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» Notife
Fecha: 22/11/2024 22:16
Según trascendió, Giordano se sometió a una cirugía programada por una afección cardíaca en el sanatorio Mater Dei y sus restos serán cremados en el Cementerio de La Chacarita. El estilista tenía tres bypass según había contado en mayo de este año. Las primeras versiones apuntan a un paro cardíaco durante el procedimiento. Al respecto, su colega y amigo Fabio Cuggini contó que había hablado recientemente con Giordano que vivía en Uruguay con sus afectos e hijos. El peluquero de los famosos contaba con atención cardiológica en el país vecino, aunque había decidido continuar con su atención clínica en Argentina. Puede interesarte El hombre detrás de un imperio Fue a comienzos de los 90 que Giordano comenzó a posicionarse como uno de los empresarios de la moda más poderosos del país. Su verborragia, sumada al crecimiento de su cadena de peluquerías, lo llevó a organizar una serie de desfiles que se convirtieron en un clásico veraniego, en Pinamar, Mar del Plata y Punta del Este. “¡Qué noche, Teté” y “Moviendo las cabezas” eran algunos de los latiguillos a los que solía recurrir y que quedaron para siempre ligados a su imagen. Valeria Mazza, Pampita Ardohain, Dolores Barreiro, Nicole Neumann y muchas otras top, fueron protagonistas de esas pasarelas que solían tenerlo como conductor, generalmente acompañado por su amiga Teté Coustarot. Figuras internacionales como Sophia Loren, Robert De Niro, Alain Delon y Jean Claude Van Damme, o locales como Diego Maradona y Mirtha Legrand, también solían participar desde la platea, como invitados especiales de esos glamorosos encuentros que llegaron a ser televisados en el prime time de los canales de aire. Giordano mantuvo una mediática rivalidad con otro de los grandes estilistas de la época, Miguel Romano. “Empecé con Mirtha Legrand, cuando ella comenzó con el programa en Canal 9. Después llegó (Roberto) Giordano, no sé qué arreglo habrá hecho con ella y siguió él”, admitía Romano tiempo atrás en una entrevista con LA NACIÓN, dando cuenta de los celos profesionales que había entre ellos. “Él venía a verme y me decía ‘maestro’, siempre me admiró. Ya no trabaja más”, sumaba luego, con cierta ironía. Más allá de las rivalidades, Giordano sí reconocía a Fabio Cuggini como una suerte de heredero natural: “Es un hombre verborrágico, pero con un empuje que quiere jerarquizar la profesión. Porque es la única forma de hacerlo, que sea una profesión sin sindicalismo, porque el sindicalista que tiene lo puso la dictadura y no deja crecer. Él quiere que no cualquiera sea peluquero, sino que tenga un título nacional, que sepa idiomas, que conozca la profesión profunda”. Los últimos años del estilista estuvieron marcados por sus problemas con la justicia y el derrumbe del imperio que él mismo había construido en pleno menemismo. Su quiebra personal se declaró en el 2008, aunque él se negaba a hacer a un lado su costado mediático. Así, en enero de 2010 se propuso hacer un “regreso con gloria” y organizó un desfile en el Hotel Conrad de Punta del Este; fiel a su estilo, al enterarse de que había representantes de la Dirección General de Impuestos uruguaya presentes, pidió un aplauso al público para homenajearlos. “Los de la DGI pidieron seis asientos ¿Dónde están sentados? Uno andaba por ahí tomando mate… No tenemos nada que esconder”, dijo en ese momento, invitando al público a celebrar su presencia en el desfile.
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