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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 22/12/2024 03:11
La diputada Moreau habló del primer año de gobierno libertario y planteó fuertes críticas al rumbo que impuso Milei “El Gobierno tiene una tentación bastante preocupante de gobernar sin el Congreso y con la Constitución guardada en el escritorio”, advirtió Cecilia Moreau, diputada nacional y vicepresidenta 1° de la Cámara baja, al reflexionar sobre el primer año de gestión de Javier Milei. Para la dirigente del Frente Renovador, que integra la coalición opositora Unión por la Patria, los libertarios no solo están marcando un giro drástico en las políticas económicas y sociales, sino también en relación a las instituciones democráticas. Cecilia Moreau habló del Gordo Dan y Fran Fijap: “En los 70 estos no hubiesen aguantado un round” Aunque reconoce aciertos, como la política antipiquetes y la recuperación del orden en las calles, y describe al presidente Milei como “una persona respetuosa”, su balance es claramente negativo. Y apunta con munición gruesa contra el ecosistema de militantes que desde las redes sociales apoyan a La Libertad Avanza, principalmente Daniel “El Gordo Dan” Paserini, y Fran Fijap, el periodista libertario que fue noticia tras ser agredido por una turba en inmediaciones del Congreso. Sobre ese último joven, Cecilia Moreau advirtió: “Va y dice cualquier cosa de cualquiera. Y después no se banca si alguien lo putea o lo increpa. Estos en los 70 no hubiesen aguantado un round (...) Tienen esa cosa de combativos, revolucionarios, agresivos, picantes, violentos y en la primera de cambio terminan llorando cuando alguien los increpa: “Me gritó, me gritó”. A ver, si vos sos capaz de decir cualquier cosa de cualquiera o de la familia de cualquiera, después bancátela, ¿porque sabés cuál es el problema?, que hablan de las personas, no de las ideas”. La vicepresidente 1° de la Cámara de Diputados también cuestionó que el Congreso quedara relegado y que las decisiones más importantes fueran tomadas por Milei a través de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU). “El Gobierno tiene una tentación bastante preocupante a gobernar sin el Congreso y con la Constitución guardada en el escritorio. Tengo miedo de que nos estemos comiendo un sapo que el año que viene nos complique como nación. Veo que no quieren tener abierto el Congreso”, afirmó. La entrevista a Cecilia Moreau La diputada Moreau fue entrevista por Facundo Chaves en los estudios de Infobae (fotos Candela Teicheira) – Le quiero pedir una reflexión sobre este año. Mirando atrás, y ya a punto de llegar a fin de año, ¿qué balance se puede hacer? - Fue un año muy difícil. Muy difícil para las grandes mayorías, porque todas perdieron algún derecho adquirido, todos perdimos algo. Cuando hablás con el ciudadano de a pie, el que por ahí no está tan involucrado con lo que pasa todos los días, en algo se le complicó la vida. Y eso fue consecuencia de este año de gobierno del presidente Milei y de las decisiones que se tomaron. Desde la política y en lo político fue un año muy agresivo, muy violento. Me da la sensación de que gobiernan hace mucho tiempo, porque lo violento, lo agresivo, lo tan intenso, termina siendo agotador. – En la Cámara hubo mucha tensión, sesiones acaloradas y muchas idas y vueltas. Pero cuando uno ve el producido fue poco lo que se aprobó. Más allá de sus alcances, leyes concretas fueron pocas. - En cantidad fueron pocas. Ahora tuvimos una ley que a mí entender transformó para mal el país, por el modelo extractivista y privatista que impulsó la Ley de Bases, que derogó muchas leyes y modificó muchas otras. No pudimos derogar el DNU 70/2023 que en conjunto con la Ley de Bases son la matriz de los problemas centrales. Después, el blindaje que tuvo el DNU de los jubilados y el DNU de los estudiantes y las universidades. En la Cámara hubo mucha complicidad con las políticas neoliberales y de saqueo que el Gobierno está llevando adelante. No nos votaron para eso. A los únicos que uno le puede entender las decisiones que tomaron y su voto son a los diputados que entraron con La Libertad Avanza, porque es parte de lo que Milei proponía en campaña, pero el resto es complicidad. No sé si le tienen miedo a Milei, a Santiago Caputo, a los trolls o son prejuicios antiperonistas, pero lo único que pudimos concretamente tratar fue ahora, a fin de año, la Ley de Ludopatía y el DNU de los 100 mil millones de aumento al presupuesto de la SIDE. El año terminó mal porque no pudimos discutir el Presupuesto porque el Gobierno no tuvo voluntad de sancionarlo. – El Gobierno había anunciado sesiones extraordinarias pero ni siquiera se publicó la convocatoria. Igual, entre las leyes que iban a tratarse no estaba el Presupuesto. ¿No hubo responsabilidad de la oposición de que no se pudiera debatir? - Sin dudas, es lo que decía antes sobre este miedo que le tienen a Milei, porque podés estar de acuerdo o no con un Presupuesto enviado por el Gobierno, lo que no podés hacer es aceptar mansamente y en silencio que no se trate. Además, un Presupuesto que va a estar en ejecución en un año electoral, con lo cual el Poder Ejecutivo va a tener discrecionalidad absoluta sobre los fondos. ¿Escuchaste muchas voces diciendo y exigiendo que tengamos un Presupuesto? Yo no. Eso me llama la atención y además me fastidia, porque si esto lo hubiésemos hecho nosotros, imaginate las tapas de diarios que se hubieran hecho y los juicios que estaríamos soportando en el Parlamento y en la Argentina. Porque no es que no salió el Presupuesto, no hubo voluntad, lo retiró el propio Poder Ejecutivo, y a mí me preocupa que naturalicemos todo esto, porque el Gobierno tiene una tentación bastante preocupante a gobernar sin el Congreso y con la Constitución guardada en el escritorio. Esta situación debemos tenerla en la cabeza, porque tengo miedo de que nos estemos comiendo un sapo que el año que viene nos complique como nación, como país. Veo que no quieren tener abierto el Congreso. De hecho, la no convocatoria a extraordinarias para el Presupuesto es un “temón” para mí y siento que para el Gobierno, y sobre todo para el Presidente -además, él lo dice, porque yo lo he charlado con él en su momento-, el sistema político es un problema, la Justicia es un problema, las instituciones son un problema y, muchas veces, la democracia es un problema. Estos días veo la pelea con Villarruel y digo: en realidad él lo tendría que haber pensado antes, porque eligió una persona que cruza un límite que la mayoría de los argentinos no podemos permitir ni queremos permitir, que es la veneración y la admiración por Videla. Él eligió de vicepresidenta a una mujer que tenía como referencia política y amistad personal a Videla, a un genocida. Entonces, te hace ruido todo eso. Victoria Villarruel y el presidente Milei – Me llamó la atención que dijo “lo hablé con él”. Cuénteme cómo eran esas charlas con el presidente Milei. - Siempre una persona respetuosa, con características personales que ya conocemos, pero una persona respetuosa. Él tiene una convicción sobre un dogma económico muy profundo, muy fuerte, pero tiene una incapacidad de conectar con el otro que es muy fuerte. Una incapacidad de sentir el dolor del otro y de ponerse en el lugar del otro. Desde el lugar donde él es presidente y una es nada, se lo dije ya con mucho respeto y también con mucha convicción que a mí no me parecía mal que viajase por el mundo (después discutimos a qué viaja y cómo son los viajes), pero lo que sí me parecía mal es que en este año de gestión, el presidente no había recorrido un barrio de la provincia de Buenos Aires, donde la gente la está pasando mal y los números del INDEC así lo indican. No había recorrido una provincia. No había inaugurado una obra pública, ni un hospital o una escuela. No había tenido conexión real, no había mirado a los ojos a los argentinos. No había escuchado lo que sienten, lo que les pasa. No había visto a la cara a un jubilado. Eso, para mí, es imperdonable, porque Milei ganó con un 30 y pico por ciento de voto duro, más lo que le prestó Macri, pero ganó y hoy es el presidente de los 47 millones de argentinos y argentinas. Ya no es el presidente de ese núcleo duro que lo votó, y me parece que no tomó registro de esa situación. – Quiero preguntarle sobre todo lo que ocurrió en la previa para que Milei llegue a ser presidente. Y después de los resultados de las políticas que está aplicando, porque las encuestas coinciden en que tiene una aceptación por encima del 50% y los números económicos están empezando a darles bien. - Soy de las que creen que no hay que enojarse con la gente por lo que votó, ni de las que dicen que “Milei es un loco”. Hay que respetar a la gente, lo que votó y al tipo que ganó. Debemos hacer una profunda autocrítica de por qué perdimos la elección. También te quiero decir que si veías la situación de nuestro gobierno un año y piquito antes de que Sergio Massa se hiciera cargo del Ministerio de Economía, cuando tomamos la decisión de dar vuelta este frente político, hasta ese momento los títulos de los diarios y la sensación y lo que las mismas encuestas decían era que el peronismo, por primera vez en este tránsito democrático de 41 años, no iba a terminar el gobierno. Nos íbamos a ir en helicóptero. Fue un momento muy complejo de la Argentina y, sin embargo, terminamos el Gobierno. Además, para los que somos bonaerenses, en la provincia de Buenos Aires Unión por la Patria logró tres victorias: en las PASO, en las generales -donde se eligió intendente, gobernador y presidente- y en la segunda vuelta. El conjunto de Unión por la Patria, porque no hubo una sola persona que ganara la provincia de Buenos Aires, terminamos el Gobierno de manera digna, obteniendo en la elección 44% de los votos. Nos pasaron muchas cosas. Podemos analizar todo lo que pasó en la pandemia en la cabeza de los argentinos, los errores de gobierno, los errores de comunicación. Pero creo que nos falló un tema central, que es que las decisiones no se tomaron en el marco de la totalidad de esa fuerza política y que el presidente se equivocó y no conformó una mesa de decisiones y de acción política para comunicar, para ejecutar, para decidir, para hacer. (Alberto Fernández) se encerró en un grupo de tres o cuatro amigos en Casa Rosada y a partir de ahí se tomaron decisiones equivocadas, erróneas o mal comunicadas. Tampoco es que todo se hizo mal, ojo. Yo reivindico mucho lo que se hizo, por ejemplo, en la pandemia con el IFE (Ingreso Federal de Emergencia), el ATP (Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción), lo que hicimos en el Congreso con el Aporte Solidario Extraordinario. Pero Alberto Fernández llegó como resultado de un espacio político diverso y, al tiempo de asumir, en vez de tomar decisiones con Cristina, con los gobernadores, con los intendentes, con Massa, terminó tomando decisiones en Olivos con vaya a saber Dios quién. Sergio Massa y Cecilia Moreau – Ahora, el resultado fue crecimiento de la pobreza, descontrol de la inflación, el peronismo perdió la mayoría de las provincias. ¿De esa catástrofe política y electoral solo tiene la culpa Alberto Fernández? ¿No hay responsabilidad de Cristina Kirchner o de Sergio Massa? - Todos tenemos responsabilidades, no hay que sacarse el sayo. Todos tenemos responsabilidades, por supuesto, en mayor o en menor medida. El militante, el que nos acompañó, no se puede sentir responsable de este fracaso, que más que electoral para mí fue un fracaso político. Después, cada uno tiene que hacerse cargo de las que les toca. Pero el presidente es uno. El que finalmente firma y decide es uno. Eso no tiene otra explicación. Te das cuenta cuando gobernás que es así. – La inflación ha bajado de una manera muy importante, no hay piquetes, y el peronismo se mostró impotente ante esos problemas. ¿No fueron ese cúmulo de impotencias del peronismo las que terminaron con Milei Presidente? - Por eso te digo, me parece que fueron muchas cosas las que pasaron para que termine siendo presidente Milei. No se le puede echar la culpa a una sola cosa, ni a la pandemia, ni a los pibes, hay que hacer un análisis global. También diferenciaría: en el control de la calle dieron un paso importante, pero también es cierto que hay que preguntarse por qué los movimientos sociales de alguna manera se corrieron de dar la pelea que nos daban a nosotros hasta el último día en la calle. Además, rompieron un sistema, pero a costa también del empobrecimiento y del sufrimiento de un montón de familias. Igual, rompieron un sistema perverso que tenía que ver con la relación entre la gente que necesita y quien distribuía los planes sociales, era un espanto lo que venía pasando. – Ahora, era un espanto que se sabía y se toleraba. - No sé si se toleraba o se trataba de ir desarmando de a puchitos, pero sin tener el poder político o la fortaleza política suficiente como para dar un hachazo como el que se dio en este tiempo. Ojo, también es muy costoso, porque en los barrios lo que está ocurriendo es que mucha mercadería no llega. Este es un problema que Abel Albino (titular de la fundación CONIN) no va a resolver. Hay que creer en las mujeres, hay que creer en los comedores populares, hay que creer en las iglesias, hay que creer en las referencias sociales y para eso hay que estar en los barrios, hay que caminarlos. Uno no puede gobernar por Twitter ni desde la Capital Federal. Me parece que falta esa empatía y esa responsabilidad de decir “no rompamos lo que está bien, no rompamos lo que funciona”, porque hay muchas cosas del Estado argentino que tal vez haya que mejorar, pero venir con la motosierra a romper lo que está bien -o con la topadora sería, en realidad- a llevarse puesto lo que funciona, no está bueno. En los barrios el rol de las iglesias es importantísimo y funciona y nadie lo puede discutir. ¿Y los clubes de barrio? Vos tenés un club abierto y el pibe está dentro del club haciendo deporte, contenido, cuidado. Si vos a ese club lo ahogás, le hacés pagar tarifas impagables, lo perseguís en términos de que no le das posibilidades de acceder a mejorar la canchita, a mejorar el bar, a mejorar la cancha de patín, lo terminás cerrando. ¿Y dónde va ese pibe? Eduardo Belliboni, la cara de los piqueteros que terminaron desarticulados por la ofensiva del gobierno de Milei – El resultado de estas políticas, que fueron draconianas, muy duras y distintas a todo lo visto, se está viendo en estos días. Hubo un tremendo recorte del gasto público y la inflación baja, la economía crece y todo sigue funcionando. - Hubo un aumento inicial de la pobreza, un aumento de la indigencia, caída enorme del consumo, la gente fuera del sistema. Si gobernás para el 30%... y sí, puede seguir funcionando, pero puede funcionar para ese 30%. Lo que siento es que a las grandes mayorías las expulsaron del sistema y que si te parás en una estación o en cualquier lugar donde encontrás gente más humilde, más necesitada, no vas a encontrar ninguna buena noticia. Si le preguntás a tus amigos, a tu familia, a tu entorno en general. ¿A ver qué te pasó este año? No hay buenas noticias, el Gobierno no les dio buenas noticias y van a decir que a todos, en algo, se nos complicó la vida. – Milei viene polarizando con Cristina Kirchner y parece que la hubiese elegido como su rival. Sergio Massa estuvo en la reunión que hubo del PJ bonaerense. Usted es militante del peronismo bonaerense, independientemente de que pertenezca al Frente Renovador. ¿Cómo está el peronismo de la provincia de Buenos Aires y el peronismo en general? - Organizándose, trabajando y gestionando. Gestionamos la provincia y gestionamos municipios. Venimos de una derrota electoral y este año fue un año no solo de análisis autocrítico, sino también de reorganización. A Cristina no la eligen para polarizar porque el otro elige, sino porque -les guste o no les guste- Cristina es una realidad de la política argentina muy importante. Les guste o no les guste, Cristina con Sergio son una potencia política muy importante, por supuesto, con el conjunto de Unión por la Patria. Y me parece que lo que tenemos que hacer en este tiempo es escuchar, analizar, reordenarnos, reorganizarnos, defender a la gente, defender las instituciones de la democracia, defender lo que sentimos, no bajar los brazos. Cuando yo salgo a la calle y camino por la calle, la gente lo que me pide es “no nos dejen solos, no nos abandonen”, “Cuiden a Cristina” “Lo queremos escuchar a Sergio”, “Ayuden a Axel”. Es como que tiene muy referenciada la gente a quienes son los dirigentes de nuestro espacio, a los que debemos acompañar y proteger. Y sobre todo los dirigentes de nuestro espacio tienen muy en claro qué es lo que tienen que hacer en esta etapa en términos de contención social. El año que viene veremos cómo se definen las candidaturas, en qué espacio, en qué marco. Está todavía rara esa discusión. No sabemos si va a haber PASO, no va a haber PASO. Estamos en ese tránsito al año que viene, cuando va a haber un gran test de ver si la gente está de acuerdo efectivamente con estas políticas económicas y sociales del presidente o no. – El Gobierno está planteando que quiere suspender las PASO. Está entre suspenderlas y eliminarlas. ¿Qué posición tienen? - Lo estamos charlando con nuestros compañeros. Creo que hay una posición mayoritaria de suspender/derogar/eliminar las PASO. – ¿Le parece que es una medida correcta? - Tengo mis dudas, pero creo que es una posición mayoritaria en nuestro espacio y, por supuesto, vamos a acatar. En lo personal tengo mis dudas: es cierto que la gente está cansada de ir a votar todo el tiempo, permanentemente. Pero me parece que merece una reforma electoral, una discusión más profunda. Cristina y Máximo Kirchner, junto a Sergio Massa y Axel Kicillof, en la última reunión del peronismo bonaerense – Quiero preguntar sobre la situación con Kicillof. Esta pelea a cielo abierto que hubo en las últimas semanas con Axel Kicillof. Recién nombraba que Cristina y Massa pueden ser una potencia política, pero no lo nombró a Kicillof. - Axel también, Axel también. – ¿Qué piensa de esta interna que hay entre La Cámpora, Axel Kicillof, el cristinismo, el axelismo? ¿Qué está pasando? - Los ismos nunca están buenos. Necesitamos ordenar un espacio de debate donde podamos todos decir lo que pensamos, con los matices, con las diferencias. El peronismo no es un club de amigos, ni tampoco debemos intentar ser un club de amigos. Obviamente, mientras mejores son las relaciones personales, mejor fluyen las cosas. Pero somos un espacio político que debe discutir lo que tiene que hacer y tener políticas e ideas comunes. Eso no está en discusión, hace mucho tiempo que las ideas son comunes y que el proyecto de país es el mismo, no está en discusión. Después también creo que estamos en año no electoral, y muchos buscan posicionarse, buscan de alguna manera encontrar su lugar dentro del espacio político… y está bien, es legítimo, es parte de la disputa que se va ordenando sola. Nuestra fortaleza no está en nuestros dirigentes solamente, sino básicamente en cada pibe, cada piba, cada cuadro barrial, cada militante que desde abajo viene plantándose frente al modelo, frente al sistema, frente al gobierno. – ¿No sienten que son menos que antes? - No. Somos el 44%. Fuimos el 44% el año pasado. Vamos a ver el año que viene cómo nos va. – Habla de los jóvenes y de los barrios y todo, pero uno lo que ve es que no hay cambios. - No. Tal vez lo que hay es algo que Macri nunca pudo tener, que son jóvenes militando en otro espacio político. La centralidad o la mayoría de los jóvenes hasta hace un tiempo nada más militaban con nosotros. Producto de la pandemia, de las ideas de Javier y de su forma de ser, hay jóvenes que hoy militan en otro espacio político. Entonces, antes que menos, lo que veo es que hay diversidad de pensamiento en una franja etaria que hasta hace un tiempo no la tenía. – Claro. - Macri no generaba un… – No enamoraba. - Nada, no generaba. – ¿Milei sí? - Sí, Milei lo genera. Sobre todo en pibes jóvenes de menos de 30 años. – ¿Y por qué Milei y no Cristina? ¿O Massa o Axel Kicillof? - Sergio sí, Axel también. No digo que nuestro espacio haya descendido o haya decrecido en cantidad de pibes militando. Lo que ahora se ve es diversidad en esa franja y me parece que está bien. Todo lo que sea acercar los pibes a la militancia me parece que está buenísimo, que lo peor que nos puede pasar es que se queden encerrados en la casa con las ideas que te da el celular y los 140 caracteres. En el compartir, en lo grupal, en lo colectivo, siempre va a estar la salida. También, parte del problema que tenemos es cómo nosotros reordenamos esa discusión. Porque si esos pibes creen que la salida es individual, que es el sálvese quien pueda, que es el teléfono, los 20 segundos de TikTok, los 140 caracteres, la apuesta online, la plata fácil o lo rápido, vamos a un fracaso. Ahora, si la construcción del cambio es desde lo colectivo, no hay fracaso posible. A mí me preocupa más qué pasa con esto, cómo manejamos eso, que las encuestas o cómo hoy vemos al gobierno de Milei, porque creo que hay un desafío enorme en volver a conquistar a esos sectores que están mirando a la política, aunque para nosotros lo hagan desde la antipolítica. – ¿El peronismo necesita un reseteo, necesita buscar una nueva forma de comunicarse y de plantear los problemas y soluciones? ¿Está en condiciones el peronismo de hacer eso o está camino a seguir replegándose, como pasó en las provincias y también en la provincia de Buenos Aires? - El peronismo está en condiciones de hacer todo ese proceso de reorganización y de renovación de ideas, de empezar a discutir temas nuevos que tienen que ver con realidades nuevas, con un mundo nuevo que hay que entenderlo y comprenderlo. ¿Sabés cuál es el tema hoy? Poner verdades sobre falsedades, porque escucho muchas veces que el presidente tira cosas como “el 17.000% anual de la inflación” y eso es una mentira. Cuando fue el tema de los jubilados, decía que iba a significar “el 4% del PBI” el aumento a los jubilados ad eternum y eso es otra mentira. Empezar a discutir sobre la verdad, dónde se construye la verdad y eso va a requerir un esfuerzo. El otro día hablaba con Sergio y le decía que uno de los temas que tenemos que entender es que la próxima campaña electoral, por como están avanzando las cosas, tal vez no sea contra otro candidato, o contra las ideas de otro, sino contra la inteligencia artificial o con la inteligencia artificial. Está cambiando todo tanto y a un ritmo tan acelerado que ya creo que cambió todo. O sea, no sé si lo vamos a poder parar, no sé si hay que pararlo o no, no sé si está bueno. Me asusta muchísimo porque creo que ponen en duda la verdad. Ponen todo en términos relativos y evidentemente son temas que hay que saber manejarlos porque van a transformar el mundo laboral, las relaciones entre las personas. Hay que incorporar todos esos temas en los debates de lo que se viene. – ¿No se está poniendo un poquito viejo el peronismo? - No. ¿Qué es lo nuevo? – Milei. Milei hace tres años estaba en la televisión. - Sí, hablando de lo mismo de siempre, de lo mismo que se habló en la dictadura con Martínez de Hoz, de lo mismo que habló el menemismo. El modelo económico es el mismo: el menemismo, la tablita cambiaria, el macrismo. O sea, no hay ideas nuevas tampoco. Javier Milei respaldo a "El Gordo Dan" durante la CPAC Argentina – ¿No cree que hay una novedad en toda esta narrativa, desde el fenómeno de El Gordo Dan hasta el tema de la motosierra? Nunca vi a un político con una motosierra en un acto y prenderla. - Las políticas económicas no son nuevas, todas ya se usaron en la Argentina y todas fracasaron. La forma de ser de él, de Milei, es disruptiva, es rara y nueva. Ahora si comparás este año con todo lo que ya pasó, por ejemplo en redes, ya los trolls son un problema viejo. El tema ahora es la inteligencia artificial y cómo se construyen alrededor de eso, escenarios de disputa o de instalación de ideas y de conceptos que andá a discutirlos si los viste ahí. Ya todo eso quedó viejo. El Gordo Dan es... No sé, ya hubo personajes marginales en otro tiempo construyendo. – ¿El Gordo Dan es marginal? - En redes sí. Un tipo que se pone a gritar como grita, que plantea la necesidad de la construcción de un brazo armado, después lo aclaró. Como que también tienen una cosa muy cobarde, no? Lo vi al otro chico que lo que la otra vez, obviamente todo mi repudio… al que lo corrieron... – Fran Fijap - Ese. Él va y dice cualquier cosa de cualquiera. Y después no se banca si alguien lo putea o lo increpa. Es como que… estos en los 70, imaginate, no hubiesen aguantado un round. Manifestantes agredieron a Fran Fijap – A ver… - Claro, porque tienen esa cosa de combativos, revolucionarios, agresivos, picantes, violentos y en la primera de cambio terminan llorando cuando alguien los increpa: “Me gritó, me gritó”. A ver, si vos sos capaz de decir cualquier cosa de cualquiera o de la familia de cualquiera, después bancátela, ¿porque sabés cuál es el problema?, que hablan de las personas, no de las ideas. En vez de hablar de dónde está el acuerdo o el desacuerdo de determinadas ideas, o en dónde están mis diferencias políticas, teóricas, históricas con vos, la cuestión termina siendo cómo descalifico a la otra persona como persona. Entonces me parece que se meten en un terreno que no está bueno. No está bueno gritar todo el tiempo, no está bueno agredir. No está bueno insultar. La Argentina salió adelante cuando hubo proyectos de unidad nacional, cuando hubo momentos donde nos escuchamos. Cuando el peronismo y el radicalismo -por hablar de partidos tradicionales- o si querés el progresismo y el no tan progresismo, llámalo como quieras, se sentó en una misma mesa y se puso dos o tres pautas: la recuperación democrática, el desendeudamiento de Néstor con el Fondo Monetario Internacional. Hubo puntos de inflexión cuando la democracia estuvo en peligro, de Antonio Cafiero con Raúl Alfonsín, donde la Argentina se puso de pie y salió adelante, dialogando, no gritando. – La última pregunta, en función de todo esto que vinimos hablando, ¿está en peligro la democracia? - No. Tradicionalmente, como lo conocimos nosotros, no. Pero puede haber lo que dije al principio: una tentación de guardar la Constitución.
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