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Concordia » Hora Digital
Fecha: 22/11/2024 10:50
La cumbre del G20 en Río de Janeiro tuvo como protagonistas a tres países destacados: China, cuyo ascenso como potencia mundial de primer nivel es innegable; Brasil, país anfitrión que logró avances concretos para el bienestar de las sociedades; y Estados Unidos, representado de manera holográfica por Donald Trump. Se sugiere que el futuro presidente estadounidense tuvo una suerte de vocero en esta reunión: el argentino Javier Milei, quien, en consonancia con su papel futuro, optó por no interferir en las decisiones cruciales de las 19 naciones y dos bloques regionales (UE y Unión Africana) en este panorama global. Desde un enfoque objetivo, Estados Unidos sigue liderando en cuanto a riqueza producida, con 28,7 billones de dólares en 2024, seguido de cerca por China, en segundo lugar con 18 billones de dólares. Sin embargo, la presencia estadounidense en esta reunión de destacados no estuvo directamente relacionada con el tamaño de su PIB. Javier Milei fue notablemente ausente en la foto oficial del G20 en Brasil, ya que el poder de Estados Unidos se vio disminuido debido a la transición presidencial. Con Joe Biden saliente, se esperan cambios significativos en la política internacional de EE.UU. a partir del 20 de enero, lo que llevó las miradas a dirigirse hacia Oriente. Desde cierto punto de vista, el presidente chino Xi Jinping fue una figura destacada en esta cumbre. Tras visitar Lima para inaugurar un puerto en el Pacífico y reunirse con Biden, continuó hacia Río de Janeiro, donde tuvo un encuentro crucial con el argentino Milei. Finalmente, en Brasilia, fortaleció una alianza estratégica con Lula da Silva a través de la firma de 40 acuerdos. En una declaración conjunta en el Palacio de la Alborada en Brasil, ambos jefes de Estado acordaron elevar la colaboración estratégica entre Brasil y China al nivel de una "Comunidad de un Futuro Compartido" en pos de un mundo más justo y sostenible. Ante el cambio de gobierno en Estados Unidos, expertos en geopolítica señalan que Brasil se inclina decididamente hacia China para evitar un posible resurgimiento de la extrema derecha en el país. El día dos del G20 vio surgir otra alianza, esta vez entre China y Argentina, con el objetivo de incrementar el comercio bilateral y colaborar en proyectos conjuntos que beneficien a ambas economías. Mientras tanto, Javier Milei, pese a sus críticas al G20 por considerar que no representa los intereses de los ciudadanos del mundo, no logró gran apoyo en su discurso en la cumbre, a excepción de los funcionarios argentinos presentes. Milei cuestionó duramente la "gobernabilidad global" y las imposiciones que, según él, vulneran los derechos de los ciudadanos a nivel internacional, presentando solo dos opciones: sumisión o rebeldía.
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