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» tn24
Fecha: 27/11/2024 00:10
Consultoras privadas anticiparon un leve repunte en la actividad económica durante octubre, revirtiendo la caída del 0,3% registrada en septiembre respecto de agosto. Sin embargo, el crecimiento se mantiene por debajo del ritmo observado en julio, que fue clave para el tercer trimestre. Especialistas de consultoras como Outlier, ACM y lcg identificaron dos elementos principales detrás de la recuperación: La mejora paulatina del salario real: Aunque los datos oficiales muestran una desaceleración en agosto y septiembre, el ingreso de los trabajadores comenzó a recomponerse desde marzo/abril. La expansión del crédito al sector privado: En un contexto de remonetización de la economía, los préstamos impulsaron el consumo en sectores clave. No obstante, los analistas advierten que la recuperación sigue siendo insuficiente para revertir la fuerte contracción de fines de 2023 y principios de 2024. Proyecciones para 2024 A pesar del rebote en octubre, el consenso entre las consultoras apunta a una caída del PBI cercana al 3% para todo el año. Este pronóstico, aunque ligeramente mejor al esperado a comienzos de 2024, refleja el impacto de una economía debilitada. Según ACM, si la actividad se mantiene en los niveles del tercer trimestre, la contracción anual podría ser del 3,1%. Desde Outlier, ajustaron su previsión gracias a la baja de 10 puntos en la alícuota del impuesto PAIS aplicada en septiembre, situando la proyección de caída anual en un 3%. Por su parte, lcg destacó que aunque octubre muestra números positivos, el crecimiento sigue siendo débil y marcado por disparidades entre sectores. El panorama a mediano plazo se presenta con desafíos. Los economistas advierten que, mientras persistan los controles de cambio y no se logren reformas estructurales, la actividad económica no podrá sostener un crecimiento al alza. Iniciativas como el RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones) podrían generar inversiones puntuales, pero su impacto macroeconómico sería limitado. La recuperación económica continúa siendo lenta y desigual, con un consumo aún débil y sectores como el crédito privado impulsando pequeñas mejoras. El desafío será consolidar estas señales positivas en un contexto de alta incertidumbre.
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