27/11/2024 11:33
27/11/2024 11:33
27/11/2024 11:33
27/11/2024 11:32
27/11/2024 11:32
27/11/2024 11:32
27/11/2024 11:31
27/11/2024 11:31
27/11/2024 11:31
27/11/2024 11:31
Concepcion del Uruguay » 03442noticias
Fecha: 27/11/2024 09:25
Concepción del Uruguay, como la mayoría de las ciudades y pueblos entrerrianos, se desarrolló a partir y en rededor de su plaza principal, las instituciones educativas del mismo modos, ahí frente a la plaza El Colegio “J. J. Urquiza”, tambien frente a esa plaza, hasta su mudanza, la Escuela Normal. Y así otras instituciones vinculadas con la educación se instalaron en sus cercanías, como La Asoc. Educ. “La Fraternidad”. Era mediados y fines del 1800. Con el nuevo siglo llegaron cambios, y es así que en el barrio de “El Cerrito”, una zona de quintas, una jovencita autodidacta, comienza a enseñar las primeras letras y hacer las cuentas a los hijos de los quinteros. María Angélica Miró, la maestra, la quinta “San Antonio” o de “los Ruices” el aula, pues ella había obtenido el permiso del dueño Don Antonio Ruiz, familiar de la misma, para la actividad educativa en ese sitio. El 27 de Noviembre de 1904 fue inaugurada como escuela Municipal y el 1908 paso a ser provincial. Su primera directora fue la Sra. Dolores Michelot de Perón, en tanto que la Sta. Miro mantuvo hasta su retiro su puesto como maestra de 1º grado inferior. Funciono en más de un sitio, y uno de los más recordados la Pulpería del barrio junto a la Comisaria y la Pista de Carreras, para 1928 de consigue el terreno donde quedaría emplazada hasta la actualidad, donación de la familia Goñi. Ligada estrechamente a la guarnición militar local, desde el emplazamiento en el barrio del Bat. De Infantería Nº 10, (antes en las instalaciones de la sociedad Rural), la presencia militar se hizo referente del barrio al punto que dejó de utilizarse el nombre “del Cerro” o “el Cerrito” y paso ser directamente “el barrio de los cuarteles”, la escuela se transformó en el espacio donde los soldados aprendían a leer y escribir como mandaba la ley de Servicio Militar Obligatorio, hasta que el ejército conto con escuela propia en el cuartel. Ese vínculo se estrechó más aun cuando se instaló la Escuela de Ingenieros, que apadrinó a la 4 durante su permanencia en esta ciudad. Benigno Teijeiro Martínez Benigno Melchor Vicente Teijeiro Martínez, conocido como Benigno T. Martínez, nació en Santa Marta de Ortigueira, La Coruña, el 20 de septiembre de 1846, obtuvo el título de agrónomo (agrimensor y tasador de tierras) profesión que, estudiada a instancia de su padre, ejerció en Santa Marta de Ortigueira y en Cuba. Al morir su padre, regresa a España y se inicia en el periodismo. De ideas liberales y republicanas parte para América y se radica en Concepción del Uruguay, donde se desempeñó como historiador, pedagogo, periodista, escritor en 1875, previo paso por Montevideo y Asunción del Paraguay. En la que aún era capital de Entre Ríos existía una importante comunidad gallega, por lo que fácilmente se integró a la vida cultural de la ciudad. Se desempeñó como periodista, escritor y funcionario público. Fue bibliotecario, 1875, Secretario de la Oficina Nacional de Agricultura y Estadística de Entre Ríos, (1877); Secretario de la Comisión Nacional de Inmigración de Entre Ríos (1878); y jefe de Estadística y Archivos de la Provincia al año siguiente, inauguró el Registro Estadístico que culminó con el censo suplementario de 1879. En la Escuela de Preceptores que funcionaba en el Colegio del Uruguay obtiene el título de Preceptor de Escuelas Comunes y se le asigna el puesto de director de la Escuela de Varones número 2 de Concepción del Uruguay. En 1880 ingresa, como profesor, en el Colegio Nacional “J.J. de Urquiza” y posteriormente en Escuela Normal de Concepción del Uruguay. Ese mismo año, Bernardino Caballero presidente de Paraguay lo nombró Cónsul de esa república en Concepción del Uruguay. Ante la falta de libros de texto para el estudio, escribió manuales sobre historia argentina, historia americana, geografía antigua, geografía argentina, cartografía histórica, aritmética elemental y geometría práctica, estos manuales fueron los primeros que aprobó el Consejo Nacional de Educación. En 1882 viaja a Buenos Aires para asistir al Congreso Pedagógico Internacional Americano, del que fue presidente Onésimo Leguizamón y en el que se sentarían las bases para la futura ley de educación 1420, resumiendo dichas actividades en su obra “Los Oradores del Congreso Pedagógico Internacional”. En el mismo año interviene en la organización de una muestra continental. Tuvo además una destacada actuación en defensa de la capital provincial en la ciudad que resumió en “Reminiscencia histórica a propósito de la cuestión capital de la Provincia de Entre Ríos”. Dedicado con intensidad a los estudios históricos, integró la Junta de Historia y Numismática, la Academia Nacional de la Historia de la República Argentina y otras instituciones nacionales y extranjeras. Fue director del Archivo de la Provincia de Entre Ríos, que había iniciado Martín Ruíz Moreno, y murió mientras desempeñaba ese cargo. En ocasión del primer centenario de Concepción, obtiene en 1884 una medalla de oro de la Municipalidad en los Primeros Juegos Florales por su obra Memoria acerca de la Conquista y Fundación de los pueblos de Entre Ríos. Es autor de obras de teatro (no siempre bien acogidas por los críticos), Independencia y Tiranía (o El doctor Francia), estrenada en Asunción del Paraguay en 1874; Misterios del tío Pascual, en 1877; Por Acá y por Allá, en 1878; y la zarzuela Guerra de los Solteros, con música del maestro Lagarza, todas ellas representadas en el Teatro 1° de mayo de Concepción del Uruguay. Jacobo A De Diego supone que también le pertenecería La Flor del Azafrán. Benigno T. Martínez ejerció el periodismo, y en tal carácter editó y dirigió “El Orden”, un bisemanario de Concepción del Uruguay, y a cuya redacción perteneció Luis Bonarparte. También creó y dirigió “El investigador”, en el ámbito del Colegio Nacional, esta fue la primera revista de divulgación científica de la ciudad, que era un museo de informaciones históricas, científicas, artísticas y literarias de incalculable valor para los estudiosos. Pero su obra máxima es la Historia de Entre Ríos, que algunas autoridades consideran no superada todavía, y que consta de cinco tomos, los últimos dos inéditos. Por otra parte, escribió más de un centenar de monografías, numerosos poemas y artículos periodísticos. Sobre él se refirió nuestro prestigioso historiador Oscar Urquiza Almandòz, destacando su capacidad y calidad de su obra, resaltando el momento histórico cultural de la ciudad, en el que Benigno T. Martinez actuó. Falleció en Paraná el 18 de agosto de 1925 y la Provincia en uno de sus homenajes póstumos decidió que al escuela 4 lleve su nombre, que desde luego nos llena de orgullo, la ciudad decidió que una calle tambien llevara su nombre, hasta que en 1994 en oportunidad de la sanción y jura de la reforma constitucional, el Concejo Deliberante, decide que mucho más merecimientos tienen los constituyente de ese entonces que Benigno T. Martinez y en un acto de agravio a la comunidad no solo de la escuela 4, sino a toda la ciudad, ofendiéndonos en nuestra memoria histórica colectiva, le quitan el nombre al Boulevard Benigno T. Martinez y lo pasan a denominar Los Constituyentes; pero como son quienes detenta la autoridad porque así los establecen la leyes, los ciudadanos no podemos hacer otra cosa que aceptar manifestado nuestro disenso, cada uno tiene la potestad de homenajear a quien lo dese y mejor lo represente, yo sigo homenajeando a Benigno T. Martinez, y tengo mi conciencia tranquila. Elìas Almada Ex Alumno Promoción 1974
Ver noticia original