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Concordia » Hora Digital
Fecha: 26/11/2024 14:44
La relación entre la Unión Industrial Argentina (UIA) y el Gobierno nacional se encuentra en una situación crítica actualmente. La ausencia confirmada del presidente Javier Milei y del ministro de Economía, Luis Caputo, en la conferencia anual está generando malestar y suscitando dudas sobre el futuro del sector. El Centro de Convenciones de Buenos Aires será el escenario de la conferencia más destacada para la UIA, pero la ausencia de las máximas autoridades gubernamentales ha causado revuelo. A pesar de que el Gobierno argumentó "problemas de agenda" para justificar esta falta, los industriales interpretaron esta decisión como una respuesta a las recientes críticas hacia la entidad. Una fuente de la UIA expresó su descontento al decir "nos vaciaron", reflejando así el malestar generalizado por la ausencia de representantes gubernamentales en un momento crítico para la industria. Esta ausencia es un hecho sin precedentes en la historia de la organización. La apertura de importaciones y la reducción de impuestos por parte del Gobierno, sin implementar estrategias para mejorar la competitividad, han agudizado las tensiones. Desde la UIA se advierte que "si no se abordan los problemas estructurales, estas políticas tendrán consecuencias negativas, especialmente para las pymes". Este sector, que ha experimentado la pérdida de 30.000 empleos industriales en menos de un año, es el más insistente en la necesidad de acciones concretas en áreas como infraestructura, conectividad e incentivos fiscales. En octubre, la industria metalúrgica argentina sufrió una caída del 7% en comparación con cifras de 2023. Algunos representantes del oficialismo han criticado a los empresarios industriales. El diputado José Luis Espert calificó a los industriales de "caraduras" y afirmó que "siempre les falta algo para competir". Por su parte, en su última intervención ante los industriales, Milei señaló que "la industria ha quedado subordinada al Estado con subsidios y aranceles", una política que considera una de las causas de las crisis económicas recurrentes en el país. Además de estas tensiones, hay un debate interno creciente en la UIA. Mientras las grandes empresas buscan mantener un diálogo constructivo con el Gobierno, las pymes demandan una postura más firme frente a lo que consideran una apertura comercial indiscriminada. Esta división ha generado cuestionamientos hacia el liderazgo de Daniel Funes de Rioja, cuya cercanía con el oficialismo es vista con suspicacia por algunos sectores. Durante el último Día de la Industria, el presidente Javier Milei expuso claramente su postura sobre la historia y el presente de la industria argentina. Según él, el sector tuvo su mayor desarrollo bajo el modelo agroexportador, en contraste con lo que considera el "fracaso" de la sustitución de importaciones. Milei afirmó que esta política ha creado una dependencia de la industria hacia el Estado, basada en subsidios y aranceles, una dinámica que, a su juicio, ha contribuido a las crisis económicas estructurales del país. La reciente eliminación del impuesto PAÍS y la ampliación de los límites para compras en el exterior, implementados por el Gobierno hace dos semanas, han generado diversas reacciones entre los empresarios. En una reunión de su Junta Directiva, la UIA instó a que cualquier apertura comercial venga acompañada de medidas concretas que fortalezcan la competitividad interna y reduzcan lo que llaman "el costo argentino". La UIA manifestó su preocupación por las posibles consecuencias negativas de estas políticas si no se abordan temas clave como la modernización de regímenes laborales, mejoras en infraestructura y conectividad, y la promoción de inversiones nacionales. La entidad alertó que desde agosto de 2023 se han perdido más de 30.000 empleos industriales, una tendencia que podría agravarse sin un enfoque integral. El ministro de Economía, Luis Caputo, defendió la apertura comercial en un reciente encuentro con empresarios en Corrientes. Reconoció que Argentina tiene precios internos considerablemente más altos que los internacionales, atribuyéndolo a una carga tributaria "distorsiva". Sin embargo, enfatizó la necesidad de actuar con prudencia, buscando una mayor apertura al comercio para beneficiar a los consumidores, pero sin descuidar las consecuencias para los distintos sectores. Caputo subrayó que no se puede cambiar bruscamente sin evaluar las implicaciones para los distintos sectores. Destacó la importancia de ofrecer condiciones equitativas para los empresarios y no penalizar a quienes han mantenido sus actividades en un entorno marcado por altos impuestos. No obstante, las tensiones entre los industriales y el Gobierno siguen aumentando.
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