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Parana » APF
Fecha: 25/11/2024 14:30
La victoria del candidato republicano impulsa la actividad de neonazis y supremacistas blancos, aunque muchos no se consideran parte del movimiento trumpista. lunes 25 de noviembre de 2024 | 14:15hs. Era solo una representación teatral del Diario de Ana Frank, pero la noche de la presentación en el pequeño pueblo de Fowlerville, en el Estado de Michigan, se tornó escalofriante. El pasado 12 de noviembre, mientras el elenco estaba sobre el escenario y el público, unas 75 personas, en sus butacas, un puñado de hombres enmascarados merodeaban amenazantes afuera del recinto. Con el brazo derecho estirado haciendo el saludo fascista y unas cuantas banderas de esvásticas negras ondeando con la brisa, gritaban, según el testimonio de un transeúnte: “Heil Hitler. Heil Trump”. Unos días más tarde, fue en Columbus, en Ohio, donde una docena de hombres, también con las caras tapadas y cargando banderas de esvásticas rojas sobre tela negra, marcharon por las calles mientras proclamaban mensajes racistas, xenófobos y antisemitas. Los dos momentos son apenas una muestra de la creciente actividad de la extrema derecha en Estados Unidos tras la victoria electoral de Donald Trump. “Está claro que estos grupos, como el que marchó en Ohio, los Proud Boys, Patriot Front, White Lives Matter y más, están envalentonados y muy contentos por la elección”, explica por videollamada Wendy Via, presidenta y fundadora de la organización Proyecto Global Contra el Odio y el Extremismo (GPAHE, por sus siglas en inglés), que vigila los movimientos del extremismo a nivel nacional y transnacional. La evidencia más clara del envalentonamiento de la extrema derecha se puede ver en internet: “Hablan con mayor libertad de sus mensajes neonazis y de supremacismo blanco”, asegura desde Montgomery, en Alabama, Via, que tiene décadas de experiencia estudiando y analizando la intersección de la tecnología y la extrema derecha. En un análisis de GPAHE de publicaciones en 4chan, la red social predilecta de la extrema derecha estadounidense, las palabras como “deportación”, “acorralar”, o “autodeportación”, entre otras, tuvieron un pico en la semana de las elecciones. El informe de la organización indica que en los primeros 12 días de noviembre se produjo un aumento del 40% en este tipo de retórica en comparación con todo el mes de septiembre. Otra comparación: entre el 8 de agosto y el 17 de septiembre hubo una media de entre 400 y 600 menciones semanales de este tipo en la plataforma; en la semana de las elecciones, esta cifra se disparó a más de 2.400 menciones, un aumento del 380%. A pesar de esto, las agrupaciones más organizadas no necesariamente consideran que el presidente electo y su movimiento MAGA (siglas en inglés del lema: Hagamos América grande de nuevo) los representa, aclara por videollamada desde Nueva York Joshua Fisher Birch, experto en grupos neonazis y supremacistas del Counter Extremism Project (Proyecto contra el extremismo). “Trump es, de hecho, muy criticado por la extrema derecha por su apoyo a Israel y sus vínculos a la comunidad judía”, detalla, “que es a quien ven como el enemigo último a nivel global, responsable de todo el mal que ellos se imaginan que enfrentan en el mundo. Para muchos, Trump es la otra cara de la misma moneda”. Incluso estos grupos extremos entre los extremos comparten las tendencias autoritarias y xenófobas del presidente electo, y cuando él suelta proclamas como que los inmigrantes “envenenan la sangre del país”, es un mensaje velado hacia ellos. “Si hay una política con la que la mayoría de estos grupos están muy emocionados es la de deportaciones masivas. La intersección con la xenofobia es muy importante y es probable que estos grupos recluten por ahí”, ahonda Fisher. Un escenario posible que plantea es que la administración de Trump no cumpla la promesa de deportar millones y millones de inmigrantes y estos grupos aprovechen esta situación para vender la idea de que solo ellos, con sus métodos, pueden hacerlo. “La deportación masiva será central en los mensajes de la extrema derecha en los próximos años”, predice con confianza Fisher. Otra razón, mucho más pragmática, por la que se alegran los grupos neonazis o supremacistas con la elección de Trump es que prevén que tendrán menos vigilancia gubernamental. “Ven con buenos ojos los potenciales recortes al FBI y a las fuerzas de seguridad federales. Consideran que si hay recortes en financiamiento y personal, y también un cambio de enfoque, puede ser bueno para ellos. Es un punto importante que estos grupos estén pensando en esto”, explica Fisher, que pasa sus días sumergido en el mundo virtual de la extrema derecha, desde blogs a páginas oficiales y redes sociales. Es precisamente en ese ecosistema donde la dimensión misógina de la extrema derecha del siglo XXI ha quedado patente como forma de diferenciación con sus ideologías antecesoras del siglo pasado, cuyo machismo era, como mínimo, menos explícito. Wendy Via explica que es en esta retórica donde se ha dado el mayor crecimiento: “Afirman cosas como que, ya que las leyes de aborto están siendo restringidas en algunos Estados, las mujeres no deberían tener acceso a métodos anticonceptivos; que las mujeres no deberían trabajar, sino quedarse en casa con los niños; algunos, incluso, dicen que las mujeres no deberían tener el derecho al voto. Y han llegado a tal punto que ya no solo están hablando basura, sino sugiriendo escenarios violentos alrededor de las mujeres”. En 4chan, en los días posteriores a las elecciones, los usuarios se regodeaban en la victoria de Trump y hasta “bromeaban” con formar “escuadrones de violación” como respuesta a la decepción de las mujeres jóvenes que apoyaron masivamente a Harris. En general, lo que identifican expertos como Via es que se ha generado un clima de aceptación a algunas de las ideas más extremas que defienden los neonazis y los supremacistas blancos. “Van a salir a las plazas y a marchar para llamar la atención sobre sí mismos. Quieren esparcir la palabra y quieren mostrar que está bien pensar como ellos. Y claro, vivimos en Estados Unidos, y hay libertad de expresión y libertad de símbolos. Entonces es su derecho. Así que están explotando sus derechos para generar miedo en la comunidad y dejarle saber a la gente del país que están en standby”, publicó El País. (APFDigital)
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