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Federal » El Federaense
Fecha: 18/11/2024 03:32
El futuro de Monómeros, la vital empresa de fertilizantes que opera en Colombia, se encuentra en un punto crítico. Tras la reciente elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, el gobierno venezolano ha tomado decisiones apresuradas en cuanto a la venta de esta compañía. La posibilidad de que Monómeros pase a manos privadas antes del 20 de enero ha llevado a Colombia a buscar estrategias políticas y financieras urgentes para evitar que esto suceda. Un objetivo imperativo para el gobierno colombiano El presidente colombiano, Gustavo Petro, enfrentó desde el inicio de su mandato el desafío de recuperar la propiedad de Monómeros. Esta empresa fue adquirida por el Estado venezolano en 2006 y es clave para la agricultura colombiana, ya que satisface aproximadamente el 40% de la demanda de fertilizantes del país. Intentos de negociación sin respuesta Desde la llegada de Petro al poder, se restablecieron las relaciones diplomáticas con Venezuela, que estaban tensa por el gobierno de Iván Duque. Armando Benedetti, un aliado cercano del presidente, fue enviado a Caracas con la misión de negociar el control de Monómeros. A pesar de los intentos, el chavismo no respondió a las iniciativas. La presión se intensifica Fuentes financieras indican que Álex Saab, recientemente nombrado ministro de Industria y Producción Nacional, encabeza el intento de vender Monómeros al mejor postor. Esta acción se interpreta como una represalia del régimen de Maduro ante la presión internacional y la falta de reconocimiento a su administración. Los analistas sugieren que las nuevas sanciones que podrían articularse bajo la administración de Trump afectarían severamente a Venezuela, llevando a Maduro a actuar rápidamente para sacar estímulos económicos del control estatal de Monómeros. Un pasado complicado Desde 2019, Monómeros estuvo bajo la gestión del gobierno interino de Juan Guaidó, un esfuerzo respaldado por Estados Unidos que no logró los resultados esperados. Durante este tiempo, la empresa sufrió tensiones internas significativas y fue objeto de acusaciones de corrupción, las cuales deterioraron la imagen de la oposición venezolana. Perspectivas futuras A medida que el gobierno de Colombia intenta frenar la venta inminente de Monómeros, se está preparando para implementar estrategias que mantengan el control estatal de la empresa, vital para la producción agrícola en la nación. Petro y su equipo trabajan, en este momento, bajo el tiempo apremiante, para evitar que esta joya del sector productivo colombiano sea entregada a intereses privados. La situación de Monómeros es un reflejo del complejo entramado político de la región, donde el control de los recursos naturales y la producción alimentaria permanecen en el centro del debate socioeconómico. Las implicaciones de esta negociación no solo impactarán a Colombia, sino que también repercutirán en los balances de poder en la relación Colombia-Venezuela y en el futuro de ambos países.
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