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Federal » El Federaense
Fecha: 22/11/2024 21:58
La reciente investigación de la Policía Federal de Brasil ha sacudido los cimientos del país, revelando un elaborado plan que contemplaba el asesinato de Lula para evitar su retorno al poder tras las elecciones de 2022. La trama abarca desde altos funcionarios hasta militares, evidenciando un intento de socavar la democracia brasileña. Un plan oscuro La pesquisa ha sido exhaustiva, desglosando más de 800 páginas que ilustran un intento de golpe de estado en el que el ex presidente Bolsonaro jugó un rol central, al tener pleno conocimiento de las maniobras. Este plan abordaba diversas tácticas, incluyendo estrategias de desinformación y ataques al sistema electoral, con la intención de que el bolsonarismo continuara gobernando a pesar de su derrota. Los implicados Jair Messias Bolsonaro Fernando Cerimedo, consultor político Walter Braga Netto, exministro de Defensa Augusto Heleno, exjefe de seguridad presidencial Anderson Torres, exministro de Justicia Alexandre Ramagem y otros militares de renombre Fernando Cerimedo, conocido por su participación en la campaña de Bolsonaro y su vinculación con Javier Milei, ha estado en el ojo del huracán. Su papel en la estrategia de desinformación ha sido clave, siendo también parte de las violentas manifestaciones ocurridas en enero en Brasilia. Un plan siniestro Los planes no solo incluían desestabilizar el gobierno democraticamente electo, sino también acabar con la vida de Lula y otras figuras clave como el vicepresidente Geraldo Alckmin y el juez del Tribunal Supremo Alexandre de Moraes. La investigación indica que se consideraron medidas extremas como el envenenamiento y el uso de agentes químicos. Las revelaciones de Lula En respuesta a estos inquietantes descubrimientos, el presidente Lula ha expresado su gratitud por estar vivo. En un evento reciente, declaró: “Debo estar mucho más agradecido ahora que estoy vivo”. Esta respuesta se produce en un contexto de reafirmación de su compromiso con la gobernabilidad basada en resultados tangibles que beneficien a la población. “Quiero medir quién hizo más escuelas, quién atendió a los más pobres”, afirmó Lula, insistiendo en que su enfoque está en la construcción de un Brasil más fuerte y justo. El desenlace para Cerimedo Fernando Cerimedo, al ser consultado sobre su posible implicación en el complot, tuvo un acalorado intercambio con el periodista Ernesto Tenembaum. Su intento por defenderse de las acusaciones lo llevó a un tono confrontativo, que culminó en una despedida cargada de tensión. En entrevistas pasadas, Cerimedo negó cualquier responsabilidad en los disturbios de enero y se mostró crítico hacia el proceso judicial en su contra, asegurando que no planea regresar a Brasil por razones de seguridad. La situación ha dejado al país en un estado de incertidumbre, observando cómo las revelaciones pueden afectar el futuro político de Brasil y la capacidad de su democracia para resistir presiones tan extremas.
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