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Federal » El Federaense
Fecha: 20/11/2024 01:31
En un giro inesperado de la política argentina, el PRO y la UCR han quedado a un solo voto de lograr la aprobación del dictamen del proyecto de Democracia Sindical en la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados. Este revés significa que la iniciativa, que contaba con la oposición firme de la CGT, permanece estancada a pesar de contar con el apoyo de varios legisladores libertarios. La Lucha por el Proyecto de Democracia Sindical El presidente de la comisión, Martín Tetaz, de la UCR, no pudo ocultar su desilusión tras la derrota, elogiando la astucia de Sergio Palazzo, de Unión por la Patria, quien crucialmente retiró el dictamen que rechazaba el proyecto, lo que obligó a sus defensores a reunir el número mínimo de firmas para continuar el debate. Con solo 15 votos a favor, se requería el respaldo de 16 miembros (la mitad más uno) para que el texto llegara al recinto para su votación final. El Impacto Político del Bloqueo Esta situación se traduce en un golpe crítico para los impulsores de la reforma, pues desde la CGT se observa con preocupación cómo se han vuelto a frenar los cambios propuestos. Durante la sesión, el titular del bloque de diputados de la UCR, Rodrigo de Loredo, tomó la palabra defendiendo los beneficios que podría traer la modificación en el poder sindical, afirmando: “Es una de las reformas por las que más hemos luchado este año”. Los 15 apoyos obtenidos no fueron suficientes ante la exigencia de 16. La maniobra política detrás del reemplazo de Alejandra Torres por Miguel Ángel Pichetto fue significativa. Pichetto abogó por la necesidad de un consenso más amplio para reformar el sindicalismo. El actual conflicto ha recrudecido tensiones dentro de Hacemos Federal y entre los diferentes bloques políticos. Maniobras Políticas y Repercusiones El reemplazo de Torres levantó sospechas de maniobras políticas, y De Loredo no escatimó en críticas hacia el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora. En un mensaje en la red social X, sugirió que Llaryora retiró a la diputada de la comisión para lograr el voto que impediría la reformulación del sistema sindical, asegurando que “si Llaryora hubiese mantenido a su diputada, la reforma habría sido aprobada”. Los diputados libertarios que inicialmente apoyaban el proyecto decidieron retirar su apoyo tras una instrucción del jefe de Gabinete, Guillermo Francos. Esto se produjo después de una reunión con la cúpula de la CGT, que llevó a la decisión de no firmar el dictamen del proyecto en discusión. La reforma que se plantea busca, entre otras cosas, terminar con los privilegios de los gremios, establecer condiciones de reelección más estrictas y modificar la cuota de participación obligatoria. Sin embargo, con la ausencia de un apoyo sólido en la comisión, el futuro de la Democracia Sindical parece incierto.
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