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» Data Chaco
Fecha: 21/12/2024 18:10
Juan Carlos Tuyaré. El gobierno y disciplina del pueblo de Dios se había organizado e instituido durante el período de tiempo conocido como el Éxodo, ocurrido después que salieran de la esclavitud en Egipto y atravesar de manera milagrosa el Mar Rojo, camino a la tierra prometida. Pagar impuestos Entre las casi 600 ordenanzas establecidas a partir de las dos tablas de piedra escritas y entregadas por Dios a Moisés, existía una que indicaba el pago de un impuesto personal para el mantenimiento de los gastos del santuario. Toda persona mayor de 20 años, debía contribuir necesariamente, y no importa si fuera rico o pobre, la cantidad a tributar era de dos dracmas, lo que hoy equivaldría a unos 16 centavos del valor del dólar de EE.UU; es decir, aproximadamente, unos $ 176 por persona. En el contexto de esta reglamentación, cuenta el relato bíblico, que Jesús estaba anunciando su evangelio en Galilea y luego se dirigió a Capernaum, y cuando llegó con su comitiva, los cobradores de impuestos se acercaron al apóstol Pedro, y le preguntaron: "¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas?". Reflexión de Jesús Al entrar ellos a la casa donde estaban hospedados, Jesús se le anticipó a Pedro, y le habló primero diciéndole: "¿Qué te parece Pedro? Los reyes de la tierra, ¿de quienes cobran los tributos o los impuestos? ¿De sus hijos, o de los extraños? Y Pedro respondió: De los extraños. Entonces Jesús le dijo: "Los hijos están exentos. Sin embargo, para no ofenderles, ve al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás el dinero; tómalo, y dáselo por mí y por ti". La idea fue no polemizar por el tema. Enseñanzas prácticas Podemos sacar algunas conclusiones de esta situación. Primero, que Jesús es el hijo de Dios; pero el pueblo y los cobradores de impuestos del templo no lo reconocían como tal, y si no pagaba el impuesto se generaría inútilmente una situación incómoda. Segundo, el relato bíblico no dice si ellos tenían o no el dinero para pagar el impuesto, a pesar que era una suma baja. Sin embargo, en otra oportunidad, ante el pedido de un mendigo paralítico, Pedro le dijo: "No tengo oro ni plata, pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y anda!" Esto nos indica que no era costumbre llevar dinero encima. Tal vez, Jesús quiso demostrarle a Pedro que para él no existían cosas difíciles de hacer, como por ejemplo conseguir dinero de la boca de un pez. Seguramente Pedro quedó sorprendido y maravillado de esta experiencia, que junto a otras, le dio la fe necesaria para llevar adelante su posterior ministerio. Intentar no ofender En tercer lugar, la enseñanza es que muchas veces en la vida, para evitar ofender al prójimo, debemos actuar con sabiduría, evitando las discusiones por cosas que no son importantes. En tal sentido podemos asociar esta enseñanza de Jesús, con la manera de pensar y actuar del apóstol Pablo; quién, aconsejando a la iglesia de los corintios, en su primera carta, les dice "todas las cosas me son lícitas, más no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna". En la vida diaria nos puede ocurrir que debamos cumplir con determinadas inexactitudes que no suman ni restan, pero siempre deberíamos priorizar el no ofender a quienes no piensan como nosotros. # Si este artículo fue de tu interés y necesitas mayor información, podes contactarte a nuestro WhatsApp 3624-666448
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