directo de la persona enojada. Ay, ¿cómo podemos hablar con eufemismos? Porque no sé si me requemo... Bueno, en un momento hubo un tema. Me voy a remontar a viejas épocas. Modelo Cecilia Z, nivel Zuberbühler. You know… Me llega un mail, no de ella: era otra persona de su entorno. “Saca este video que no sé qué”, decía. ¡Pum!, lo saqué. No le gustó, ¿me entendés? Y yo no quiero... —El espíritu no es joder. —No, para nada. Soy una mina que me gusta ser amiga, llegarte con buena onda, nunca jamás lastimar. —Te pregunto lo contrario. ¿Quién te pidió: “Hacé un video conmigo”? —La que se copó mucho fue Luli Fernández. Luli, te quiero decir... ¡Me baitaste un par de veces! Lo está haciendo para que yo la levante. Y ahí no lo hago, porque tiene que ser espontáneo. Tengo que decir: “A mí esto me interpela. Bueno, te grabo un video” Pero si no me interpela... —Dame el ranking de las cinco personalidades que más material te dieron. —El robo de la compu de Lola Latorre, beba. Yanina, destruida: “Le han robado la computadora a Lola, que estudia, que trabaja con esta PC”. No sé, yo me imagino una PC toda grande. Un montón... A Lola hasta la conocí, porque me tenía un poco de miedo. —¿Y cómo fue ese encuentro? —Ella temblaba. Pensaba que le iba a ladrar, que la iba a morder. Y yo soy buena cuando te tengo enfrente, porque no me queda otra. ¿Qué voy a hacer? —No sos buena: sos cobarde. —Soy argentina, ¿entendés? Es que es eso. Hay que serlo. Además, es humor, beba. Con el humor se puede decir de todo. Me fui del ranking, porque me pediste cinco. Bueno, Lola y Yanina. Son como un tándem que me dan las dos. —¿Ellas se ríen con el contenido o se enojan? —Lola me sigue, y sé que se ríe, que le copa y se divierte. Pero a Yanina no la conozco. Después, este año ha sido mucho Yuyito (González). Ha dado material. Por eso yo pido por favor que no la metan en un psiquiátrico, porque necesitamos que siga dando material. Y ella, tentando a la salud mental, que venga y la agarre, ¿me entendés? “No, beba, cuidado”, digo. Bueno, Pampita me ha dado también. Caro me sigue. ¡Te amo, beba! —No es Pampita, es Caro. —Porque somos amigas, ¿me entendés? Entonces, cuando tenés contacto le decís Caro. Ella no soporta mucho el tema de la infidelidad. Yo por ahí tengo otros valores y digo: “Bueno, tratá de bancar un poco, por tus hijos”. Ella es como que al toque, ¡pum!, “me voy para otro lado”. Respeto. Y después, ¿quien más? ¡Ah, sí! Bueno, Vicky Villarruel, que comparto absolutamente. La vicepresidenta ahora está un poquito devaluada: siento que está como medio... como que la quieren... Hay algo ahí. Y para mí Luis Petri es una minona también. Lo amo. Jorge Haddad interpreta a Beba con Tatiana Schapiro en Infobae (Diego Barbatto) —¿También está dentro de las minonas? —Luis es reminona porque tiene mucho criterio estético, muy buen gusto. —¿Qué atributos hay que tener para ser una mina bien, una minona? —Debe tener valores. Y en relación al hombre, es una mina que se posiciona en un lugar de tributo. Somos como un tributo: “A ver, vení, enamorame. ¡Dame, dame!”. Después tenemos un útero prolífico: hay que poblar esta tierra, mucho. Y después, no es necesario... A ver, le quiero hablar a la gente: si estás en una situación de parda y decís “no puedo salir de esta”, laburá, y en algún momento te va a llegar ese reconocimiento. Bueno, capaz no te llega nunca. Pero laburá. Ese es mi consejo. —¿La minona, lee? —Lee mucho tipo autoayuda. Lo que pasa es que esa lectura ahora se convirtió en terapias: estamos con la bio (biodecodificación), constelamos, hacemos tapping... —¿Cómo se lleva la minona con el feminismo? —Mirá, es importante escuchar a algunos hombres porque ellos te explican y vos, después, sabés qué decir. O sea, literalmente: ningún extremo es bueno. El peronismo, radicalismo, lesbianismo: todo eso son extremos y no está bueno. Las verdes me ponen mal, porque además están en todo. Ahora están un poco en baja, ¿viste?, porque está cambiando la batalla cultural. Igualmente, la guerra no ha terminado. Hay que seguir guerreando. Pero para empezar, feminismo me parece una pregunta súper fea. —Te pido disculpas. No quería ofenderte. —Beba, todo bien. A ver, directamente: soy mujer, mujer, mujer. No todo esto es feminismo, que esto, que lo otro. Mujer. ¿Me entendés? —¿Detrás de todo gran hombre hay una gran mujer, o están a la par? —Yo me pregunto: ¿por qué esas disputas, no? Buscan segregar, separar, generar conflicto, que vos digas: “Ay, bueno, voy a salir a trabajar porque me tengo que valer por mí misma”, todas cosas que son rezurdas, boluda. Entonces, a mí, con el detrás no me pasa nada. O sea, ¿qué te afecta? —¿A nivel político, cómo se ubica ideológicamente la mina bien? —Ahora estamos muy bien. ¡Mejor que nunca, beba! Es el momento de apogeo. Ahora, a darlo todo, a poner sobre la mesa los valores, la familia. Ese es el camino. Yo les digo a todas las minonas que capaz están en un country, en algún lugar en zona norte o lo que sea: “¡Ni un paso atrás, boluda! ¡Ni un paso atrás! Hacé tu taller en el SUM del country. De valores. Adoctrinamiento no. Valores”. —O sea que la minona no puede estar a favor de la ESI. —¿No había cerrado ese antro? Mirá, con mis chicos no te metas. Que vengas y le expliques a mí chiquito cuestiones biológicas, cuando capaz no es el momento... No quiero que lo sepa. Capaz tengo un hijo de 17 años y quiero que conserve su inocencia, boluda. ¿Por qué le vas a explicar todo el tema del pilín, la reproducción? Porque además les enseñan otras cosas. ¿Vos viste lo que les enseñan? —Yo estoy muy a favor de la ESI. Y quienes la cuestionan, también cuestionan por qué la gente tiene hijos. —A ver. Es como los jubilados, que se enferman para recibir un medicamento. Eso lo pienso, no lo voy a decir. ¿Lo pueden cortar eso? —Sí. —Es refuerte, voy a quedar remal... Pero lo repienso, ¿me entendés? Lo que pasa es que necesitamos que haya mucha gente abajo nuestro. Por eso necesitamos que haya mucha reproducción. También tenemos contradicciones: decimos “se embarazan por esto y lo otro”, y al mismo tiempo no queremos... Todo este tema que no quiero ni mencionar, ¿me entendés? —¿El aborto? ¿No estás a favor de la despenalización? —Me parece súper mal. Yo te diría que hagamos una entrevista de acá a un año, y la realidad va a ser otra. Te lo digo sin temor a equivocarme. —¿Estás en pareja, Beba? —Es lo que una mujer debe hacer, digamos. —¿Estás casada? —Casada por Dios. Como debe ser. —¿Benjamín Vicuña sería un candidato para vos? —Me parece un chico bien. Además es de Chile, que es un país que me regusta. Ahora no tanto, pero antes me encantaba. Recontra. Pero la verdad es que yo no tengo buen ojo, beba, para los MPP. Porque el MPP es lo que busca un minona. —¿Qué es un MPP? —Es un hombre que te tiene bien. Es un Macho Proveedor Provida, MPP. Es lo que necesitamos en este momento. Lo que estamos creando en nuestros úteros para las futuras generaciones. —Nómbrame quiénes podrían entrar en esa categoría. —En Argentina hay escasez de MPP. Los hombres de cierta generación vienen con un chip medio raro. Pero los que ahora son adolescentes van a hacer una cosa que no te puedo explicar: todos esos chicos van a tener un montón de valores, van a buscar la cosa bien. —Es decir, ¿vos creés que los hombres que ahora tienen 30 y 40 años, nos arruinaron? —Generación perdida totalmente, boluda. No hay mucho para rescatar ahí. Es complicado. —¿Qué opinas de toda la situación de Wanda, L-Gante, Icardi, La China? —Filosóficamente, la botinera no me gusta, me resulta súper grasa. No estoy como a favor de Wanda, pero entro en contradicción porque Wanda es la familia tradicional. En cierta forma, está bien. Pero para mí, Wanda es como retrepa. —No sería tu amiga. —Nunca jamás. —¿Y la China? —Sí, por ahí sí. Lo que pasa es que... hay un término que no sé si lo puedo decir: no me llevo bien con las peteras espontáneas. Son minas que aparecen de la nada. Y el hombre es una persona débil, una víctima de estos tiempos. —No te quiero incomodar, ¿pero que edad tenés, Beba? —Nunca la revelo pero estoy ahí, en esa franja que mencionaste. Soy un eslabón de la generación perdida que se mantuvo. Y el conflicto que tenemos ahora, en estas generaciones, es que hay mucho SSA. ¿Ubicás? —¿Qué es el SSA? —Es The Same Sex Attraction, algo que tienen algunos hombres. Como que les gusta... ¿Me entendés? —A algunas mujeres también. —No. Esas son lesbianas. Es diferente. No son hombres gays. Es un hombre que tiene como same sex attraction y, a la par, también puede ser el padre de tus hijos. Pero no tiene la homo, que es cuando ya salen con la banderita LGBT. —¿Cómo se lleva la minona con su cuerpo? —Yo tengo dismorfia de selfie, todo el tiempo. —¿Querés parecerte a tus filtros? —Sí. Me veo al espejo cuando me levanto y digo: “¿Quién mierda es?”. Me asusto, pego un grito, es tremendo. Y bueno, mucho gym. Y estamos a favor de todo lo que sean tratamientos nuevos. Yo siento que soy relinda, que estoy súper flaca, que soy resimpática, entonces me cuesta empatizar con una persona que está en una situación diferente. Hacé algo, ¿me entendés? ¡Movete! Anda al gym, ponete las zapatillas de running, juga al golf. Son cosas que hay que decirlas. —¿La mina bien, trabaja? —Trabajamos. Siempre tenemos empresas de algo que nunca sabés bien qué es. O estamos trabajando de nada, de llevar a los chicos a rugby. Pero sí, somos full laburantas. Yo me rompo el alma, todos los días de mi vida, boluda. —¿A la minona le interesa la política? —No entiendo nada... Es un tema. Necesito a alguien que me explique. Un varón. —Pero en tus redes te vi mencionar algunas cuestiones políticas. ¿Cuáles son las medidas que más te gustaron? ¿Dónde estamos? ¿Cuál es el balance del año que atravesamos los argentinos? —Es un año muy fructífero en el que hemos tenido cambios que eran muy necesarios. Hubo hechos que para mí fueron clave. Mariano (Cúneo) Libarona leyendo un discurso en el que hablaba: “Se acabó el género”, y no sé qué. No se entendía un pedo, pero me gustó mucho. ¿Qué más tuvimos? Bueno los jubilados y los medicamentos. ¿Por qué no probás algo más holístico, una meditación? Viste cuando ves a una hormiga que va al hormiguero le ponés una hoja, y la hormiga tiene que doblar y generar un camino nuevo. A eso vamos: nuevas aplicaciones. Resolverlo de otra forma. —¿Estás esperando que se levante el cepo? —Ya medio que me da lo mismo. Con pagar menos Bienes Personales, yo ya estoy bien. Con eso me alcanza. Pero bueno, hay que levantar el cepo.
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