24/11/2024 12:51
24/11/2024 12:51
24/11/2024 12:51
24/11/2024 12:51
24/11/2024 12:51
24/11/2024 12:51
24/11/2024 12:51
24/11/2024 12:51
24/11/2024 12:51
24/11/2024 12:49
» La Capital
Fecha: 24/11/2024 10:40
Joan Retamero y Tom Pavicich se hacen paso en el mundo de la música como productores y Djs, y llegan a los escenarios más destacados del mundo “ Éramos un grupo de 10 amigos, cuando empecé con las fiestas electrónicas íbamos dos y ahora van todos ”, contó Joan Retamero , disc-jockey (DJ) y productor rosarino radicado en Londres, Inglaterra . Con su frase explicó el avance en popularidad de este tipo de encuentros, que en Rosario suman cada vez más adeptos. “Es comunidad como la de ningún otro género. Es energía. Hacer esto solo no tendría sentido” , acompañó Tom Pavicich , que desde barrio Martín despegó hasta Berlín para estudiar y desarrollarse como profesional, siempre con la electrónica como motor. Ellos son dos de los tantos talentos rosarinos que recorren el mundo abrazados a este género en constante transformación y crecimiento. En una charla con La Capital contaron sus experiencias delante de los discos, cómo fue el camino recorrido y el futuro de un estilo consolidado en boliches y clubes. A sus 30 años, Joan Retamero pasó un 2024 “creativo” dentro del estudio tras un 2023 de "locura total”, en la actualidad está trabajando con el prestigioso grupo Afro Medusa y proyectando el próximo año. Recientemente finalizó los estudios en Producción Musical e Ingeniería de Sonido en la Point Blank Music School de Londres, donde encontró un amalgamiento entre su pasión y lo que le cambió la vida y la pata universitaria . Aún añora las tardes jugando al fútbol con sus amigos en Gimnasia y Esgrima de Rosario , club que lo sentía como el patio de su casa ya que caminó las calles de barrio Abasto hasta 2016, cuando emprendió viaje a Inglaterra. En ese periodo también vivió en Madrid y Barcelona, y tiendas de comida orgánica y bares fueron sus primeros empleos. Joan Retamero 23.11 (1).jpg Tom Pavicich salió de Rosario en 2022, pasó por Miami, en Estados Unidos, para luego recalar en Alemania. Allí se abocó al estudio de Producción de Música Electrónica y Performance en Catalyst, ubicada en el edificio histórico y emblemático Funkhaus, de Berlín; antes varios puestos en gastronomía habían sido su sustento. En paralelo, conformó un colectivo de artistas que organizan eventos de arte fusionados con experiencias inmersivas, con la música house y sus variables como eje. “Se dice que Berlín es todo tecno, pero no es así”, aseguró el rosarino de 28 años a La Capital. Además, esta temporada lanzó un estudio digital de mezcla y mastering abierto a todos los géneros. Tom Pavivich 23.11.jpg Se abre la pista Retamero llegó a la música electrónica influenciado por la discografía de su padre, según confió a este medio. Reconoce a Gustavo Cerati como su artista favorito “que tiene mucho de electrónica” y sus primeros recuerdos lo llevan a Posta 36 cuando en vez de disfrutar de la pista se iba a la cabina del DJ a mirar su trabajo. “Después, en los boliches iba solo al lugar con electrónica”, detalla. Además, del cantante de Soda Stereo, se siente referenciado por Vangelis, The Beatles y una banda “extremadamente electrónica” como Pink Floyd. También, reconoce un gusto especial por John Williams, considerado uno de los compositores más prolíficos de bandas sonoras de la historia del cine: “Es mirar Star Wars solo para escucharlo a él”. Su especialización en el mundo del cine lo llevó a trabajar con estudios de alto calibre, como Pinewood y Warner Bros. Joan deja en claro que la música electrónica “no es solo dance” e invitó al público a “estar abierto y receptivo, sin encasillarla en género porque son infinitos” y “hay música electrónica que no tiene ni un golpe y hay música melódica que está llena de beat y hasta muchas combinan estilos”. “Una buena canción se define por lo que te conmueve. Si tengo dos temas, uno que suena inmejorable y del otro lado una canción floja de papeles, pero que me llena. Entonces ¿con cuál te quedas?”, la pregunta retórica queda suspendida en el aire. Tom, por su parte, aún recuerda su vida en Rosario y los fuertes vínculos que pudo forjar. Tras su paso por el Colegio Español primero y el Superior de Comercio, en secundaria, estudió la carrera de ingeniería industrial, logró su título intermedio y trabajó en una empresa multinacional. Pero su “eureka”, como así lo definió, fue cuando se paró delante de un pequeño público en una fiesta privada. Allí partió en busca de su sueño. Su primera parada fue en América del Norte y desde allí a Europa, cada momento de su vida musicalizado con dance, house, tecno y los distintos géneros y subgéneros. El entusiasmo brota en su discurso y hasta reconoce sentirse inspirado por artistas “sin una discográfica gigante, pero que con un soundtrack te activan”. En sus palabras desmiente que la música electrónica “solo sea una computadora”, ya que, explica, “se incluyen guitarras, bajos, pianos y ahí sale la mejor versión”. Cuando la canción penetra al joven DJ “no me pongo a pensar en los elementos y cómo lo ecualizaron y ahí me doy cuenta si es buena o no”, dice. En su corta, pero frenética carrera ya visitó escenarios en Ibiza, Mallorca, Amsterdam, Leipzig, Buenos Aires, Villa La Angostura, Berlín, Miami y, por supuesto, Rosario. Joan, casi con una década de recorrido, se presentó en Madrid, Barcelona, Ibiza, Amsterdam, Miami, Burning Man y la ciudad que lo vio nacer, entre otras ciudades de todo el mundo. Ambos sueñan, casi como un objetivo obligado, en llegar a Tokio, Japón: “Cuando toque allí, me retiro”, sostuvo con emoción Joan. Joan Retamero 23.11.jpg El control de la diversión Los rosarinos eligieron una profesión fundamental para la noche. Son los encargados de hacer bailar a las 100, 500, 3.000 o 10.000 personas en la pista. “Es adrenalina pura. Estás a cargo de la gente”, expresa Retamero y su colega acompaña rápidamente: “Ver caras de satisfacción por mi trabajo me motiva”. Pero los imprevistos no quedan exentos y a los cortes de luz, problemática muchas veces inmanejable a lo largo y ancho del mundo, se le suman fallas en pendrive, problemas técnicos en la consola o de sonido, pero sin lugar a dudas “no conectar con el público es lo peor que te puede pasar”, dijeron los artistas rosarinos. Tom Pavivich 23.11 (1).jpg Irse para regresar “Rosario es mi casa”, remarca Joan con el mate bajo el brazo. Reconoce conservar muchas costumbres locales, se enorgullece al no pronunciar las “s” finales y no pierde de vista el calendario de su querido Rosario Central, donde realizó inferiores y compartió plantel con jugadores como Víctor Salazar o Walter Montoya, entre otros. “Estuve yendo a Rosario los últimos veranos con proyectos musicales. A la hora de regresar a Londres me cuesta, son mis raíces”, reconoce Retamero, egresado de la Dante Alighieri y con un breve paso por la Facultad de Ciencias Económicas, pero claramente no era lo suyo. Tom volvió en julio de 2023 por última vez. Los proyectos en Berlín lo llevaron a quedarse más de lo imaginado y según sus cálculos no podrá regresar hasta fines de 2025. “Ya toqué en invierno en Rosario, ahora quiero volver para el verano que hay más movida”, avizora. Ser DJ en Argentina La movida electrónica avanza a pasos agigantados y parece no tener techo. Cuando caminan por festivales de Europa tanto Joan como Tom son reconocidos por argentinos y rosarinos. “Tenemos el mejor público nos dicen y muchos destacan a Metropolitano como templo de la buena música a nivel mundial”, revelan. Los talentos argentinos no dejan de brotar y la posibilidad de formarse en el país “evolucionó mucho en los últimos años”, plantea Retamero quien rápidamente agrega: “Me vine a Europa porque tenía el sueño de vivir en el exterior, pero en Argentina también se puede hacer”. Si bien se incrementó la oferta académica en el país, para Pavicich aún resta mejorar “el acceso a la información”; de todas formas, aclaró: “Están saliendo músicos y productores de primer nivel. Y el nivel de shows es premium”.
Ver noticia original